EL DÍA CERO. PARTE 2/10
Era impensable imaginar como tu gobierno acepta que mueras en vano, que no luche por protegerte, que las altas clases solo piensen en sus beneficios y nada más; no tardó mucho tiempo para que el pueblo se levantara en armas contra los malos gobiernos, no recuerdo si era junio o julio del 2012, pero varios meses de guerra habían pasado y en muchos países subdesarrollados se generaron brotes de guerra civil, incluyendo al mío; la gente se organizó y comenzó a atacar policías, saquear y quemar dependencias gubernamentales, linchar y asesinar públicamente a personas de la clase alta y política, eso hasta para mí fue demasiado, al principio si estaba apoyando al bando del pueblo, pero después de ver el total caos, descontrol, indisciplina, supe que la guerra tendría un vencedor seguro. El bando del pueblo era más numeroso pero totalmente desorganizado, después de cometer sus atrocidades, bebían el alcohol recolectado, organizaban orgias masivas, era totalmente repugnante, intenté tomar el papel de líder, pensé que ese era mi destino pero nadie me escuchó ni tomó en cuenta, comprendí que ser un líder en esta época no es tener inteligencia ni coraje, es tener carisma y palabrería, todos decidieron seguir a un mamarracho alcohólico troglodita; entendí algo del supuesto poder que mi maestro dijo que se encontraba en mí, no puedo sellar el destino de nadie si primero no defino el mío, solo quería hacerme el importante, dentro de mí no quería ayudar a esos cavernícolas poco desarrollados, solo quería atención, mi destino no estaba fijo aún, tenía muchas dudas respecto a todo, así que me decidí por continuar en lo que estaba haciendo con mucho éxito, proteger a mi familia. De cierta manera predije que el gobierno reaccionaría o se estaba tardando en masacrar a los brotes rebeldes, y sí, pocos días después se corrió la historia de un enfrentamiento entre los rebeldes y fuerzas federales que dejó 15,000 muertos; la guerra civil ya estaba inclinándose hacia un bando, desde entonces el gobierno se dedicó a perseguir a todo sospechoso y les hacían lo mismo que los rebeldes, al parecer volvimos a los tiempos medievales o de la inquisición, se realizaban ejecuciones publicas pero no con ahorcamiento, guillotina o fusilamiento, solo una simple inyección letal ante el desagrado y terror de toda la población, incluyéndome. El gobierno quería aparentar tener el control, pero no dejaban de parecer los tiempos en que se hacían cazas de brujas.
Todavía había rebeldes más organizados que atacaban a militares o fuerzas federales, pero eran pocos y no duraban mucho en ser capturados y ejecutados, ni hablar, una guerra mundial que no respetaba a nadie, guerras civiles al estilo de la inquisición, poblaciones acobardadas y temerosas, ciudadanos inundados de miedo que preferían que muriera su propia madre que ellos, pensé que estábamos en el infierno, pero me equivoqué, el infierno no llegaba aún y ya estaba muy cerca.
Por lo crudo de la situación no era seguro vivir en un sitio muy poblado, era una guerra de todos contra todos, por la comida, por el agua y medicamentos, por esa razón por meses nos alejamos de la ciudad, llevé a mis padres a la cima del cerro más alto de la zona, allí vivíamos de lo que había naturalmente en el área: hongos, raíces, semillas, pequeños animales, hasta corteza de árbol. No fue difícil vivir de la naturaleza, en parte ya estábamos acostumbrados. Todos los días me encargaba de vigilar la llegada de intrusos, parecía que podríamos vivir de esa forma hasta que el mundo regresara a la normalidad, pero no fue así, recuerdo muy bien ese día y sé que muchos también lo han de recordar no importa si lo vivieron o no, ese lamentable día llegó destruyendo las ultimas esperanzas de paz y armonía de la humanidad, o llegó como respuesta divina para demostrarnos que no somos nada en el universo, el día que hoy en el presente todos en el mundo conocen como: El Dia Cero.
No estoy seguro si era el mes de octubre o noviembre del 2012, es gracioso también recordar cómo se estimaba entre el año 2010 y 2011 que el fin del mundo llegaría el 21 de diciembre del 2012, no llegó ni a ese día el mundo, recuerdo que no me sentía muy bien desde que me levanté, muy temprano me desperté agitado con un frío sentimiento de que algo malo sucedió o iba a pasar; no sabía qué era exactamente pero hizo que elaborara un plan para protegernos en cualquier caso, llevé a mis padres a un refugio en una especie de cueva mientras yo vigilaba por doquier, las horas pasaron y nada sucedía, pensé que me había equivocado o talvez lo que sentí ya había pasado, hasta que de sorpresa llegó el momento.
