-¿Dónde está tu collar? -Preguntó Taehyung con la cabeza metida entre papeles y sin prestarme mucha atención. Desde que había llegado a casa a penas me había mirado, pero parecía haberse dado cuenta de que el collar que siempre llevaba ya no estaba...
-Hoy no me lo pusé.
-Siempre te lo pones. -Dijo arqueando una ceja y levantando su mirada para posarla en mis ojos.
-Es que no quiero perderlo. -Mentira, es que el idiota falso de Hyunjin me lo quitó a la fuerza en los baños del colegio...
-Entiendo... Ah, casi se me olvida, Jimin nos ha invitado a un certamen de danza.
-¿¡En serio!? -Grité poniéndome de pie de un brinco. - ¿Y él bailará? ¿Cuándo es? Tengo muchas ganas de ver a Jimin bailando, seguro que se le da muy bien.
-Es este sábado y no, Jimin no bailará. -Dijo tranquilo. Esas palabras me quitaron toda la alegría que me había dado hace algunos segundos, y Taehyung pareció notarlo. -¿Tanta pena te da que no baile? Puedes pedirle cuando sea que te enseñe y...
-Ese día quedé con Nao -Suspiré recordando la tontería de la doble cita. Me tumbé en el sofá donde Tae estaba sentado y apoyé mi cabeza en su regazo. Le miré desde aquella perspectiva y casi sentí envidia de que fuese tan perfecto. Incluso en aquella posición se veía guapo.
-Si te pones en medio no puedo trabajar.
-Déjame quedarme así un rato más.
-Está bien...
Y antes de poder darme cuenta me quedé dormida encima de Taehyung. Amanecí al día siguiente en mi cama y con el pijama puesto. Me sentí como aquellas veces en las que me quedaba dormida en el coche después de un largo viaje y mis padres me llevaban hasta mi cama sin que me despertase.
¡Mis padres! Me levanté de un brinco y miré que día era en el móvil. Si que había pasado rápido el tiempo... A penas quedaban un par de meses para que mis padres volviesen de su estúpido viaje. Salí corriendo de mi habitación y entré en la de Taehyung.
-Si busca al señor Kim ya salió a trabajar señorita. -Dijo la amable voz de Feng.
-¿¡Tan pronto!?
Corrí de nuevo a mi habitación, me quité el pijama y me puse algo de ropa decente y comencé a caminar en dirección a la empresa de Taehyung.
Llegué y subí hasta el quinto piso, donde estaba su despacho. Entré sin picar.
¿tn? ¿Qué haces aquí? -Preguntó desanudándose el nudo de la corbata, con una ceja alzada.
Sin pensármelo dos veces me tiré sobre él, le agarré de la corbata para atraerlo hacia mi y le besé. Mire a Taehyung, que parecía estar totalmente en blanco, mirando a un punto fijo en su escritorio.
-¿Por qué pones esa cara...? -Pregunté, mirando en la misma dirección.
Me quedé con la misma cara que Taehyung al ver que el ordenador que tenía enfrente estaba en mitad de una videollamada.
-Yo... Perdón. -Dije haciendo una reverencia antes las diferentes pantallas de hombres trajeados y saliendo del despacho lo más rápido que me permitieron mis piernas.
Salí del edificio y me senté en un bordillo mientras veía como pasaban los coches. ¿Por qué todo me salía mal? Un mensaje interrumpió mis pensamientos.
Nao: RECUERDA LA CITA DE HOY OLVIDONA
Yo: de verdad no me puede sustituir Mei?
Nao: nope
