᪥𝐀𝐝𝐨𝐫𝐞 𝐲𝐨𝐮᪥ (𝐻𝑒𝑟𝑚𝑖𝑜𝑛𝑒 𝑦 𝑡𝑢 𝑔!𝑝)

Tu Risa

La oí reír  y de inmediato
deseé poder ser divertido
solo para ella.

—Ron Israel
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—Pasé ama, su madre la espera en el patio –se hizo a un lado la elfina para dejar pasar a Alec.

—Sabes que me puedes decir Alec Mobby –le acarició la cabeza y río levemente la pequeña elfina. Alec se puso a su altura y la abrazo –. Te extrañe tanto Mobby– ella, Dobby y Astoria habían sido su única compañía en esa mansión.

Astoria no había día que no la visitara en la mansión cuando eran pequeñas, le costó alejarse de ella cuando Astoria entró a Hogwarts y ella se fue a Ilvermorny.

Cuando se entero que Dobby era un elfo libre se puso muy feliz, tal vez ya no lo vería al regresar a la mansión pero al menos aquel elfo que fue su amigo ya era libre y seguramente estaba en un lugar mejor. Le dolió mucho cuando se enteró de la muerte de Dobby, jamás se entero quien lo había matado, sólo le dijeron que él ya había muerto.

Se despegó de ella y pudo ver que el vestido que le había mandado en navidad ya estaba muy gastado y roto.

—Lo siento tanto señorita –la elfina agachó la cabeza esperando el castigo y regaño.

—No te preocupes Mobby –levantó su barbilla con un dedo –, no es tu culpa, la ropa se desgasta y fue un regalo de hace un año, es normal que se desgaste y se rompa.

—Pero usted me lo regalo, a Mobby nunca nadie le había regalado nada.

—Pues ahora en adelante Alec te regalara cosas –la miró con una tierna sonrisa –, empezando con esto –pasó una mano por detrás de su oreja y sacó una flor –¿De dónde salió esta hermosa flor? –preguntó haciéndose la sorprendida y se la extendió a Mobby–. Pará la elfina más linda–ella la recibió con una ligera sonrisa.

—Muchas gracias señorita Alec.

—No es nada –se levantó –, luego te traeré otro vestido más lindo.

—Muchas gracias señorita Alec, Mobby esta muy agradecida –la elfina solo miraba sus pies sonrojada.

—Nos vemos linda, iré con mamá –Alec camino hacia el patio dónde se encontraba su madre viendo cómo se regaban las plantas –¡Mamá! –habló llamando su atención.

—¡Mi niña! –corrió abrazarla –te extrañe tanto cariño –dijo cuando se despegó del abrazo para mirarla –. Cada vez estás más grande, un poco más y no reconozco aquella niña de un añito que cualquier cosa que veía se la quería llevar a la boca.

—Por favor olvidemos esa etapa de mi vida dónde no era tan genial como ahora –respondió Alec y su madre le apretó las mejillas negando.

—Jamás olvidaré esa etapa de tu vida, ¿viniste a pasar San Valentín con tu madre? –preguntó alegre.

—Lo siento mamá pero hoy ya tengo planes, vine a verte y a esa enana también –Alec busco con la mirada pero no logro encontrarla en el patio.

—¿Dónde está esa enana? –preguntó.

Iba a responder pero se escucharon unos grito que venían hacía el patio.

—¡Mamá! ¿Dónde estas? –preguntaba esa voz.

—¡Ven al patio! –habló

La niña en cuanto salió vio a Alec y corrió hacia ella, Alec abrió los brazos para recibirla y cargarla. Le daba vueltas y la niña reía.