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-Bien, solo queda por decidir qué contrataremos para el espectáculo. -Dijo Jimin con voz cansada. Llevábamos ya algo más de 3 horas en el museo de nuestra ciudad decidiendo telas, cubertería, luces y el salón donde se organizaría la velada benéfica que organizaba la empresa de Taehyung. Allí se reunirían todas las grandes empresas del país y pondrían de excusa donar algo de dinero para el tercer mundo  cuando en realidad trataban de afianzar lazos y contratos entre sí. Tras ver muchos sitios, decidimos que el museo metropolitano sería el sitio idóneo, ya que muchas de las piezas que se subastarían eran cuadros o esculturas de las colecciones privadas de aquellos ricachones. Hasta nos habían hecho probar una cata de diferentes menús para la velada y tras tanta comida Jimin y yo mirábamos sentados en unas cómodas butacas del museo varios papeles.

-¿Qué opciones hay? -Pregunté exhausta. 

-Hay un mago, un ventrílocuo...

-Eso suena horrible.

-¿Qué te parece unos bailarines?

-Oh, eso sería genial, déjame ver. 

Jimin me tendió un papel con toda la información sobre aquella compañía de bailarines. Aquello tenía buena pinta y el precio se ajustaba al presupuesto que nos quedaba después de haber pagado ya todo lo anterior.

-Podríamos poner algo de música en directo y que la bailen, algo lento.

-Es perfecto. -Dije mirando a Jimin con una sonrisa. -Parece que se me da bien este trabajo

-Deberías de organizar fiestas más a menudo -Comentó él riéndose. Volvimos a la empresa y Erik, el chófer que me llevaba siempre a clase, me esperaba en un coche negro. Me llevó a casa y tras llegar me quité los tacones de aguja que me había prestado Jimin, los dejé tirados en el suelo del salón y me tumbé en el sofá. Los párpados comenzaron a pesarme, y el duro trabajo de aquel día junto con la insomnia que me perseguía desde la noche en la que Taehyung no quiso hacerlo conmigo comenzaron a hacerme mella. Básicamente, me quedé completa y totalmente dormida en el sofá. Aquel día era domingo, lo que significaba que Feng no estaba en casa. 

Soñé que Taehyung me besaba con pasión y me practicaba sexo oral, solo de pensar que aquello había sido obra de mi subconsciente me daba una vergüenza horrible. 

-Tn ¿estás bien? -Preguntó aquella voz que tanto me excitaba. Abrí los ojos y lo vi. Era como un ángel y, por lástima, ya se había hecho con algunas camisas sin agujeros en el pecho. -Estabas diciendo mi nombre, ¿pasó algo?

-¿Qué? Yo no... No decía tu nombre. 

-Lo estabas diciendo a gritos tn.

-Bueno, es que tuve una pesadilla. -Mentí. Mi sueño había sido todo lo contrario a una pesadilla.

-Mañana tienes clase, vete a tu cama ya.

-Habrá de nuevo una fiesta en casa de Namjoon, ¿puedo ir?

-No. Vete a la cama.

-Eres muy injusto ¿sabías?

-Tal vez, pero harás lo que yo te diga, te parezca justo o no tn.

-Taehyung, seré tu peor pesadilla.

-Me arriesgaré. -Dijo despreocupado y con cierta ironía. Aquel idiota se creía muy superior, y yo me encargaría de que no olvidase que nunca nadie se debe enfrentar a una ta (tu apellido), y menos cuando está enfadada. 

Comencé a levantarme con pereza del sofá para ir a mi cama, agarré los tacones que me había quitado y caminé somnolienta.

-Tn -Me llamó Taehyung. -¿De dónde sacaste esos zapatos?

Daddy issues ˚。⋆୨୧˚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora