cuatro: puesto de limonada

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-¡Y Surin me dijo que pondría un puesto de helado, esto es frustrante!

-Dios...

-Si, Dios.-asintió Donghyuck divertido.

-Puedes hacer otra cosa. Es verano piensa, ¿Qué la gente quiere?

-Helado papi, eso es lo único que quiere la gente.

Renjun levantó sus manos en forma de paz antes de que la puerta se abriera de forma abrupta y un montón de hombres y un niño se abrieran paso en el lugar.

-¡Ya tenemos una idea!-gritó el menor dejando caer su balón de fútbol en el piso.

-Lee Jun, levanta esa cosa.-señaló Renjun poniéndose de pie.

Haciendo caso omiso el menor se dejo levantar por Jaemin sobre sus hombros mientras reía.

-¿Alguien quiere hablar sobre la nueva idea?-susurro la única chica en el lugar.

-Rhia...-Chenle corrió hacia la menor y la levantó en sus brazos, pero ella continuaba con los brazos cruzados en espera de una respuesta.

-¡Un puesto de limonada!-gritó Jeno.

Renjun lo miró asintiendo, era cierto, ¿Por qué no se le ocurrió antes? Un puesto de limonada era perfecto, era practico y ambos hermanos podrían trabajar sin querer matarse. Cuando Renjun se dio cuenta a los 19 que esperaba gemelos jamás pensó que serían tan opuestos.

Rhia, ella probablemente terminaría siendo presidenta de su país mientras Jun, bueno, el tenía TDAH. Nada muy grave, era capaz de prestar suma atención siempre y cuando estuviera en el suelo dando vueltas, o saltando, o quizás hablando con sus compañeros acerca de que ya sabía las respuestas de las preguntas que la maestra ni siquiera había hecho.

Aveces las cosas eran complicadas porque así como peleaban cuando estaban juntos así mismo se extrañaban cuando estaban separados por siquiera dos segundos, y a pesar de que podrían empujarse y tirarse del cabello absolutamente nadie más aparte de ellos podría hacer eso sin que uno de los dos terminara metiéndose, y la persona probablemente muy herida.

Jeno y Renjun habían intentado mantener todo bajo control pero eran jóvenes e inexpertos, dos adolescentes que recién terminaban la secundaria y apenas entraban a la vida universitaria, para su suerte su mayor miedo nunca se hizo realidad y sus amigos nunca se alejaron.

Eso ni siquiera pasó por sus cabezas en algún momento, ellos siempre estuvieron ahí, en las citas con el doctor llenando la sala de espera, cuando compraron las cosas para ambos bebés, ayudaron a pintar la habitación y Renjun aún le agradecía a Mark por ayudarlos a armar la cuna doble porque recordaba cómo por cada pieza que sacaban todo se hacía más complicado pero luego de todo un día de lectura comprensiva el mayor pudo resolverlo. Estuvieron en el baby shower, haciendo competencias por el mejor regalo para quien sería el padrino—ni Jeno ni Renjun organizaron eso—Chenle ganó en primer lugar con el coche doble que parecía de los años setenta—Renjun aún lo tenia guardado incluso si sus hijos tenían seis años— y Jaemin en segundo lugar con un cupón de pañales gratis por todo un año, o sea, Renjun casi reclama para que el menor obtuviera el primer lugar pero el estaba feliz y eso fue lo importante.

En fin, sus amigos eran los mejores y lo confirmaban cada día más.

-Entonces el que más venda...-comenzó Jisung.

-Será el presidente de la clase.-dijo Rhia con un puchero.-Quiero ganar.

-Vas a ganar.-dijo Jaemin confiado.-No hay forma de que pierdas.

Rhia sonrió y luego de eso de alguna forma todos terminaron en el patio trasero, y todo iba bien antes de que sucediera una tragedia y Mark empujara a Jeno a la piscina y luego se cayera también sin querer, eso hizo que todos terminaran dentro con un Renjun, que si aún estaba en el agua se quejaba de cómo iban a entrar a su linda y limpia casa todo mojados.


soles [noren]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora