𝓢𝓾𝓪𝓿𝓮

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Akazax(T/N)

Aclaración: Este fic no interfiere en los eventos de Kimetsu no Yaiba.

Mi intención era llegar a ser una luna creciente, y haría cualquier cosa para llegar a ese puesto.

Mi entrenamiento estaba rindiendo frutos y cada vez ansiaba más sangre para practicar mi técnica, la cuál estaba muy débil por la falta de sangre poderosa, como la de Muzan.

He tenido relación con algunas lunas crecientes pero ninguna me ofreció un poco de sangre, creían que era muy débil pero sabía que yo no era así.

Akaza, era la tercera luna creciente, y raramente es el que más me empuja a seguir entrenando, exactamente lo que estoy haciendo ahora.

Akaza me estaba observando desde la lejanía, mientras me enfrentaba con otros demonios de mi rango, sus ataques eran lentos y casi era una burla para mi, rápidamente terminé noqueándolos.

-Eres buena, tal vez merezca un poco de sangre...

Sentí un golpe en mi estómago y en menos de un segundo Akaza estaba en la otra punta del campo de batalla. Intenté seguir su velocidad aunque no podía llegar a sus talones, mi espalda rebotó en el piso sintiendo un peso sobre mi pecho.

-Tal vez tengas que esforzarte mejor para poder tener mi sangre...

Lo tomé de la pierna arrojándolo lejos de mi para poder recomponerme, pero volví a caer al piso ahora de frente, el pelirrojo quedó a horcajadas de mi, sus uñas acariciaron mi cuello, haciendo una pequeña cortada en él. Mis intentos por sacarlo de encima eran nulos, su fuerza era 100 veces más que la mía.

Akaza me soltó por unos minutos, decidí empezar a correr para poder demostrar mis técnicas, con cierta velocidad avance y salte sobre sus hombros, golpeando su cabeza repetidamente, haciendo que esté pierda el equilibrio, cayendo sobre la arena del campo.

Me miró con intensidad para luego agarrar mi muslo y morder ahí, dejando un chupetón con un poco de sangre cayendo.

-Creo que si estás lista..

Tal vez sea por que hace tiempo vengo cayendo enamorada de él o que no tengo recuerdo de haber estado con un hombre, pero algo en mí realmente quería estar con él.

Mis labios se acercaron a los de Akaza, moviéndose despacio, sentí como los de él me seguían, mis manos acariciaban sus mejillas, aunque mis manos fueron apartadas brutalmente, en un abrir y cerrar de ojos el pelirrosa estaba arriba mio lamiendo mi cuello, marcando sus colmillos en mi, mis gemidos se mezclaban con jadeos de dolor, Akaza soltó una pequeña risa al verme así.

-Ahora no pareces tan enojada por que este arriba tuyo...

Nuestros labios se juntaron con pasión, y algo de brusquedad, su pelvis se pegó a mi intimidad sintiendo la erección justo en mi punto erógeno.

-¿Me deseas...deseas mi sangre en ti?

Mi voz no podía salir, ya que Akaza seguía apoyándome de manera brusca, mis jadeos eran cada vez más frecuentes, su mano fue directo a mi mandíbula apretandola.

-Contestame, mírame a los ojos y dime que me quieres solo para ti...

-Sí, quiero tu sangre...

Akaza sonrió con malicia, en un rápido movimiento nos quedamos sin ropa los dos, su miembro estaba realmente duro, con una pequeña escupida en mi feminidad, entró algo rápido en mi, haciéndome soltar un grito de dolor y placer.

-Callate, ¿o acaso eres exhibicionista?...Oh claro, eso te encantaría, amarías que te vieran como te hago mía, como te doy mi sangre.

Mi interior se humedece cada vez más al escuchar su voz melosa en mi oído, sus estocadas no eran cuidadosas y sus manos apretaban con demasiada fuerza mis muñecas, aunque eso me resultaba más excitante.

Akaza cambio de posición dejándome el cuatro, ni siquiera le importaba que estemos al aire libre o que pudieran aparecer otros demonios por ahí, solo le pasaba por su mente hacerme llorar de placer.

Mis caderas buscaban con desesperación que su miembro de en todos mis puntos de placer, mis gemidos eran cada vez más exagerados, haciéndome doblar la espalda tratando de conseguir más placer.

Las manos del pelirrosa soltaron las mías para ir directo a estrujar y retorcer mis pezones, mientras que nuestras pelvis se sucumbían en un placer que quería que durase una eternidad.

Mis lagrimas empezaban a caer, ya podía sentir ese sentimiento de extremo placer en mi vientre, haciendo que mis paredes se aprieten aún más, dificultando a Akaza seguir su ritmo enfermizo.

-¿Quieres venirte? Uhm no te escucho...

-Sí..por favor Akaza...

Sus manos me levantaron haciendo que me apoyara en sus muslos, y empezó un vaivén rápido, que me hizo, literalmente, ver las estrellas, mientras que el pelirrosa besaba y mordía mis clavículas.

Mi vientre se tensiono haciéndome llevar al maximo placer que jamás había sentido en mi vida, Akaza sonrió malicioso y aumentó su ritmo, ya parecía que mi interior no pudiera soportarlo, haciendo que mis lágrimas broten y caigan en el hombro del pelirrosa.

Mis uñas marcaron la espalda de Akaza haciendo que esté salga de mi rápidamente, introduciendo su miembro en mi boca y llenándome de su líquido.

Me miraba satisfecho, llena de fluidos y con mis mejillas coloradas del calor, se sentó a mi lado y limpio mis lagrimas.

-Espera dos días a luna llena y te daré un poco de mi sangre...

Sonreí levemente y apoyé la cabeza en su hombro.

Escuchamos una voz aguda y vimos la segunda luna, Doma, apareciendo desde los bosques.

-Azaka, por dios, y yo pensaba que era el más indecente...


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𝓛𝓮𝓼 𝓪𝓰𝓻𝓪𝓭𝓮𝔃𝓬𝓸 𝓹𝓸𝓻 𝓵𝓮𝓮𝓻 𝔂 𝓮𝓼𝓹𝓮𝓻𝓸 𝓺𝓾𝓮 𝓵𝓮𝓼 𝓱𝓪𝔂𝓪 𝓰𝓾𝓼𝓽𝓪𝓭𝓸.

𝓲𝓵𝔂 <3



𝕺𝖓𝖊-𝕾𝖍𝖔𝖙𝖘 (𝕸𝖚𝖑𝖙𝖎𝖋𝖆𝖓𝖉𝖔𝖒)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora