─ ¿No irás a la reunión? ─ Preguntaría Cuphead.
─ La pospuse para la próxima semana. ─ Respondería Bombón.
Desde hace bastante tiempo los del Consejo Real han estado poniéndole más actividades solo para que no pudiera estar con Cuphead, para nada se notaba el disgusto que tenían con éste, así que empezó a cancelarlas o a removerlas para otro día, ellos no eran dueños de su vida.
─ Llegamos. ─
Diría Bombón viendo el gran barco de los hermanos ranas, ella había reservado una mesa para que finalmente pudieran tener una cita decente en vez de ir otra vez a una apuesta de gallos, esta vez era su turno de elegir algún lugar a donde ir, ya que siempre era Cuphead quien decidía.
─ Bienvenidos al Join Calamity. ─ Hablaría Ribby dándoles pasos al lugar ─ ¿Uh? Hola Bombón, escuché que ahora eres pareja de Cuphead. ─
El chisme corría demasiado rápido en Inkwell Island, y más cuando una mujer Zepelín lo andaba esparciendo por todos lados.
─ Los rumores son ciertos. ─ Se detendría para conversar con la rana, mientras Cuphead asentía con la cabeza reafirmando su respuesta ─ ¿De dónde lo escuchaste? No me digas que Hilda te lo dijo. ─
Ribby respondió con un “¿Qué comes que adivinas” pera luego ver como ella se adentraba al barco tomándole la mano a Cuphead, cualquiera que no supiera la edad de ambos individuos pensaría que Bombón era una asaltacunas por como se veía la taza de rojo, parecía un simple niño.
─ Este lugar me trae viejos recuerdos. ─
Por la mente de Cuphead pasaría el momento exacto cuando estuvo peleando contra los dueños de ese restaurante, debe admitir que se quedó muy perplejo cuando uno de ellos se comió al otro y se convirtieron una máquina tragamonedas.
─ De seguro que sí. ─
Bombón estaba enterada por completo sobre la gran batalla que se armó en ese lugar, ambos tomaron asiento en la mesa que Bombón había apartado, estaban cerca de un escenario en donde se podría apreciar la banda del restaurante que tocaba una melodía agradable.
─ Nunca pensé que estar aquí fuera tan agradable. ─ Mencionaría Cuphead viendo el lujoso lugar.
─ Las cosas se aprecian mejor cuando no estás peleando contra dos ranas boxeadoras. ─
Ambos rieron mientras de relajaban con el ambiente del restaurante, una luciérnaga se les acercó para entregarles a ambos el menú, Bombón no se arrepentía de no haber asistido a esa reunión con el Consejo Real.
Ellos únicamente hablaban sobre como su relación con Cuphead podría manchar su reputación «No saben de lo que hablan, son unos tontos» Pensó Bombón recibiendo su plato de comida que había ordenado «Que rápidos» Al menos no se demoran tanto como en otros lugares.
Más tarde los dos se encontraban caminando por los senderos de la primera división de la isla, luego de tener una hermosa velada en el Join Calamity en la cual no solo estuvieron comiendo, sino que también pudieron bailar un poco.
─ ¿No quieres que te acompañe hasta tu reino? ─ Preguntaría Cuphead, prefería acompañarla, no importaba si tenía que caminar de regreso hasta su casa, solo quería que ella llegara sana y salva.
─ Me gustaría ir sola, pero gracias. ─
Lo único que se podía escuchar eran los sonidos de los grillos, el sonidos de los tacones de Bombón y el sonido de los zapatos de Cuphead. Los dos se detendría hasta llegar a una esquina donde había un poste de luz que alumbraba el camino, si continuaban llegaría a la segunda división.
─ ¿Mañana vendrás a verme? ─ Bombón se abrazaría a sí misma, comenzaba hacer frío.
─ Creo que no podré. El abuelo nos ha mandado a mis hermanos y a mí hacer algunas cosas. ─
Cuphead tomó el saco que formaba parte del traje que traía puesto y poniéndose de puntillas logró colocárselo a ella. Bombón no evitó sonrojarse en el momento al no esperaba algo como eso, y pondría una sonrisa boba por lo que había sucedido.
─ Hasta otro día, Bombón. ─
Entonces la mujer agarraría la mano del hombrecito taza mientras se acercaba a su rostro, juntando sus labios con los de él en un dulce beso, Cuphead colocó sus manos en las mejillas de ella, ambos estaban nerviosos, haciendo que se separaran teniendo un enorme sonrojo en sus caras.
─ ¡Nos vemos mañana! ─ Se apresuraría a decir Cuphead para cortar la tensión del ambiente.
─ Pero, dijiste que- ─
─ ¡Hasta mañana Bombón, adiós! ─
Cuphead correría hacia su casa mientras que la más alta se quedó plasmada en el mismo lugar, estando aún con sus mejillas sonrojadas, con una sonrisa tonta en su todo y con el corazón latiéndole a mil.
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30 Días Cupbon
FanfictionTreinta hermosos relatos dedicados al Shipp Cuphead x Baroness Von Bon Bon.