veintitres: fractura

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Jeno no sabía que hacer.

Era la primera vez que se había sentido con suficiente valor para decirle a Renjun que iría al parque con sus hijos sin usar esas "ridículas correas que los mantenían en su control." De hecho, Jeno aseguraba que ellos no la necesitaban, Jun y Jay eran niños grandes, capaces de controlarse en el parque como dos pequeños totalmente bien portados.

Entonces llegaban esas veces donde Jeno sentía que no conocía a sus hijos porque al instante que llegaron al parque y los "libero" estos se fueron corriendo hacia los juegos, y las palabras de su novio volvieron a su cabeza.

"No los sueltes por nada del mundo, si van a jugar haz que jueguen juntos mientras tu los miras, sino no dejes que estén cerca porque se van a golpear, ¿me entendiste bien?"

Y luego sus palabras mientras abría la puerta...

"Realmente me entendiste, Lee Jeno, ¿verdad"

Pero el se fue gritándole un si que no cumplió, quería ser el buen padre, el divertido, el policía bueno pero Renjun era un experto en la materia por algo y lo confirmo cuando vio a uno de sus gemelos tirado en el suelo mientras gritaba del dolor.

-Jun, ¿Qué pasó?-grito hacia el menor encima del trepador.

-Se cayó.-respondió como si nada.

-Si, ¿pero como?

-Asi...-y luego se tiró.

Y ahí estaba Jeno, caminando de un lado a otro en el hospital mientras esperaba que el doctor le dijera algo. La correa se sentía pesada en sus manos y los bolsos con las meriendas que se suponía que sus hijos comerían con él en el parque estaba detrás suyo ocupando su asiento. Unos minutos más tarde Jun apareció corriendo hacia el.

-¡Papá!

-Bebé...-pudo respirar a medias cuando abrazo al pequeño con fuerza.-Dios mío, Jun, jamás vuelvas a hacer algo así.-lo alejo para mirarlo.-¿Entiendes eso?

-Si, papá.

-Señor Lee, necesito mostrarle algo.

Jeno asintió sintiendo nuevamente como su corazón volvía a latir desenfrenado, camino detrás del mayor asegurándose de sostener con fuerza la mano del menor.

-Bueno, ¿Ve esto aquí?-le mostró la pantalla.-El brazo está roto.

-No.-nego de inmediato.

-¿Disculpe?

Jeno apoyó su frente en la espalda de su hijo el cual soltó una risa divertida por la sensación.

-No puede tener el brazo roto porque eso significa que me van a matar.

-Bueno señor Lee, lamento decirle que es así y ahora mismo le están terminando de colocar el yeso a su hijo. En cuanto a Jun no tiene nada, simplemente unos rasguños que fueron desinfectados y tratados con crema, ¿bien? Ahora...

Antes de que el doctor pudiera decir algo más la puerta se abrió de golpe dejando ver a quien Jeno temía, bueno esto estaba sucediendo, pensó poniéndose de pie.

-Junnie...

-¿Donde está mi hijo?

Jeno siguió al mayor al instante que obtuvo una respuesta pero cuando vio a Donghyuck se detuvo al instante.

-¿Qué parte de tráelo cerca que yo le diré no entiendes?

-Cuando tu novio está enojado es muy difícil mentirle además se dio cuenta que íbamos cerca del hospital y que no contestabas las llamadas. Y no me quieras venir a echar la culpa a mi cuando fuiste tú que le hiciste lo que sea que le hayas hecho a su hijo...

soles [noren]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora