Eran las 8 de la noche cuando Alfred Cano regresó a su casa esa noche. Thiago acarició el volante de su camioneta mientras estaba estacionado a media cuadra y observaba al maldito viejo llegar. Hacía tanto frío, la mansión estaba a las afueras de la ciudad por lo que era una zona un poco más tranquila, lejos del bullicio y los autos.
Thiago sentía que su corazón se le salía del pecho. Cuando el hombre detuvo su vehículo, el detective bajó de la camioneta y caminó a paso rápido hacia él. Necesitaba respuestas y la única forma de obtenerlas era enfrentando a ese hombre.
—¡Abogado Cano! —gritó antes de cruzar la calle y el hombre se giró hacia él. Lo observó unos minutos y luego cerró la puerta del auto y caminó hacia la casa. No iba a hablar con él. Eso estaba claro.
Thiago no iba a quedarse con esa respuesta, necesitaba el video como fuera.
—¡Abogado Cano! —repitió por las dudas el hombre no lo hubiera escuchado, aunque, él estaba seguro de que sí, carajo ¡lo había observado incluso!
—Lo lamento, Thiago, estoy muy ocupado esta noche—pronunció el hombre, dándole la espalda, caminando hacia el interior de la casa.
—Es sólo un momento.
Bien, no tenía alternativas. El viejo frenó el paso y se giró hacia él, esperando la pregunta, la cual, ya conocía.
—¿Qué necesitas?
—El video de Daniel McNamara.
—Sabes que eso es confidencial.
—Soy detective, tú me recomendaste.
—Cierto—indagó, curioso—, jamás pensé que ayudarías a un pobre muerto de hambre.
—¿Ves? ¡Hasta yo me sorprendo de mi actitud a veces! —ironizó, tensando la mandíbula, con ganas de golpear al maldito corrupto.
—No lo tengo aquí, lo lamento.
—¿No lo tienes aquí? —indagó sorprendido—. Tú trabajas aquí.
—Sí, es que lo llevé al despacho de mi esposa y...
—Bien, ¿ella se encuentra? Me gustaría hablar con ella—. El abogado lo observó con seriedad y negó.
—No, ella no está.
—¿Cuándo puedo verla?
—Thiago—esta vez el abogado dio un gran suspiro y se acercó, hablando prácticamente en susurros—. Deja esto ¿sí?
—¿Qué cosa?
—Esto—señaló—, la idea de que puedes salvar al hermano de tu amante.
Thiago frunció el ceño, su cuerpo sintiendo el cosquilleo.
—¿Cómo sabes que estoy saliendo con Taylor?
—Taylor me lo dijo.
—Mentira—replicó—. Me ha comentado que ni siquiera le contestas el celular. No tiene noticias tuyas desde hace varios días.
La manzana de Adán del abogado se movió. Thiago sabía que había sorprendido al maldito mentiroso.
—No sabes dónde te estás metiendo.
—¿Podrías ser más claro?
—¿Eres idiota? —se burló el viejo—. Te creía más inteligente.
—Lo soy—respondió—. Lo suficiente para darme cuenta de que lo único que te importa es encerrar al pobre Daniel en una prisión junto a una manada de lobos que lo destrozarán.
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Entre muertos T.JdP Libro 2 (Gay+18)
Romance4 asesinatos, una historia de un gran amor de juventud que nunca pudo concretarse, un travesti hermoso y un detective que ha comenzado a soñar con él a cada segundo desde que se reencontraron después de 15 años, son los ingredientes de esta historia...