veintiuno: besos dulces

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Dedicado a: JenniferDaniela12 ♥️ espero te guste.



Jeno se consideraba a sí mismo un hombre estable. Si, quizás había vivido un poco acelerado, diría su abuela. Amo con locura a un pequeño hombre Chino desde que tenía dieciséis, fue padre a la joven edad de veintidós pero nunca, en ningún momento sintió como que esas cosas arruinaran algo en su vida, al contrario, por aquello se quiso volver más estable y centrado por ellos, siempre pensando en los amores de sus vidas. Por eso siempre trabaja por las tres personas que más amaba en toda su vida.

Su hermoso esposo Renjun, su hijo mayor Jun y su pequeña princesa Rhia, Dios, Jeno no podía explicar con palabras lo mucho que amaba a su pequeña princesa.

Rhia apenas había cumplido cinco años, su primer año en primaria, lloró cuando vio que ya no usaba esos overoles del kínder sino un uniforme con todo y corbata como su hermano mayor. Y cuando hace dos semanas su primera tarea de alfabetización llegó ni siquiera fue capaz de ayudarla porque sentía que era demasiado para el, Renjun simplemente había acariciado su espalda y el estaba muy agradecido de que su esposo no se burlara de él, al menos no en su cara. El que llamara a sus padres para hacerlo a sus espaldas ya era otra cosa.

Era un jueves común y corriente en el hospital, no había mucho movimiento en el área de emergencias donde lamentablemente le había tocado cubrir hasta las seis de la mañana, al menos con suerte llegaría a casa a tiempo para ayudar a sus bebés con su rutina de la mañana.

-Hey, Jeno.

Sonrió al saludo de la mayor, Soojin era una sunbaenim bastante agradable, la había conocido por entrar a trabajar al hospital pero su amistad se forjó verdaderamente cuando descubrieron que tenían a sus hijos en el mismo colegio y grado.

-Hola, noona.

-¿Todo tranquilo?

-Demasiado, estoy asustado honestamente.-respondió divertido.

-Mejor disfrútalo mientras dura.

Jeno debía admitir que quería hacerlo pero ya había dormido bastante en casa, Renjun le había dejado un baño con agua tibia, velas aromáticas encendidas y música de fondo cinco minutos antes de salir de casa para llevar a Jun al fútbol, eso había hecho magia por el así que no estaba para nada cansado.

-Descansaré en un rato.

La mayor sonrió mirando las carpetas de las enfermeras cuando pareció recordar algo.

-¡Oh! ¿Viste las fotos en el grupo de padres?

-¿Mmm?-tomó sus celular negando.-No.

-¿No? Las maestras enviaron un montón de videos y fotos de los niños haciendo una actividad, pensé que habías visto el icónico beso.

Jeno soltó una risa ya dentro del chat de padres, habían un montón de mensajes y fotos.

-¿Beso?

-Si, ¡Minjae beso a Rhia! ¿En serio Renjun no te dijo? Estuvo enviando un montón de stickers en el grupo.-soltó divertida.

Jeno sintió como si el mundo se paralizaba, como si las luces del lugar empezaban a pestañear y luego... Luego fue el dolor en su pecho porque no podía respirar correctamente, ¿Qué alguien había besado a su hija?

-Noona, ¿De que hablas? ¿Quién rayos es Minjae?

-¡El hijo de Jaemin de obstetricia!-soltó entusiasmada.-Desde que vi eso pensé que era el destino, fue muy lindo... Mira el video.

Jeno se cruzó de brazos mirando como la mayor iba hacia el dichoso video y le mostraba efectivamente cómo el escurridizo hijo de su compañero de trabajo besaba a su hija en los labios, ni siquiera en la mejilla, ¿Qué clase de educación le estaban dando a ese mocoso? Pero si el enano de cinco años no podía escucharlo, Jaemin lo haría.

soles [noren]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora