EL DÍA CERO. PARTE 6/10
Desde ese día el tema de la "fe en la humanidad" jamás volvió a salir, no por temor o por ya no querer hablar del asunto, sino que tuvimos cosas más importantes en las qué pensar, los deslaves e inundaciones era más frecuentes, no teníamos tiempo para nada, Raúl me ayudó a comprobar el color del agua, demasiada sucia para ser dulce, era agua salada, no sabíamos qué pasaba, pero parecía que los mares estaban adentrándose a lo que solía ser tierra firme, en fin, no teníamos ni tiempo de hacer teorías, solo debíamos concentrar nuestras energías en excavar, escalar y huir, ya había pasado bastante tiempo de viaje, habíamos encontrado una serie de túneles naturales bajo la tierra, nuestra única dificultad era encontrar cámaras donde hubiera oxígeno, ya estábamos acostumbrados al ambiente sofocante y a la falta de éste, pero tanto esfuerzo en poco tiempo nos tenía al borde del colapso, hasta que el sentimiento de sorpresa de Raúl me inquietó.
—¡No puede ser, no puede ser...!
—¿Qué pasa? ¿qué ves? Solo puedo sentir una montaña de escombros frente a nosotros.
—Son los escombros de una ciudad, de una ciudad que reconozco, no hay duda.
—Creo que por fin tendremos una idea de qué tanto hemos avanzado. ¿Qué ciudad es?
—Aquí vivía mi abuela, estaba a dos ciudades de la de nosotros.
—No es posible.
Para tener una idea, la ciudad de Raúl se situaba a 200 kilómetros de mi ciudad, ahora, la ciudad de su abuela estaba situada a más de 1000 kilómetros de la ciudad de él, habíamos recorrido bastante territorio y lo peor de todo, es que el mar se acercaba más, no teníamos idea de cuánto tiempo había pasado desde el día de la catástrofe, además no teníamos idea de qué había pasado realmente pero una cosa si temíamos por la seguridad que había, mi ciudad natal, de donde empecé a viajar sólo, ha acabado bajo el mar, lo que ha pasado ya cambió al mundo como lo conocíamos, si sobrevivimos y la superficie vuelve a ser habitable, viviremos en un mundo diferente. A pesar de lo mucho que implicaba vivir en un mundo diferente nacido de la destrucción del antiguo nos alegraba mucho, pues teníamos algo de fe en poder lograr nuestro sueño de querer crear un mundo nuevo.
Habíamos encontrado ruinas de ciudades muchas veces pero a diferencia de encontrar montañas de escombros, polvo, sangre seca y cadáveres podridos esta vez toda la ciudad estaba intacta, pero, estaba totalmente de cabeza, no había alguna otra explicación, esta ciudad fue arrancada de sus cimientos, volteada 180 grados y puesta de cabeza, quien sabe que pasó y no había ningún cuerpo ni cadáver humano ni animal, pero si había pertenencias, objetos, como si la ciudad la hubieran abandonado antes, como si supieran lo que iba a pasar, de todos modos no importaba el misterio, Raúl gritó:
—¡Eso es un supermercado!
Y después de eso corrió hacia lo que yo percibía como pila de escombros, de hecho, eso pensaba mientras Raúl buscaba algo de comida entre los escombros.
—Y sí, también noté que la ciudad está de cabeza, no te ofendas, pero a mí si me sirven los ojos. —Lo dijo en un tono que ya sabía que estaba bromeando conmigo, yo solo me reí mientras oía que movía y aventaba cosas intentando llegar a algún lado. —
—Perdona, pero me estoy muriendo de hambre, y al parecer tenemos tanta suerte de que la estructura del supermercado no resistiera y cayera al vacío ¡facilitándonos el trabajo de subir y buscar comida! ¡muévete y ayúdame a ver si algo de comida chatarra sobrevivió! Me muero por un refresco y unas papas fritas. —Lo dijo tan ansiosamente que me sorprendió, creo que estaba feliz de verlo tan animado, yo seguía sin decir ni hacer nada de lo emocionado que estaba de verlo así. —
—Oye, sé que no ves, pero tienes dos sentidos totalmente desarrollados como para saber que necesito que me ayudes, así que puedes usar tus manos reforzadas por cavar tanto para ayudarme aquí ¿no?
