᪥𝐀𝐝𝐨𝐫𝐞 𝐲𝐨𝐮᪥ (𝐻𝑒𝑟𝑚𝑖𝑜𝑛𝑒 𝑦 𝑡𝑢 𝑔!𝑝)

Free heart

Si sabes que tu
intención fue dar lo
mejor, entonces no
tienes nada que
lamentar.

—Will Smith
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—Visitaremos a un viejo amigo mío– él iba al frente para guiarlas.

—¿Aquí se encuentran los demás? Quiero presentarles a Astoria–mentiria si no dijera que lo que más esperaba de este viaje era volver a ver a sus amigos enanos, más a Kili, Fili y Bilbo.

—Ellos aún no llegan, pero no dudo que en cualquier momento lo hagan–sabía que era necesaria esa parada que tenían que hacer ahí, tal vez el menos contento por eso iba a ser Thorin, por su rencor hacía los elfos.

Caminaron más hasta llegar a un puente, cuando pasaron por el Alec volteó a mirar abajo y pudo ver el acantilado que había por donde corría el agua de las cascadas, tomo la muñeca de Tori que venía detrás de ella y le susurró "cuidado, Tory".

Había al final del puente dos estatuas a cada lado, más adelante un recibidor y ahí se encontraba un hombre parado.

Cuando se acercaron más pudo notar que el rostro de aquel hombre no tenía edad, ni joven ni viejo, aunque había grabado el recuerdo de muchas cosas, tanto felices como tristes. Su cabello oscuro, como las sombras del crepúsculo, estaba coronado por una fina banda plateada; sus ojos eran de un gris o así se veían por el atardecer, y había una luz de estrella en ellos.

—Sabía que venías, mi querido amigo Alatar –lo abrazo cuando nos acercamos.

—Ya sé que me extrañabas demasiado Elrond– él hombre rió por el comentario de Alatar.

—Igual como te recordaba –despues de ese comentario él volteó a vernos esperando a que Alatar nos presentará.

—Te presento a Astoria y Alec, son unas amigas mías que vienen del mundo del hombre–las presento y Alec estiro su mano para saludar, su saludo fue recibido y el de Astoria también.

—Cualquier amiga de Alatar es recibido, pueden pasar la cena está lista–subieron las escalaras que los adentraba más al lugar.

Llegaron a un comedor al aire libre donde podías apreciar el lugar mejor y podías ver más allá de lo que sus ojos le permitieron en su llegada. Tomaron asiento en una mesa larga, en ella Elrond la encabezaba y a su lado Alatar, Alec y a su lado Tory.

—¿Qué te trae por estas tierras, Alatar? –le pregunto Elrond mientras esperaban que la comida fuera servida.

—Conozco la habilidad de los elfos en los combates, pues yo mismo los he visto enfrentarse a demasiado tipo de enemigos–comenzo un poco alagando–. Necesito que entrenes a mis dos amigas, a dónde vamos necesitaran saber defenderse de las sombras y todo aquel mal que hay afuera. Solo lo pido por su seguridad, como un favor de amigos.

Elrond se quedó callado, la comida llegó en ese momento y un plato de ensalada se les puso enfrente.

—¿Cuanto tiempo se quedarán? –pregunto después de un rato y Alatar sonrió.

—Solamente tres días–le respondió.

—Es poco tiempo, pero suficiente para que tengan las bases–cuando termino de decir eso una joven hizo presencia en el lugar y los elfos que tocaban música o estaban por ahí le hicieron una reverencia. Elrond se levantó de su lugar y se acerco a la joven para llevarla a la mesa.

Alec la miro mejor en cuanto se acercaba a la luz vio que era una hermosa dama tan parecida a Elrond, bajo forma femenina, pensó Alec, «Sino una pariente próxima». Era joven y al mismo tiempo no lo era, el rostro claro eran tersos y sin defecto y la luz de las estrellas le brillara en los ojos, grises como una noche sin nubes, había en ella verdadera majestad, y la mirada revelaba conocimiento y sabiduría, como si hubiera visto todas las cosas que traen los años.