Cuphead estaba en su habitación escribiendo una carta, pero no era una carta cualquiera, era para una chica. Llevaba tiempo enamorado de ella, pero no encontraba la forma de poder decírselo, y lo único que se le ocurrió fue hacerle una carta en donde le declaraba sus sentimientos.
Finalmente la carta estaba lista, había escrito la misma nueve veces tratando que estuviera perfecta para ella, realmente le estaba poniendo empeño a esto, quería que todo saliera bien.
Con el primer paso terminado, debía iniciar con el segundo que sería invitarla a un lugar bonito de la Isla Tintero, pero estaba muy nervioso, apenas podía levantar el auricular del teléfono sin que le temblara la mano.
Tomando valentía agarró el teléfono y marcó el número que la chica le había dado hace tiempo, trató de no sonar tan ansioso cuando ella el contestó, enserio odiaba estar enamorado, tener que actuar de esta manera que le parecía toda una pesadilla, y también tener que escribir una cursi carta de amor.
─ Espero que todo salga bien. ─ Le diría Mugman viendo la cara preocupada de su hermano.
─ ¡Lo mismo digo! ─ Diría Cuphead sonriendo para no ponerse a llorar.
─ Hay que tener fé. ─ Habló Chalice tratando de subirle el ánimo ─ ¿Podemos escuchar tu declaración? ─
─ No creo que quieras escuchar eso... ─ Cuphead soltó una risa nerviosa.
─ Prometemos no burlarnos. ─ Prometió Mugman con ganas de escucharlo también.
─ De acuerdo. ─ Suspiró para decir las hermosas palabras de su declaración.
Ambos escucharon atentamente sus palabras, quedaron con la boca abierta por la hermosa escritura del chico de rojo.
─ ¿Y qué tal me quedó? ─ Preguntó Cuphead queriendo saber sus opiniones.
─ ¡Es bellísimo! ─ Halaga Mugman limpiándose una lágrima del ojo.
─ ¡Poético! ─ Agrega Chalice con mucho sentimiento.
─ Gracias, chicos. ─ Ahora se sentía un poco más confiado, porque antes pensaba que hacer una carta sobre sus sentimientos no era muy Rockstar de su parte.
─ Dejando eso de lado, creo que se te está haciendo tarde. ─ Diría Mugman viendo como en el reloj se hacían las 4 de la tarde.
─ ¡¿Qué?! ─ Gritó alterado, y rápidamente acomodaría todo lo que necesitaría, ¿Cómo se le pudo hacer tan tarde? Ni modo.
─ ¡No te preocupes, todo saldrá bien! ─ Le grita Mugman desde la puerta viendo a su hermano correr como si su vida dependiera de ello.
─ ¿Crees que enserio todo saldrá bien? ─ Preguntó Chalice con tono angustiado viéndolo irse.
─ Yo digo que si tiene chance. ─ Le responde sonriendo de manera inquieta.
─ ¡Cierren la puerta que se va a escapar el aire! ─ Se escuchó la voz de Elder Kettler por la casa un poco bravo.
Entonces los hermanos se dieron cuenta que el ventilador de tres aspas que su abuelo había comprado se estaba escapando de la casa, no tuvieron de otra que ir por el.
[...]
Con cada paso que Cuphead daba se ponía más nervioso, su respiración se agitaba y su corazón se aceleraba, debía calmarse o le daría un paro cardíaco a mitad del camino, todo bien, ¿Verdad? Es Cuphead, humilló al Diablo y se chingó a media isla, esto no es nada de otro mundo.
Mientras tanto, una chica de atuendo rosado esperaba sentada en una de las banqueta del aquel encantador lugar donde Cuphead la había invitado, quería saber que tenía que decirle, cosa que la ponía inquieta y la llenaba de curiosidad.
Ésta notó la presencia del que tanto esperaba, Cuphead había llegado bastante agotado, ¿Y con un ramo de rosas en la mano? WTF?
─ ¡B-Bombón, lamento la espera! ─ Diría con nerviosismo en sus palabras.
─ No importa, estaba contemplado lo bello que es este lugar. ─ Ella solo sonrió dulcemente, el contrario trató de reprimir un sonrojo, pero fue inevitable hacerlo.
─ De seguro debes preguntarte por qué te cité aquí, ¿Verdad? ─ Diría Cuphead acercándose un poco a ella.
─ Sí, ¿Pasó algo? ─
─ Primero tenía la idea de decírtelo por medio de una carta... Pero el viento se la llevó cuando venía de camino... ─ Se sintió bastante triste por eso, le había tomado cinco días escribir esa carta ─ Pero ni modo, tendré que decírtelo de frente. ─
─ Ah, ¿Sí? ¿Y qué tenías que decirme? ─ Preguntó poniéndose nerviosa al momento en que él agarraba sus manos, ambos tenían un notable sonrojo en sus caras.
─ Bombón estoy enamorado de ti, no sé cómo pasó esto, pero sé que tu sonrisa me encanta, tu mirada es hermosa, tu voz es súper bonita, y aunque a veces seas algo ácida también puedes ser bastante dulce, me gusta todo de ti. Diría muchas cosas más, pero me están ganando los nervios y siento que estoy quedando como todo un completo tonto frente tuyo, entiendo que tú no sientas nada por mí, pero- ─
Cuphead simplemente fue interrumpido por Bombón quien se dispuso a besarlo, era un beso lleno de amor, Cuphead estaba bastante perplejo y sus mejillas ardieron en un intenso sonrojo, solo se dejó llevar por aquel beso con muchos sentimientos encontrados y correspondidos.
Estos se separaron y se vieron a los ojos, Cuphead solo desvío su mirada al suelo estando algo avergonzado, a Bombón se le hizo muy adorable aquello, ella juntó sus manos con las de él, la textura de sus guantes eran cálidos y suaves, creo que eso es más que suficiente para saber que esos sentimientos eran correspondidos oficialmente.
A lo lejos se podía ver a dos pequeños individuos que fueron espectadores de aquella escena.
─ Ay, el amor. ─ Diría Mugman sintiendo orgullo por su hermano.
─ ¡Mira, el ventilador! ─ Señaló Chalice a dicho objeto que estaba arriba de la rama de un árbol.
─ ¡Nunca me atraparán con vida! ─ Diría el ventilador antes de lanzarse hacia abajo, estrellándose contra el suelo, volviéndose trizas.
─ Brutal... ─ Dirían los dos después de ver que su ventilador se hizo la auto-morición.
Volviendo con la hermosa pareja, se quedarían un rato más en aquel tranquilo lugar, sería una larga tarde para ambos.
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30 Días Cupbon
FanfictionTreinta hermosos relatos dedicados al Shipp Cuphead x Baroness Von Bon Bon.