Headcanon: Victoria es la madre de Heavy, sin embargo, Dee la considera como la suya también.
«Random»
Es el diez de mayo, el famoso día de las madres y suertudos para quienes tienen la suya. Todos les dan regalos a su madre. Flores, cartas ¡Dibujos de niños! Cualquier cosa solo para verla sonreír.
Y él está triste, no podría darle una flor a la suya, ni la carta que hicieron en la escuela y mucho menos un dibujo como el que Heavy está haciendo para Victoria ¿Por qué? Porque Dee ni siquiera la conoció.
Su padre le habla de ella por ratos, diciendo que era hermosa, bonita y siempre contagiaba la risa, y él lo confirmó en las fotos que se robó de unos de los preciados álbumes que su padre guarda con recelo.
No la conoció pero la extraña tanto, muchísimo, como el niño de siete años que es y siempre que pregunta «¿Dónde está ella, papi?» él le responde con una sonrisa mientras le alborota el cabello «Nos cuida desde el cielo»
Es un ángel pero en estás fechas siente el vacío que dejó ella en su pequeñísima familia. Y siente tanta envidia de Heavy que pinta muy contento mientras habla sin parar un dibujo que él mismo hizo para Victoria como regalo para el día de las madres.
Heavy compró dos chocolates y corto cuatro flores rosadas del jardín del vecino para darlas junto al dibujo.
Y contrario a la felicidad que emana Heavy desde el suelo, dónde ambos están sentados, él está muy triste.
Agacha la mirada hacia sus piernas cruzadas. Heavy hace lo suyo acostado boca abajo. No es que su papi sea un mal papi. Su padre lo cuida, lo conciente, lo mima, lo peina y le da casi todo lo que pide, no obstante, realmente quiere tener una mami.
Heavy se da cuenta que su mejor amigo está callado. No es raro que Dee esté en silencio, sin embargo, hoy lo está más de lo normal. Levanta la mirada hacía dónde Dee está sentado y lo ve agachado con la vista en sus piernas.
Lo ve llorar y sollozar en silencio.
A Heavy le cuesta entender el porque pero ve su dibujo, se da cuenta que Dee no tiene una mami a la que pueda regalarle algo. Eso lo hace sentir mal también. Y no quiere sentirse mal.
Entonces piensa ¿Que puede hacer para que Dee está feliz? ¿Quien podría ser la madre de su mejor amigo? ¿Y si comparte la suya?
«¡Eso es!» piensa contento a la vez que se pone de pie de golpe. Agarra una de las hojas en blanco que están regadas por su habitación, toma tres crayolas, a las cuales no les ve el color, y se apresura a llegar junto a su mejor amigo.
Le arroja todo a la par y Dee lo mirá extrañado pero no le da tiempo de hablar porque él se apresura a decir:
—¡Hazle un dibujo a tu mami!
Dee frunce el entrecejo y la mirada que le dirige es de molestia.
—¡Sabes que no tengo una! —responde Dee chillando.
—¡Mi mamá! —dice como sí esa fuera la única respuesta que su mejor amigo necesitará.
—¡Ya se que tienes una mamá, Heavy!
—¡No! —contesta rápido sintiéndose frustrado porque Dee no le entiende. Baja la voz porque se dió cuenta que ambos están gritando pero eso realmente no le importa— Mi mamá puede ser tu mamá.
—¿Qué?
—¡Podemos compartir a mi mami! ¡Estoy seguro que ella también te va a querer! —dice feliz y seguro— Ella a veces me castiga y se enoja feo pero es una buena mami.
Dee lo mirá con los ojos abiertos. No entiende. Pero se siente emocionado por alguna razón pero inseguro al mismo tiempo.
—¿Y si Victoria no quiere? —pregunta temeroso y vuelve a sentir las ganas de llorar. Pero Heavy lo abraza en un abrazo rápido y confortante.
—¡Ella te querrá, lo sé! —dice Heavy y le extendió la hoja de papel y una crayola amarilla— Así que ahora hazle un dibujo.
Y le hizo caso porque sentía la emoción y felicidad en su cuerpo ¡Ojalá Victoria si quiera ser su madre también! El sentimiento de esperanza se instaló en su pecho y sonrió mientras dibuja.
Dibujó una motocicleta y arriba el "feliz día de las madres, mamá". Le quedó muy bien. Para completar su regalo Heavy le dió uno de los chocolates y la mitad de las flores que tomó del jardín del vecino y así juntos salieron de la habitación del pelirrojo.
Tenía miedo y temía con todo su ser de siete años que la mamá de su mejor amigo no quisiera ser la suya. Llegan a la sala donde están Victoria y Glam. Su padre y la mamá de Heavy (y quizás la suya también) siempre se les ve juntos.
Quizás sea porque sus hijos siempre está acompañado del hijo del otro.
Heavy corre hacía su mamá feliz y muy contento le entrega su regalo. El camina más despacio hasta llegar al sillón donde ella está sentada.
Clava la mirada en sus zapatos y siente el temblor de sus manos. Ahora quiere salir corriendo.
—¿Que tienes ahí, hijo? —pregunta su padre pero se niega a responder hasta que la voz de Victoria se lo pregunta.
—¿Que es eso, mocoso?
—Feliz día de las madres —murmura bajito mientras le da su obsequio.
Victoria jamás se sintió tan honrada y feliz, especialmente feliz. Ese pequeño niño la considera su madre. Sabe que no tiene una ¿Para que mentir? Ella ya le ha agarrado cariño.
—¿Puedes ser mi mami también? Prometo portarme bien —dice Dee con timidez y sin levantar la cara.
Eso solo hace a su corazón estremecerse y sonreír con ternura. Y lo abraza, cediendo al impulso de estrecharlo entre sus brazos.
—Sí quiero —le contesta y cuando lo suelta, le desordena el cabello mientras que con la otra mano se la pone en la cara.
Dee se queja y se remueve, sintiéndose aliviado y feliz.
—Te lo dije —murmura bajito Heavy sabiendo que su mejor amigo lo oyó.
Nt: esto es parte del AU del Deavy Book, sin embargo, no sabía si ponerlo o no.

ESTÁS LEYENDO
¡Deavy Book!
FanfictionPorque necesitamos libros especiales para está pareja. posiblemente mención de otras parejas. Esto no tiene orden cronológico. ¡Que viva el Deavy, prras!