35 ¿Podemos lograrlo juntos?

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—Tu tío saldrá libre de esta—. Irina habló mientras continuaban en el hospital esperando la evolución de Thiago.

—No es justo. Él ha sido el responsable de todo lo que ocurrió. De todas estas muertes.

—Colin quedará como el autor intelectual. El alcalde no ha dado otros indicios tampoco. Quizás, mediante un acuerdo, logremos más información.

—La causa contra Daniel continúa.

—Es parte del juego. Todavía hay cosas que explicar, pero te aseguro que Daniel será declarado inocente—Taylor hizo una mueca entre el agradecimiento y la tristeza— ¿Qué sucede?

—¿Y si lo pierdo? —preguntó con un hilo de voz, con el maldito miedo a cuestas. Irina le sonrió y sintió que su estómago se retorcía.

—Suponte que fuera así —explicó—. El amor que deseaste toda tu vida llegó y decidió partir, dime una cosa, ¿te arrepientes de lo que has vivido junto a él? ¿de los momentos de felicidad, aunque fueron efímeros? ¿hubieras preferido jamás encontrarlo otra vez? ¿habrías preferido jamás rozar sus labios o tener su cuerpo?

Taylor se quedó callado. Se mantuvo en silencio porque, como le había dicho a Thiago, no se arrepentía de haberlo tenido en sus brazos, sin embargo, se sentía egoísta. No quería dejarlo partir, era incapaz de soltarlo.

—Amo a Caleb—dijo Irina—. Mi primo Jonathan ama a Stephen. Sabemos y somos conscientes que ser sus parejas es vivir al límite, cualquier segundo puede ser el último porque nunca acabamos con todos los enemigos Siempre aparece un nuevo obstáculo, y los miedos crecen como gigantes.

—¿Y qué haces en ese instante? ¿Qué haces cuando se vuelve incontrolable? —. Los ojos de Irina se llenaron de lágrimas.

—Levantamos los puños y peleamos hasta desangrarnos. Con miedo, con terror, aun así, no damos marcha atrás. Eso es que has hecho tú durante toda la vida, Taylor. Toma esa fuerza.

Irina la abrazó, y Taylor se fundió en ese gesto.

—Gracias, abogada. De verdad.

—Gracias a ti— dijo y le acarició el rostro—. Ayudaste a librar al mundo de una lacra como el alcalde.

Las horas pasaron, y de pronto el tiempo se tornó efímero. Un accesorio el cual ya no tenía valor. Taylor sabía que Thiago necesitaba horas para recuperarse; el médico le advirtió que la recuperación sería lenta. No obstante, la evolución desde el momento en que había despertado fue favorable.

Thiago estaba luchando por salir de su miseria, entonces, ¿quién era Taylor para no esforzarse en salir adelante de la misma manera que su amor?

Una de esas tardes, Rayan llegó a visitarla y contarle las demás noticias, esas que no aparecían en los diarios ni en los informativos. Las que solo conocía un hombre que convivía con el departamento de policía.

Rayan se sentó al lado de Taylor y afirmó su cabeza en la pared fría que estaba detrás de él. Dio un profundo suspiro.

—¿Estás bien? —preguntó Taylor y el hombre sonrió sin abrir los ojos.

—Estás viendo delante de ti el nuevo Jefe del departamento policial.

—Te lo mereces, de verdad.

—Es increíble como la vida cambia en un segundo. De pronto, estaba casado y a punto de ser despedido y ahora, mírame—. Taylor frunció el ceño.

—¿Hay algo más aparte del nombramiento en la jefatura?

Rayan se rascó el mentón, nervioso. Se hizo hacia adelante en la silla afirmando sus antebrazos en las rodillas.

—Mi esposa me dejó—. Taylor no iba a sentirse triste por eso, no cuando su amigo Max había esperado toda la vida por ello.

Entre muertos T.JdP Libro 2 (Gay+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora