Abrió lentamente los ojos intentando acostumbrarse a la luz que se colaba en las mañanas por su ventana, miro a su alrededor y noto que todo estaba igual a como lo dejo antes de irse, cierto acaba de regresar.
—¡Manjiro! ¡¿Cuánto más piensas dormir?! —gritó furiosa Emma del otro lado de la puerta, ya eran medio día y aún no se levantaba, comprendía que era fin de semana pero necesitaba ayuda en los labores de la casa, ella no era sirvienta de nadie.
Manjiro se giro, era solo Emma... ¡Era Emma! Salto de su cama como sí esta quemará, corrió hasta la puerta y la abrió de golpe sobresaltando a su hermana quien se desconcertó en cuanto fue apresada en los brazos del mayor y rodeada por las feromonas protectoras del alfa.
—¡Emma prometo que te protegeré! —grito apretujandola cada vez más fuerte, no olvida las otras versiones de sí mismo que habían perdido a Emma, no podía permitir que eso sucediera.
—Sí como tú digas, Manjiro sueltame ya ¡Que me sueltes! —lo empujó harta del coriñoso abrazó.
Mikey cayó al piso, pero no pudo importarle menos Emma estaba bien, sí aún tuviera su colita no dudaría en moverla de un lado a otro.
—Baja a ayudarme.
El mayor asintió dispuesto a ayudar, estaba muy contento para replicar, pero entonces lo recordó, recordó a su mejor amigo, su gran amor y todo lo que había sucedido así que tenía que buscarlo, salió corriendo de su habitación sin importarle que aún tenía puesta la pijama.
—¡Ey! Manjiro ven acá —grito la beta.
El rubio no se detuvo ya luego se disculparia con su hermana menor pero esto era urgente.
Tomo las llaves de su moto y se montó en ella arrancado en cuanto se acomodo saliendo a toda velocidad, necesitaba verlo de nuevo, luego de mirar esa sonrisa triste antes de partir necesitaba verle de nuevo aunque no fueran las mismas versiones necesitaba ver a su Kenchin sonreír para él así que aumento la velocidad que tenía para llegar más rápido al burdel, pues sí Kenchin no estaba en casa de los Sano era porque estaba en la propia.
No le costó mucho llegar hasta el distrito rojo de la ciudad que era donde todos los burdeles y demás se encontraban, así que, aparco su moto en frente del mismo lugar que ya había visitado con anterioridad en la compañía de su mejor amigo, corrió entre todos los clientes hasta ver al alfa ser rodeado por omegas y betas, en otras circunstancias habría hecho un berrinche por la atención del apodado dragón pero no ahora.
—¡KENCHIIIIIIIN! —gritó haciendo que volteara para ver cómo el más bajo saltaba hacia él.
Se escuchó un ruido sordo para luego quedar todo en completo silencio mientras todas las chicas y chicos que trabajan ahí rodearán a los dos adolescentes, uno que se encontraba regado en el piso después de ser derribado por el otro alfa que estaba encima de él.
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Mikey [Drakey]
Fiksi PenggemarLa línea del tiempo se ve gravemente alterada luego de tantos viajes en el tiempo trayendo a esta a tres seres completamente distintos pero que son el mismo, así es, trajo consigo a un Mikey rubio de 15 años, a un Mikey pelinegro de 27 años y a un M...