soles [noren]

dos: siestas en la tarde

La primera vez que sucedió a Jeno le pareció extraño pero nada alarmante porque bueno, todos podían dormir cuando se les diera y se les viniera en gana.

Pero... Incluso si tenía tres cortos meses viviendo con su novio lo conocía muy bien de toda la vida para saber que Renjun nunca dormía en las tardes, como... NUNCA. Prefería comenzar a hacer otra cosa para distraerse y luego caer totalmente rendido en la noche, decía que no le gustaba la sensación de estar perdido cada vez que se dormía a las dos de la tarde y despertaba a las seis pensando que iba tarde al trabajo. Pero bueno, asumió que habían excepciones y que no había nada de que preocuparse.

La segunda vez fue un poco más raro, Renjun estaba trabajando en su oficina a eso de las tres, tenía un importante proyecto que presentar en la compañía y se la había pasado día y noche perfeccionado cada detalle en las últimas semanas, admiraba lo dedicado que era su novio pero también admiraba cuando comía y descansaba de vez en cuando.

-Junnie...-abrió la puerta como pudo con la bandeja en su mano y cuando entro se encontró la sorpresa de que Renjun estaba dormido, su cabeza encima del teclado marcando la letra P sin parar.-Dios, ¿Renjun?

Se acercó al mayor luego de dejar la bandeja en el mueble que tenía en la esquina de su oficina y tocó su hombro. Renjun reaccionó de inmediato mirando a todas partes.

-¿Dónde estoy? ¿Qué hice?

Siempre era bonito ver a un Renjun perdido pero esta vez la preocupación era un poco más grande.

-Bebé, ¿Estás bien?-se agachó frente a el para mirarlo a los ojos.

Renjun llevó su cabello hacia atrás mientras pestañeaba con fuerza, soltó un suspiro.

-Estoy bien.

-¿Si?

-Aja, ¿Qué hora es?-pregunto entrecerrando los ojos.

-Son casi las seis, ¿No quieres comer algo?

-Tengo sueño.-se quejó en un susurro antes de mirar la computadora frente a el.-¿Y ahora que es esto?

-Esta bien, está bien, yo borraré todas las P que vea, tu solo ve a dormir ¿si?-Renjun asintió aunque aún parecía enojado, sin embargo no sabia realmente porque, o con quien.-¿Puedes comer algo antes de dormir? Por favor.

El mayor asintió poniéndose de pie mientras dejaba una caricia en su cabello. Jeno sonrió y se dedicó a borrar todas las P que encontró en el archivo, fue fácil y luego de hacerlo guardó el documento.

La tercera vez llegó más rápido de lo que creyó, cuando salió de la oficina Renjun ya estaba rendido en el sofá con el sándwich a medio comer sobre su pecho.

-¿No sientes que estás exagerando?

-¿No sientes que deberías ir al hospital?

Renjun deshizo el prolijo doble que le había hecho a su camiseta y resopló.