Las lágrimas comenzaron a rodar por las mejillas de Xiao Zhan.
Aquellos dias de guerra fueron sumamente difíciles para todos los que lo vivieron. Su familia tuvo que esconderse en una guarida al norte de su Reino, mientras seguían trabajando como fieles armeros. Día y noche escuchaban el estallido de los cañones y de las pistolas, a diario llegaban al refugio más y más heridos, madres desesperadas que lloraba la perdida de sus hijos, niños que seguían preguntando por sus padres, toda clase de familias temerosas que se habían quedado sin hogar.
Definitivamente fueron días obscuros llenos de tristeza, incertidumbre, desesperación... y simplemente no se pudo imaginar todo el dolor que las personas del Reino Bai habían sufrido.
No solo habían perdido a su familia, perdieron su hogar, su tierra, sus nombres... y no les quedó nada más que esconderse cuál culpables, incluso si habían sido las verdaderas víctimas de toda la guerra.
– L-lo siento... lo siento tanto – sollozo Xiao Zhan – Lo siento tanto, y-yo nunca debí...
– Tranquilo cariño, respira... – Susurró la Reina mientras frotaba cariñosamente su mano en la espalda de Zhan, tratando de calmar sus sollozos.
– Está bien Zhan-ge, no llores... – decía Yibo mientras limpiaba con delicadeza las lágrimas que caían por las mejillas de Xiao Zhan.
– Y-yibo, yo lo siento – se disculpó Zhan entre sollozos – nunca debí haberte juzgado de esa manera, a ninguno de ustedes... lo siento mucho.
– Hey, no te disculpes Zhan-ge – los brazos de Yibo comenzaron a rodear de forma protectora el cuerpo tembloroso de Xiao Zhan, en un intento desesperado por reconfortarlo – todo está bien Zhan-ge, no tienes que disculparte.
Los sollozos de Zhan comenzaron a disminuir gradualmente y en unos minutos lo único que se escuchaba en la habitación era su respiración tranquila y un par de hipidos. El ambiente era un poco más tranquilo, así que las personas que estaban en la habitación decidieron retirase, dejando a Yibo y a Xiao Zhan a solas.
– ¿Te sientes mejor Zhan-ge? – susurró Yibo.
– S-sí, creo que sí... es decir, lo mejor que puedo estar después de descubrir que he sido un idiota todo esté tiempo – respondió Zhan con algo de burla en su voz.
– No digas eso Zhan-ge, no has sido ningún idiota.
– No tienes que ser bueno conmigo siempre Yibo, ¿lo sabes verdad? – preguntó con una pequeña sonrisa.
– No tienes que ser tan duro contigo mismo siempre Zhan-ge, ¿lo sabes verdad? – contestó Yibo.
Xiao Zhan no respondió.
– Lamento mucho lo que te dije antes Zhan-ge, no era mi intención ser así de grosero contigo, yo solo estaba... tan enojado y a la vez tan asustado...
– Ah Yibo, ni siquiera tienes que disculparte – respondió Zhan en un susurro.
– Claro que tengo Zhan-ge, yo-
– Tú – lo interrumpió Xiao Zhan – eres el mejor Capitán que he conocido, tan inteligente y talentoso, pero sobre todo, tan lleno de cariño para los suyos... así que no debes pedir perdón por querer proteger a tu gente, ¿está bien?
– Ahora... tú también eres de los míos Zhan-ge, es mi deber cuidar de ti – murmuró Yibo. El corazón de Xiao Zhan comenzó a latir con fuerza ante esas palabras.
Justo ahí, entre los brazos de Yibo, ya se sentía protegido, querido, y sabía que no necesitaba nada más.
– Yibo... – Zhan empezó a alejarse poco a poco de sus brazos – yo... – levantó la cabeza lentamente y entonces sus miradas se encontraron. Ambos tenían un brillo en los ojos que nos sabían cómo interpetar, sus corazones latían fuertemente y sus respiraciones se detuvieron de repente. Poco a poco, sus rostros comenzaron a acercarse, como si desearan ver más de cerca ese brillo que había encontrado en los ojos del otro.
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Tan Profundo Como El Mar - YiZhan
Fanfiction¡Leven anclas, icen las velas y suelten las amarras! Será mejor que comiencen a creer en historias de piratas, porque esta es una. ⚓ Derechos de la idea original: Nathan_978 Redacción de la historia enteramente de mi autoría. × Queda completamente...