Red De Mentiras

¡No lo sé!

Narra Mikasa

Que despertar tan horrible.
Sentía mucho calor, sentía como estaba empapada de sudor, intentaba moverme pero no podía hacerlo, era como si mi cuerpo pesará demasiado, mis ojos se mantenian cerrados pues tenía miedo de abrirlos y ver que me estaba pasando.
Un fuerte dolor de cabeza se hizo presente, era diferente a los habituales pues se debía a una notable resaca, tengo náuseas.
Intento abrir uno de mis ojos ya que la luz del día me molesta, pero al hacerlo completamente una serie de flasbacks llegan a mi mente.

De inmediato tambaleó y me levanto de la cama ¿Porque pienso en él? Tengo la respiración muy agitada y veo que ya es de día y en efecto hace mucho calor.

-Menos mal, solo fue un sueño, uggg- la cabeza me daba vueltas y las náuseas aumentaban, necesitaba sacar el alcohol de anoche de mi sistema - ¿Como llegué aquí? - digo muy bajito analizando y recordando con mucho esfuerzo mientras me tapaba los ojos.

Otra vez los flashbaks se apoderan de mi y todas me muestran el mismo panorama
¡EREN! ¡EREN! ¡EREN! todo es EREN y un beso...si un ¡Beso!

Inconscientemente toco mis labios con una de mis manos y siento como la sangre sube a mi cara.

-¡No puede ser! - digo antes de lanzarme a la almohadilla que tenía a un lado y así hundirme en la vergüenza - ¡Debe ser una broma! No, no, no. El...

En medio de mi berrinche, la realidad se hizo presente y no precisamente con el mejor panorama.

-Al fin despiertas - Dijo una voz muy áspera y seria- y ya deja de gritar como pueberta, mejor levanta tu trasero es casi medio día.

Lentamente levante la cara de la almohada y note como Levi estaba sentado en la sala de la suite tomando una taza de té, note su mirada y ahí entendí que yo debía una explicación.

-¿Cuanto tiempo llevas ahí? - dije en voz baja pero lo suficientemente fuerte como para que el escuchara - Hace calor.

Esperando su respuesta, me senté en el borde de la cama, no quería verlo así que desvíe la mirada, pero la respuesta nunca llegó.

-¿Que desayunaste? - trató de romper el hielo inocentemente, pero el solo me observa muy fríamente, puede que esté molesto.

De un momento a otro se pone de pie y enciende la ventilación, bueno eso explica porque había tanto calor.
Después de eso se poné justo frente a mi, con una distancia moderada.

-¿Que paso ayer? - dijo seriamente, parado de brazos cruzados frente a mi - y no me digas que nada.

Yo sabía, que el sabía, que yo no quería hablar de ese tema.

-Fue mi cumpleaños, nada raro - Respondí evadiendo su pregunta, después de todo no fue específico.

No se inmutó por mi respuesta, no había duda estaba molesto.

-¿Por qué estas así? - Por primera vez en la mañana lo miro a los ojos fijamente mientras le hablo y me siento intimidada de inmediato - Te recuerdo que quién debería estar molesta soy yo, por ocultarme la información de anoche. Sabes que, vete por favor, después hablamos.

-Tsk - Me toma de las manos bruscamente y me pone de pie, no debí ponerme a la defensiva - En estos momentos eso es irrelevante, no me importa si estas enojada conmigo, no estas en posición de pedirme cosas - dice mientras me mira a los ojos sin quitarme las manos de mis brazos - habla de una vez.

Vuelvo a desviar la mirada, no soporto verlo a los ojos sabiendo que yo soy la que tiene que rendir cuentas.

-No quiero...no se de que hablas, que te tengo que decir - trato de quitar su mano pero no puedo el es fuerte.