Nunca habíamos tenido problemas. Hasta que cumpliste la mayoría de edad mi padre pudo hacer lo que quiso con sus bienes; sin embargo, las cosas se complicaron hace un año atrás, cuando uno de los abogados de tu maldito padre apareció afirmando que tenía datos que indicaban que tu hermano estaba vivo y que debía ser informado del testamento ya que tenía más de 18 años.
Por años, nadie supo dónde estaban. Lo del orfanato se mantuvo en secreto y luego, tú desapareciste y todos felices. Debieron quedarse así, pero no, tenían que jodernos la vida.
El abogado nos dijo que ambos estaban vivos, por lo tanto, sus derechos se mantenían vigentes sobre el patrimonio de tu padre. En conclusión, mi padre debía devolverles cada centavo y no estábamos dispuestos a hacerlo.
El plan era sencillo, si se cumplían determinados pasos. Para ello, debíamos investigar, encontrar una conexión de todos los que habían pasado por Trinity. Y entonces, mi padre comenzó a encontrar pistas gracias a hombres que contrató. Los asesinatos ya venían sucediéndose, era fácil incluir ese factor.
Mi padre advirtió que la sed de venganza sería el motor de la operación. Encontrar al alcalde fue sencillo. Un irlandés que necesitaba ayuda económica para catapultarse a la fama, a ese lugar en donde se encuentra ahora.
Sin embargo, debo reconocer que se tornó avaro. Quería a todos muertos, quería que el fallecimiento de su hermano fuera vengado a través de la sangre de todos esos bastardos. Por momentos, se tornó incontrolable. Y era difícil encontrarme con él, estaba ido.
La muerte de los últimos cuatro fue todo lo que necesitábamos, para ello encontramos a un muchacho rubio de similares características al retardado de tu hermano. Y con su ayuda y mi intervención todo se cerraría. Sabes que según la ley un hombre tras las rejas no puede recibir herencia y mucho menos, un hombre muerto, como estaría tu hermano en unos días en la cárcel.
Mi padre supo que estaban en Los Ángeles y que de ahí se mudarían a Nueva York. Entonces, buscó la forma en que las cosas se movieran a nuestro favor. El alcalde hizo el resto. Me nombró jefe de policía cuando nadie me conocía ni sabía el motivo. Y todo se hizo más sencillo. Valenti era un hombre de confianza del alcalde, y mi padre decidió creer en él, lo mismo que con los inspectores. Claro, nunca pensamos que serías una perra fuerte que no te amedrentarías. Pensamos que el daño mental que debió haberte dejado Trinity lograría que te mantuvieras al margen. Además, como te dije, incluso era una ventaja.
Eres un pobre infeliz travestido que apenas le alcanza para comer, que Daniel muriera sería una bendición en tu caso. Rayan y Thiago vinieron a complicar toda la maldita escena. Y ni hablar de esa abogada que se mete donde no la llaman.
—Déjanos en paz, haré que mi hermano firme lo que necesiten para quedarse con el patrimonio—dijo Taylor después de escuchar toda la confesión.
—No es tan sencillo—explicó—. La abogada está al tanto de que estoy metido en esto, muy pronto, averiguarán mi verdadero nombre y será pan comido para alguien como ella. No, debo desaparecerlos.
Un par de disparos se escucharon lejanos a donde estaban. Collin puso los ojos en blanco.
—¡Carajo! ¡Les dije que no lo mataran todavía!
—¿Qué? — preguntó Taylor con un nudo en la garganta —, ¿de qué estás hablando?
—¿No lo adivinas primo? —dijo con burla. Taylor luchó contra las ataduras, buscando liberarse.
—¡No! ¡Thiago! ¡Thiago!
—Ya, hombre, que nadie te va a ayudar.
Collin se acercó y le dio un puñetazo, haciendo que su cabeza se moviera hacia la derecha.
—Diablos, los chicos están difíciles de controlar últimamente. Tienen miedo de que la abogada Vargas levante polvareda con este caso—. Taylor comenzó a llorar.
—¡Monstruo! ¡Eres un monstruo!
—¿Yo? —indagó sonriendo — ¿No te has visto al espejo? Eres un tipo que usa vestido.
Taylor negaba, sus muñecas dolían por su intento de escapar de esa realidad, de esa triste realidad en la que estaban sumidos.
—Nunca debiste meter al detective en este asunto. Ahora, él estaría vivo.
No podía ser posible. Después de años de buscar el amor, cuando por fin lo encontraba, la vida cruel volvía a separarlos. Un golpe estrepitoso en la puerta y la activación de las sirenas en el presidio. Taylor sintió que su corazón estaba a punto de salir de su pecho.
—¿Qué sucede? ¡Habla! —el guardia sostenía el arma y temblaba—¡Vamos!
—Intrusos—repitió—. Han ingresado por una de las salidas de emergencia.
—¡Carajo! —Taylor respiró, sabía que Thiago todavía estaba vivo, al menos, eso quiso creer—¿Cuántos son?
—Son 3 hombres.
—¿Me estás jodiendo? — preguntó frunciendo el ceño — ¿Por qué carajo no los matan?
—No podemos encontrarlos —dijo con su corazón agitado—. Se mueven demasiado rápido y las cámaras han dejado de funcionar.
—¿Cómo? Eso es imposible.
—No necesariamente—replicó—. La abogada Vargas ha salido a denunciar toda la situación, está en televisión en este momento. El sistema de vigilancia ha sido intervenido.
Collin negó, preso de la rabia y la desesperación. El final se estaba acercando, pero no era para nada como él lo imaginó.
—Vigila a esta perra—ordenó—. Hay que encontrar a los bastardos que ingresaron.
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Entre muertos T.JdP Libro 2 (Gay+18)
Romance4 asesinatos, una historia de un gran amor de juventud que nunca pudo concretarse, un travesti hermoso y un detective que ha comenzado a soñar con él a cada segundo desde que se reencontraron después de 15 años, son los ingredientes de esta historia...