¡Deavy Book!

12

«Random»

Aunque Dee prefiere el otoño y el invierno, eso no quería decir que le encanta levantarse bien temprano por la mañana cuándo está haciendo un frío horrible. Seguramente estaban bajo cero grados.

Siente que si se levanta de su cómoda, cálida y acogedora cama se congelará hasta el último mechón rubio de cabello. Se sienta con pesar, como sí tuviera un cubo de hielo gigante en la espalda ¡Es que hace tanto frío! Maldice a Heavy ya que es culpa del pelirrojo estar despierto a las seis de la mañana en un fin de semana.

Desde bien temprano Heavy le estuvo mandando mensajes, uno tras otro, hasta acumular más de cien. Llamadas insistentes que no dejaban espacio para seguir durmiendo. Está molesto pero se pone de pie y camina a paso lento hacía la ventana de su habitación. Tan lento como sí estuviera perdiendo contra un Caracol.

Pero es que cada paso es más flojo que el otro.

Se dirige ahí no sin antes traerse la cobija consigo, envolviéndose en ella como sí fuera algún tipo de burrito y las pantuflas peludas en sus pies con calcetines de gatos, regalados por Heavy, le causan calor. Todos los mensajes del pelirrojo dicen lo mismo:

“¡Asómate a la ventana!”

Así que Dee mientras lo hace piensa que eso debía valer la pena. Porque Diablos, nadie quiere levantarse de su cama en un fin de semana que te congela hasta los huesos.

Y cuando lo hace, lo primero que mira es a Heavy saltando de un lado a otro mientras mueve las manos sin parar. Seguro está saludando. Después le señala, con igual efusividad, en dirección a su derecha y no puede creer lo que ve ahí.

Sonríe y acepta que un “¡A tí te gustan las ratas y a mí los gatos. Dime el día y te invitó a comernos, guapo! ¡Me gustas, idiota!” escrito en un gran montón de nieve si vale la pena.

Heavy aún no es su novio oficial. Ambos lo están tomando con calma, sin embargo, a Dee le encanta tanto Heavy.

Y Dee se apresura a bajar aún envuelto en la cobija, las pantuflas y con un suéter mal puesto, solo para estar junto a su aún no oficial novio.