¿Puede un corazón roto volver a amar?
Erik Smith un chico que estuvo locamente enamorado de una chica y esta lo traiciona rompiendo su corazón.
El se vuelve una persona fría escondiendo su corazón detras de una fría personalidad, hasta que conoce...
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Narra Erik
La verdad nunca pensé que a Mía le estuviera pasando algo como esto, nunca llegue a imaginar que alguien pudiera llegar a hacerle daño y que ella ni siquiera me lo dijera.
Me moleste demasiado cuando me lo dijo, me sentí inútil, desesperado por pensar le hubiera llegado a pasar algo no haber podido estar con ella para salvarla y evitar que eso pasará.
En esos momentos es cuando el sentimiento de miedo al pensar en perder a esa persona es tan fuerte, que te das cuenta de que esa persona es tan importante a pesar de todo que no quieres perderla jamás.
Ninguno de los dos pudimos aguantar esta vez la pasión y la electricidad que siempre estuvo entre nosotros, todos sus besos, sus caricias por todo mi cuerpo, sus gemidos causados por mis caricias por todo su cuerpo eran como música para mis oídos y aumentaban mis deseos así ella a niveles inalcanzables.
-Eres mía nena, solo mía - Digo con una sonrisa al ver la pasión, la excitación por lo que le acabo de hacer, pero sobre todo en el fondo de su mirada veo amor.
Vuelvo a juntar nuestros labios en un beso salvaje que nos consume a los dos como si ninguno tuviera lo suficiente del otro. Me inclino más para quedar entre sus piernas y así poder deslizar me dentro de su interior robando nos un delicioso gemido a ambos el cual queda perdido entre nuestras bocas y el deseo que crece entre nosotros.
Entro y salgo de su interior una...dos... tres...cuatro veces sin parar disfrutando del calor de su interior y sus gemidos causados por el placer inexplicable que estamos sintiendo los dos en este momento.
-Haaa... Eri-ck... - Dice entre gemidos ahogados mientras yo acelero mis movimientos causando una serie de gemidos por parte de ambos y así llegando al clímax juntos arrasando nos y llevándonos al cielo.
Mía se deja caer completamente en la encimera de la cocina con la respiración hecha un desastre y todo mi cuerpo cae sobre el cuerpo de ella mientras los dos tratamos de regular nuestras respiraciones.
Nos mantenemos en silencio solo mirándonos a los ojos los cuales transmiten todos los sentimientos que estamos sintiendo, sin ni siquiera tener la necesidad de pronunciar una palabra y escuchando los latidos de su corazón acelerado mezclándose con los míos.
Uno nuestros labios una vez más pero está vez es un beso lento, dulce pero sin abandonar la pasión que existe entre nosotros. La cargo en mis brazos completamente desnudos dirigiendome hacia mi habitación para luego dejarla suavemente en la cama y apricionarla debajo de mí.
-Erik... - Dijo en un susurro cargado de deseo mirándome directo a los ojos. Sus hermosos ojos se habían vuelto mucho más oscuros los cuales me hacían ver la lujuria que había en ellos pero sobre todo mostrándome también cariño y amor.
-Eres tan hermosa Mía, ¿qué me hechizo me has hecho para tenerme así tan loco por ti? - Digo y ella suelta una carcajada la cual me llega hasta lo más profundo de mi ser al verla feliz y yo ser el causante de esa felicidad.