Capitulo 12: Enfermos

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Todo era diversión y risas, hasta que algo hizo que Bombón cambiara de opinión.

Cuphead comenzó a estornudar...

Al parece se había resfriado siendo quien más se había mojado con la lluvia y el viento cada vez se hacían más frío, ¿El resultado? Un Cuphead enfermo.

Al darse cuenta, Bombón abriría el paraguas que había traído, con el o objetivo que su pareja no se siguiera mojando.

Y a pesar de las quejas del chico por haber hecho eso, no dejaría que se quedará bajo la lluvia un minuto más.

─ ¡Vamos! Estoy bien, ¡Achú! ─ Estornudó Cuphead otra vez, siendo jalado de un brazo por su pareja.

─ ¡Ya nos hemos mojado lo suficientemente! No dejaré que te resfríes. ─ Respondería Bombón determinada de cumplir su decisión.

Finalmente había logrado salir de aquel bosque azucarado, por lo que ahora estarían caminando por una calle totalmente desolada por la lluvia que estaba empeorando.

─ ¿Y qué te hace pensar que no estoy resfriado ya...? ─ Diría Cuphead logrando tener la atención de la castaña por unos segundos.

Ahora la baronesa estaba apresurando más el paso, sin dejar de sujetar el brazo de Cuphead que seguía haciendo puchero por tener que regresar.

Pero Bombón no estaba dispuesta a discutir, volverían al castillo por las buenas o por las mala.

Simplemente no quería que su novio se siguiera enfermando más, otro podían señor y jugar, pero al parecer él no quería entender eso.

─ No te pongas así, otro podía podemos salir. ─ Diría Bombón asegurándose de que iban por buen camino.

─ No es por eso... ─ Diría Cuphead dejando su berrinche de lado.

─ ¿No lo es? ─ Bombón lo miró confundida, ¿Entonces de qué se trataba todo esto de salir a jugar con la lluvia?

─ ¿Te divertiste? ─ Diría Cuphead causando más confusión en la más alta.

─ Por supuesto que sí, todos los días son divertidos cuando estás tú. ─ Respondería siendo sincera, pues antes sus días eran completamente aburridos y repetitivos.

─ Pero, ¿Te sentiste como una niña? Siento que no estuvimos el tiempo suficiente como para darte el día de lluvia que nunca tuviste. ─

─ Ay Cupsy, no te preocupes por eso. Tenemos el resto de nuestra vida para hacer ese tipo de cosas. ─

─ ¡Sí! Tienes razón. ─

─ Ahora lo más importante es que te cambies la ropa una vez cuando lleguemos, y luego haremos lo que tú quieras, pero que no implique salir afuera o algún destrozo en el castillo. ─ Diría Bombón poniendo límites a sus condiciones antes de que su pareja se le ocurriera algo que podría traer problemas.

─ Tengo una idea. ─ A Cuphead se le encendió el foco.

─ ¿Cuál? ─

─ Traeremos bocadillos, haremos un fuerte de almohadas y cobijas en tu habitación, y nos acurrucaremos adentro. ─ Propuso, pareciéndole una agradable idea a la castaña de rosa.

─ No suena nada mal. ─

Al llegar al castillo, Cuphead tomó una ducha con agua caliente y al terminar se puso ropa cómoda que su pareja le prestó, pero no sé esperaban un cosa.

─ ¡Achú! ─ Estornudaría Bombón de pronto.

Al darle al más pequeño parte de su paraguas terminó resfriándose también.

30 Días CupbonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora