¡Leven anclas, icen las velas y suelten las amarras!
Será mejor que comiencen a creer en historias de piratas, porque esta es una.
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Derechos de la idea original: Nathan_978
Redacción de la historia enteramente de mi autoría.
× Queda completamente...
Después de la pequeña conversación que tuvo Zhan con Yibo, este decidió que lo dejaría trabajando en la armería, pues era una actividad en la que ya tenía experiencia.
Las semanas pasaron y Xiao Zhan comenzó a vivir la aventura que tanto estaba buscando. No solo aprendió a hacer nudos y a no caer por la borda, también ayudó con la reparación de las armas y aprendió a disparar los cañones. A pesar de ser piratas, todos eran muy amables con Zhan y le enseñaban las cosas básicas sobre cualquier actividad dentro del barco, claro, lo hacían porque quisieran y no porque su capitán los tuviera amenazados.
Sin embargo, Yibo sentía que se le estaba olvidando algo, solo que no podía recordar qué era exactamente...
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– ¡Fuego!
Xiao Zhan se encontraba disparando uno de los cañones del barco bajo la orden del Primer Artillero, el señor Mao. Se habían topado con un barco pirata del extranjero, posiblemente Inglés, así que la pelea se desató rápidamente. Algunos piratas del barco contrario lograron escabullirse dento de Calamidad y comenzaron a atacar a los piratas a bordo.
Zhan estaba tan concentrado en su trabajo que no logró darse cuenta de que el enemigo ya estaba en la misma habitación, no hasta que sintió como el filo de una espada atravesaba su costado izquierdo.
– ¡Mierda!
Cuando la espada salió de su cuerpo, Zhan cayó al suelo mientras se quejaba y trataba de detener el sangrado con sus manos.
– ¡Levántate escoria! ¡No he terminado contigo! – gritó el pirata que lo había atacado, sin embargo, Zhan no se sentía capaz de moverse siquiera, el dolor y el miedo lo mantenían temblando en el suelo.
De repente, el pirata fue empujando hacia atrás por un fuerza invisible.
– ¡¿Qué carajos?!
Luego, algo atravesó su pecho justo en el corazón y en sus últimos momentos de vida, pudo apreciar como un hombre comenzaba a aparecer frente a sus ojos.
– B-brujería...
– ¿Nunca oíste hablar del Fantasma Marino? Qué lastima... – se burló SeungYoun mientras sacaba la espada de su pecho para luego dejar caer el cuerpo.
“Hai Gui” (海鬼 / Fantasma Marino) Al igual que el Demonio de los 7 Mares, el Fantasma Marino era una leyenda que los marineros solían contar. Nadie podía comprobar su existencia, pues como lo decían, era invisible, como un fantasma. ¿Quién podría comprobar la existencia de un fantasma? Solían contar que era un alma condenada a vagar por las aguas y que estaba en busca de venganza, de venganza en contra del Demonio de los 7 Mares. ¿Quién se hubiera imaginado que en realidad esos dos eran grandes amigos y navegaban en el mismo barco?
Xiao Zhan no podía creer lo que sus ojos estaban viendo, claro que conocía la leyenda del Fantasma Marino, sin embargo nunca creyó que esta fuera real, ya tenían más que suficiente con un pirata capaz de crear niebla obscura como para tener que preocuparse por uno que aparecía y desaparecía a su antojo.