Así como un libro religioso predecía los sucesos exactos que sentenciarían el fin de la humanidad y del mundo, así de esa forma sucedió todo, no tan descabellado y estúpido como seres bajando del cielo y esas loqueras que creen las personas sin raciocinio propio, pero si fueron sucesos que desencadenaron el mismo infierno en la tierra, recuerdo que estaba mirando hacia el horizonte, apreciando la puesta de sol desde la altura del cerro más alto en la zona salvaje de mi ciudad, era hermoso, los atardeceres son un evento que yo apreciaba mucho, quien diría que sería la última vez que contemplaría uno; primero el ambiente se sofocó de repente, la temperatura subió y el viento dejó de soplar, si algún animal o insecto estuvo haciendo ruido en ese momento se calló, después, una ráfaga de viento que se originó desde donde se ocultaba el sol se esparció y golpeó todo rápidamente con una fuerza abrumadora, en ese instante supe que algo grande había pasado o justo iba a pasar, parvadas de pájaros trataban de huir desde donde salió la ráfaga de viento graznando todos nerviosos y agitados, destruyendo el silencio, parecía que intentaban notificar a todos que algo se aproximaba, después de eso, un terremoto comenzó a sacudir la tierra, jamás había sentido un terremoto en mi vida pero no exagero al decir que literalmente la tierra se estaba partiendo, literal, entre mis pies la tierra comenzaba a agrietarse por todos lados mientras los árboles y las montañas comenzaban a derrumbarse, en ese instante no sabía cómo reaccionar, recuerdo que no hice nada más que intentar quedarme de pie apoyándome con todas mis fuerzas en un árbol mientras veía como el sol terminaba de ocultarse dejando lugar a la oscuridad, pero de repente, recuerdo que eso fue demasiado rápido, muy rápido, todo se había vuelto oscuro al ocultarse el sol y en menos de un segundo parecía que el sol volvió a salir, pero no era el sol, era una intensa luz que comenzó a salir de la lejanía iluminando todo como si fuera pleno medio día, supe que esa luz provenía de algún lado del mundo pero no pude imaginar que era o que lo producía, solo vi una ráfaga de luz que salió de la nada y se alzó al cielo, era tan intensa recalco, que podía sentirse el intenso calor que generaba, quemaba al instante, en el siguiente instante, todo se oscureció de nuevo, quedé cegado por haber visto la luz, solo pude acercar mi mano derecha a mis ojos para intentar recuperar la vista, fue en ese lapso que una onda sonora me golpeó con gran intensidad que hasta me sacó volando de donde me encontraba junto con los árboles y todo lo que estaba cerca de mí. Solo escuche como si un trueno cayera a un costado de mi combinado con la detonación de cientos de bombas al mismo tiempo. No supe que fue de mi exactamente ni qué pasó después, solo sentí que fui impulsado y como mi cuerpo golpeaba árboles y rocas, solo tuve fuerza para cubrir mi cabeza, creo que perdí el oído por varios segundos porque sentía aun como la tierra se movía con una intensidad atroz pero solo un chillido retumbaba en mi cabeza, como si esa onda sónica me hubiera dejado sordo.
No podía oírlas, ni verlas, pero mientras mi cuerpo se arrastraba por quien sabe dónde, cada vez que golpeaba el suelo, pues me sentía como una pelota de hule que fue golpeada y solo rebotaba de un lado a otro mientras seguía avanzando, estando así de esa forma, sentía explosiones, pero a tal grado que parecían que se generaban cerca de mí y el aire en instantes se volvió muy caliente, demasiado, quemaba la piel al tacto y después sentí como el ambiente se oscureció, no podía ver pero al tener los ojos cerrados si podía notar el nivel de luz en el ambiente, de estar muy iluminado pasó a estar oscuro de nuevo mientras sentía también como al mismo tiempo caían piedras calientes y levantaban polvo, pues sentí el sabor a tierra en mi boca, hasta que de tener el olor y sabor a tierra me llegó el aroma sofocante de ceniza y azufre, una gran pestilencia a quemado, raspaba mi garganta. Por mi experiencia en ese instante lo supe, al parecer un volcán hizo erupción, pero ya después no supe nada ni pude confirmar nada de lo que pasó, había perdido el conocimiento, allí quedé, una partícula de polvo arrumbada como si una escoba gigante la hubiera barrido y llevado a acumular donde quiso.
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Destino azteca
General FictionDestino, cómo él se hizo llamar, cuenta la historia de su trágica, violenta y admirable vida. Sobrevivió una Tercera Guerra Mundial, sobrevivió a la casi extinción de la humanidad, participó en una Cuarta Guerra Mundial y creó un nuevo mundo, todo c...