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Headcanons: Con o sin intención Heavy arruinó la mayoría de planes de conquistas de Dee.

«Random»

Su intento de acercarse a la chica que le gusta sin que pareciera un fenómeno se fue a la borda. Había elaborado cada detalle para que el encuentro fuera de lo más grato para ambos pero no contó con que su estúpido mejor amigo se escapará de detención.

Él arruinó todo con tan solo su presencia. No sabía si era idiota o se hacía. Se entrometió en su plan y todo se le fue de las manos ¡Y como odia que se salga de control la situación!

Heavy insistió en acompañarla para asegurarse que llegué bien a su casa, que pasa por el cementerio, y para colmo, Dee también tuvo que ir, sin embargo, ese era el plan original, caminar junto a ella hasta dejarla en la puerta de su hogar. Quedaría como un caballero y héroe frente a la chica que le gusta.

De mala gana y gruñendo caminó detrás de ellos, sintiendo toda la molestia de ver Lif y a Heavy hablando. Maldijo al pelirrojo y maldijo su estúpida personalidad amigable y justiciera.

Llegaron a la casa de la chica que le gusta, pasando por el cementerio y junto a una cerca que tiene un letrero de «Perro Salvaje» o algo así, no vió bien por seguir insultando todo a su paso.

Heavy hizo un comentario y eso fue suficiente para que al final terminará estrangulando lo con sus propias manos y sus instintos furiosos.

Recordó que Lif seguía ahí cuando ella dijo que entraría a la casa, seguro por la incomoda situación y el posible asesinato. Entonces se dió cuenta que olvidaba decirle algo.

—¡Espera! —le gritó haciendo a la chica voltear.

Le dijo que hay una banda a la que consiguir boletos no fue nada fácil y que él los tenía. Su preparó para invitarla. Usó el viento y la luz del sol a su favor para darle ese efecto atractivo y puso su mejor sonrisa coqueta, de esas que en las películas son difíciles de resistir y se inclinó un poquito para adelante.

—¿Quieres venir conmigo? —Preguntó y extendió los boletos hacía ella con elegancia y gracia, como todo un caballero de cuentos de hadas.

Lif estaba apuntó de contestar y ya saboreaba con anhelo el «¡Sí!» que ella respondería. Lo presentía por el brillo de sus ojos y la sonrisa alegre de sus labios. Se había creado un momento de esos con fondo rosado y el aire olía a romance pero... Olvidó que Heavy seguía ahí.

—Solo hay dos boletos, ¿Cómo nos va acompañar a nosotros, Dee?

Y bueno, su estúpido mejor amigo rompió el ambiente como sí fuera un globo.

Jamás sintió tantas ganas de mandárselo a Diosito.

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