16. Sin vergüenza

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Autor: mybluesky 🪐 Traducción: arielHHr

☆゜・。。 ・゜゜・。。 ・゜★

La escena se reproduce perfectamente en mi cabeza.

En mi mente, me levanto, tomo el plato de Serkan, y lo lanzo por la mesa como un frisby mortal. La comida viaja en todas direcciones y roza la cabeza de Alptekin, fallando solo por meros milímetros, pero pasándolo suficientemente cerca para mover su cabello pelirrojo con una suave brisa. Estoy molesta de haber fallado, pero es lo mejor - lo último que necesito en mi historial es un cargo por homicidio, especialmente contra el padre de mi novio, y de todas formas, asusta tanto a Alptekin que está tirado en el piso como si le hubiera disparado, rogando por clemencia a mis pies. Se pincha con un hueso de pollo al caer, pero, no es una herida fatal. Pero sangra, y en toda la conmoción del momento Serkan y Aydan se han desmayado, y soy la única que puede detener la sangre, porque está en la espalda de Alptekin y fuera de su alcance.

—¡Eda! — dice desesperado, su voz agoniza al darse cuenta del error de sus actos. —¡Por favor ayúdame! ¡Me voy a desangrar si no me ayudas con tus conocimientos superiores de enfermería!

Bufo ofendida y le lanzo mi celular, y luego lo miro con malicia, con mis manos en mis caderas.

—¡Deberías marcarle a la prometida de Serkan, Alptekin, porque ninguna enfermera te va a salvar jamás!

Mi enojo hace eco a través de la casa; Alptekin empuña las manos y las agita en el cielo mientras libera un déspota.

—¡Noooooooooooo!

En mi cabeza, todo funciona a la perfección.

En el mundo real, la silla de Aydan chirría contra el piso al levantarse abruptamente. En el mundo real, me quedo sentada en conmoción, incapaz de comprender completamente el insulto y las sorprendentes noticias que acabo de recibir por parte del padre de mi novio.

En el mundo real, todo pasa rápido, y por primera vez siento que no tengo control sobre la situación. Cómo si fuera un espectador que no pudiera intervenir, aunque quisiera.

—Es suficiente, Alptekin— Aydan dice enojada. —Nos estás avergonzando a todos y no voy a soportarlo. Eda es una invitada en esta casa y merece más cortesía.

—Y eso estuvo fuera de lugar, papá. —Serkan agrega rápido, su voz igual de colérica. —Le prometiste a mamá que no serías así de nuevo. —Serkan encuentra mi mano y entrelaza sus dedos con fuerza a través de los míos, probablemente manteniendo un firme agarre en caso de que decida irme.

No es sorpresa que Alptekin se ve todo menos perturbado al ser atacado por los dos lados.

—Bueno Serkan, — dice calmado. — sabes lo que siento al respecto...

—¡No importa! —Serkan interrumpe. —¡No importa lo que sientas! No puedes hablarle a las personas como se te venga en gana. Eda es importante para mí. Y además, ¡no es vida!

—¡ eres mi vida!

—¡Alptekin! ¡Unas palabras, por favor! —Aydan demanda, su voz alzándose sobre las demás para tomar el control de la situación.

Alptekin suspira y arroja su servilleta en la mesa antes de levantarse. Aydan se gira hacía mí, su expresión suavizándose.

—Eda, por favor no te vayas aún, ¿de acuerdo? Me gustaría hablar contigo un momento.

Mi boca está abierta, pero ningún sonido sale. Aydan apresura a Alptekin fuera de la habitación con su mano en su brazo, e inmediatamente los escucho discutiendo en el pasillo; sin embargo, sus voces apagadas se pierden entre los pensamientos que se desencadenan como fuego en mi mente.

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