Me gustaría llevarme el crédito de haber influenciado al chico por haber creado a un ser altamente sarcástico y bromista, pero no, él sólo creó esa personalidad, solo podía reír por dentro y tenía mucho sin hacerlo, el chico estaba ansioso por comer algo de lo que solía hacer antes de todo esto, es normal, por mi parte ya estaba acostumbrado a las raíces y los insectos, él obvio que no quería acostumbrarse rápido, lo ayudé a quitar escombros y rápido dimos con el botín, encontramos algunas latas, varios empaques y cajas, Raúl dio con paquetes emplayados de envases de bebidas, no podía saber que era lo que tenía en manos, con ayuda de Raúl quien no dudó en comer antes, me explicaba qué habíamos encontrado mientras masticaba sin resentimiento ni pesar.
—¡Rápido, come! ¡hay papas fritas, galletas, cereal, refrescos y agua limpia!
Lo dijo con tanta prisa y cuidándose de no ahogarse que me dio mucha risa, tragó todo con la ayuda de una bebida que bebió completamente para recuperar el aliento y me acercó algo mientras me hablaba con más calma.
—Ten toma, por fin comerás algo más rico que esas insípidas matas que saben a tierra.
—Si es cierto que te dije que yo antes comía raíces, pero también comía una que otra comida chatarra, no seguido, pero si llegué a probar, te lo recuerdo.
—Si tú pues. Solo hazlo.
—Hemos hecho un buen trabajo sobreviviendo, no vayas a morir atragantándote, sería la muerte más idiota del nuevo mundo. —Seguido reí muy alto, tenía mucho tiempo sin hacerlo, hasta lágrimas me salieron, y pues Raúl solo me ignoró mientras seguía comiendo. —
Un "milagro" después de días, el hecho de que la estructura del supermercado haya caído ahorrándonos bastante tiempo en tratar de subir y buscar algo de comida, e incluso de algún riesgo, Raúl se durmió de lo satisfecho que quedó, pero yo no podía dormir, la extraña situación de la ciudad sí que era un misterio y no podía salir de mi cabeza, en mi mente solo podía inventar situaciones que encajaran con una ciudad vacía y destruida de forma peculiar, pero todo era especulación, no había nada, tal vez escondía un miedo enorme, algo que había pensado desde hace mucho, una teoría estúpida pero algo creíble, ¿qué tal si las potencias mundiales hubieran tomado la guerra mundial como excusa para acabar con el resto de la población?
Pensé que estaba loco, no era un plan perfecto, alguien tendría que sobrevivir, ¿por qué arriesgarse a la posibilidad de ser destruidos en el acto? Pero también era lógico, tomar algo de martirio para tener credibilidad pero ya era estúpido pensar en cosas así por el momento, de todos modos, fuera lo que fuera tenía que entender cuál era el propósito de tener el destino del mundo, no debía cometer errores, haber guiado a Raúl a un lugar con sustento para sobrevivir me dejó más que claro que estoy haciendo lo correcto, tengo a alguien a quien proteger, no lo pude hacer con mis padres, Raúl era el propósito de seguir adelante y no iba a dejar que nada nos pasara, así apenas pude conciliar el sueño, hasta que llegó la pregunta que definitivamente ya no me dejaría dormir tranquilo todos los días siguientes. ¿Habrá sobrevivido mi maestro?
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Destino azteca
Genel KurguDestino, cómo él se hizo llamar, cuenta la historia de su trágica, violenta y admirable vida. Sobrevivió una Tercera Guerra Mundial, sobrevivió a la casi extinción de la humanidad, participó en una Cuarta Guerra Mundial y creó un nuevo mundo, todo c...