Entre muertos T.JdP Libro 2 (Gay+18)

8 Orgásmico

La habitación en penumbras hacía que el calor se sintiera todavía más en la quietud de la noche. Taylor gimió delante de Thiago quien lo observaba desde la orilla de la cama.

Taylor se preparaba con el consolador. Sus piernas extendidas dando una panorámica completa de su entrada, la cual, brillaba por el lubricante. Esta era una de sus fantasías, y lo tomaría como tal.

Thiago subió a la cama y se movió hacia donde Taylor estaba, sujetando el consolador y quitándoselo.

—Túmbate en la cama, yo también voy a enseñarte algunas cosas—dijo sonriendo y el travesti lo sujetó de la barbilla y le devoró la boca.

—¿Quién diría que eres el mismo que llegó llorando a mi oficina?

—Soy el mismo—replicó—. Pero has pagado por mí, y soy muy profesional en lo que hago.

—¿En serio? —preguntó, volviendo a acariciar la entrada con el consolador— ¿Eso es todo?

—Por supuesto.

Taylor era sumamente apasionado, todas sus parejas se lo habían dicho, la manera en que se entregaba al sexo los llevaba al delirio; sin embargo, este era Thiago D'alessandro, el hombre con el que había soñado toda su vida, entonces, ya no sólo había pasión, sino ganas irrefrenables de complacer y de tomar todo lo que pudiese.

Taylor se dejó caer hacia adelante cuando Thiago introdujo el consolador por competo. Las sábanas se sentían frescas, contrastando con la humedad y el calor de sus cuerpos. Taylor se giró en la cama, extendiendo sus piernas. Thiago continuó follándolo con el aparatito.

—¿Qué? —indagó divertido— ¿Piensas que vas a amedrentarme al mostrarme tu pene duro?

—¿Lo hago?

—Soy muy consciente de que eres un hombre, McNamara. Uno al que voy a follar sin descanso.

El interior de Taylor se contrajo frente a esas palabras. Thiago dejó el consolador en su entrada y se metió entre sus piernas. Por primera vez, Taylor sentía el peso de ese hombre sobre él.

Thiago le acarició el cabello, peinándolo, deleitándose con su hermoso rostro. La pelvis de Taylor se movía, intentando follarse con el aparato y que diera en el punto que necesitaba. El pulgar del detective fue hacia su boca, rodeándola. Taylor chupó el pulgar con fuerza.

—¿Te gusta chupar? —Taylor hizo un sonoro ruido cuando dejo el pulgar del hombre—. Te daré algo para que te entretengas.

Y sin más, se montó sobre su pecho y su pene acarició los labios del travesti. Taylor cerró los ojos, recordando que era un trabajo y que no debería disfrutarlo tanto, teniendo en cuenta lo hijo de puta que Thiago había resultado ser en el pasado.

La punta del pene empujó y los labios se extendieron tomando la longitud, haciendo que un gemido ronco abandonara a Thiago. Las caderas comenzaron a moverse de inmediato. Taylor se sentía sobreestimulado. Su pene, su entrada, su boca, todo siendo tocado y maltratado por este bastardo que lo leía como si fuera un libro.

—Luces tan sexy así—dijo mirando el modo en que la verga se perdía entre sus pulposos labios.

La deliciosa tortura de Taylor acababa de comenzar.

Le folló la boca con velocidad, Taylor acarició las caderas y, de un momento a otro, el detective agarró el pene y lo sacó de su boca. Un erótico sonido abandonando sus labios, y el pene de Thiago fue a sus senos, en medio de ellos, mientras los apretaba y jugaba con los pezones. No habría un maldito lugar sin corromper. Ese fue su objetivo en el instante en que vio a Taylor parado con ese sensual vestido en la puerta de su departamento.