─ Yo a ti te mato... ─ Mencionó Cuphead mirando de manera amenazante a su contrario.
─ No si yo hacerlo primero. ─ Diría Werner Werman preparando una pistola, éste sonreía mientras sostenía un cigarro con sus dientes.
Ahí estaban los dos individuos peleando en medio de la calle, uno de ellos poseía un arma con la que podía volarle la cabeza a su oponente y el otro solo tenía el poder de sus dedos mágicos.
La gente que pasaba se le quedaba mirando a ambos hombres pero no sé quedaban mucho por miedo de meterse en problemas también, además que aquella rata no estaba muy cuerda del todo.
Bombón solo los miraba desconcertada, ¿Cómo había comenzando todo este alboroto? Ella solamente estaba de compras junto a Cuphead, entonces apareció Werner con su aliento a tabaco, y de pronto los dos estaban discutiendo.
─ Por Dios. Yo sólo dije que se vería mejor si no usará tantos harapos adornados de caramelos. ─ Diría Werner aburriéndose de la situación, entonces guardó su pistola al notar que no sería necesario usarla y porque podrían arrestarlo por dispararle a alguien con ella.
─ ¡A mi novia no la ofende ni el Diablo! ─ Cuphead gritaba como si estuviera vendiendo en el mercado, se encontraba todo exaltado.
─ Cariño, estoy bien... No necesito que sigas peleando con Werman. ─ Bombón no estaba tan preocupada por eso, solo quería que todo terminara para seguir con sus compras.
─ ¡Pero siempre la gente comenta sobre la manera que luces! Tú eres hermosa, querida... Odio que los demás no te aprecien como eres... Primero el narizón de Cagney, la larguirucha se Sally y ahora éste trastornado de la Guerra. ─
─ Se llama Libertad de Expresión, ¡Parece una piñata con ese vestido tan sobrecargado de adornos!─ Bombón se miró un momento, no había elegido su mejor vestido para salir, solamente se lo puso porque nunca lo había usado.
─ Seré realista, no quería arreglarme tanto para algo que tan trivial como lo es el comprar ropa. ─ Diría Bombón pensando en deshacerse de ese vestido en cuanto regresará a si castillo o simplemente regalarlo a alguien que realmente le gustará.
─ ¿Ya te puedes calmar? ─ Wermer vería como Bombón le daba algunas caricias a Cuphead para poder calmarlo ─ ¿Estás segura de que te gusta éste sujeto? ─
─ Sí. Puede actuar como un completo tonto pero es tierno, y puede llegar a sorprenderte. ─ Sonrió la Baronesa, Cuphead estaba bastante halagado, aunque lo hubiera llamado tonto.
─ Cuphead es un tonto desde que nació. ─ Diría Werner sacándose el cigarro de la boca para expulsar un poco de humo.
─ Al menos a mí no me dará cáncer en los pulmones. ─
─ Das ist nicht dein Problem. ─
─ La tuya por si acaso. ─
Pasaron un par de minutos cuando la pareja nuevamente comenzó a decirse piropos y darse varios besos, Werner solo puso una expresión de incomodidad.
─ Son tal para cual. ─ Mencionó el alemán volviendo a colocarse el cigarro en la boca, la pareja volteó a verlo.
Esas miradas sobre él no le estaban gustando en los absoluto, tampoco ver como ellos lentamente se le estaba acercando y de un momento a otro ellos lo estaban abrazando.
─ Algún día vas a encontrar el amor Werman. ─ Diría Bombón siendo positiva.
─ Y vas a descubrir que el amor es algo bastante hermoso. ─ Diría Cuphead sonriendo.
─ Prefiero suicidarme. ─ Respondería Werner irritado por tanta melosidad de parte de sus opuestos.
Así que era un día normal en Inkwell Island, Bombón y Cuphead le decían cosas motivadoras al roedor mientras que éste quería darse un balazo con su propia arma.
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30 Días Cupbon
FanfictionTreinta hermosos relatos dedicados al Shipp Cuphead x Baroness Von Bon Bon.