Hablemos.

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¿Cuánto te falta?

Hyungwon
Estoy recogiendo. He perdido parte de la mañana en una cosa y se me ha acumulado el trabajo.

¿No me digas que no puedes esperar a verme? 😍

No es eso.

Quiero ducharme y no quiero estar desnudo para cuando llegues. Ya me has visto así en dos ocasiones y no me gusta.

Hyungwon
Esa inseguridad tuya...

A mi no me molesta, estás en tu casa y puedes ir como te dé la gana. Además, hace mucho calor ahí dentro, ¿acaso te vas a poner un abrigo?

Claro que no te molesta.

Te pasarás el rato que te quedes mirándome 😒

Hyungwon
No puedo evitarlo🤷🏻‍♂️

Y ya no me entretengas más que si no, no acabaré esto nunca.

Sí, perdona.

Pero si llegas antes y no te abro, quédate esperando y no te cueles.

Hyungwon
Que noo.

Ahora nos vemos ♡

Leído hoy a las 22:12 hrs.

Hoseok dejó el móvil en la mesa del salón ignorando sin querer los mensajes de su mejor amigos y compañeros de trabajo. Abrió el armario y se quedó mirando la bata de seda violeta, y el pijama que se compró a juego con Changkyun hará un par de años atrás para sus noches de home cinema y palomitas. En realidad no podía más para elegir. ¿Podría sentirse seguro con Hyungwon en su casa y medio desnudo?

— Ya ha pasado aquí la noche dos veces pero... - cogió la percha donde colgaba la bata de seda y acarició la tela suave y fina. - ¿No será demasiado?

Hoseok se apoyó en un pie mientras miraba la prenda.

— Solo será un rato hasta que se canse y se vaya...

Cerró el armario y con la bata más la ropa interior, se dirigió al baño para ducharse. Un vez se sintió completamente limpio y relajado, se vistió. Con la mano, apartó el vaho del espejo y se observó. Eran pocas las veces en las que pasaba tiempo para verse a sí mismo, desde que se hizo un hombre adulto y consiguió mantener el cuerpo que tanto le habían obligado a tener desde pequeño. Creía que así todo mejoraría, pero eso solo fue para el resto.
El timbre que sonaba le sacó de sus pensamientos y avergonzado, cerró la puerta del baño para que no viera el desorden y se dirigió a la puerta colocándose bien la bata para que no se viera de más.

— Justo a tiempo, ¿no? - dijo con una sonrisa el más alto.

— Si. Para lo que quieres, eres muy puntual. - Le dejó pasar.

Hyungwon vestía de chándal. Unos pantalones grises anchos, una camiseta básica negra y una camisa a cuadros bastante grande. Parecía aquel niño de diecisiete pero más alto y con facciones más maduras.

MERCY | 2WONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora