En Alquiler - [stucky]

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—¿Qué demonios?.— En un susurro casi imperceptible Sharon habla. Esta en shock por lo que sus ojos leen y su cerebro capta. Ahora en su cabeza las piezas del rompecabezas empiezan a encajar. Steve jamás tuvo a Bucky como novio, y dudaba si este era el nombre verdadero de aquel chico. ¿Lo poco que logró conocer de él en esta semana fue un fraude?, ¿Acaso Steve le dijo qué actuara de esa manera, inventando una personalidad falsa sólo para ellos?. Preguntas como esas rondaban su cabeza, su mirada se transformaba en una de odio, no hacía falta que Steve mintiera con ellos y menos que contratara a un prostituto o gígolo, o lo que sea que fuera aquel desconocido.

—Sharon, oye se que esto es estúpido y estoy rompiendo con tu tradición, pero necesito consultarte algo...— Sam se para frente a ella luego de haber entrado en la habitación. Lo cierto es que tocó la puerta unas tres veces y al no recibir respuesta decidió entrar a ver que es lo que sucedía y porque su prometida no abría.— ¿Sharon?, ¿Qué estas haciendo?— El moreno de forma curiosa ve la mirada perdida de la rubia y se preocupa, esta se levanta de forma rápida del mullido colchón y con pasos pesados se dirige a la habitación de su hermano mayor.

Sam mira confuso la marcha de Sharon y una vez que esta se pierde por el umbral de la puerta este dirige su mirada a la pantalla del computador.

—¿Qué es esto?, ¿Parejas de alquiler?.

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—¡Vamos este es el último!, te lo juro, ¿por favor?.— Bucky junta sus manos en forma de súplica y le dedica una tierna mirada de cachorro al mayor.

—Buck ya te lo dije, no puedes...

—¡Por favor!, es el último y luego hacemos lo que tu quieras, ¿si?.

—¿Qué tal si mi madre nos descubre?, pegará el grito en el cielo y nos regañará.

—No nos dirá nada, además estoy seguro de que cerré la puerta con seguro.— Sus palabras se ven interrumpidas porque la puerta es bruscamente abierta.

Steve levanta una ceja y dirige su mirada al castaño.— ¿Decías...?.— Por su parte este hace un puchero.— Sharon, ¿qué se te ofrece?, ¿ya rompiste mi laptop?, Le daba más tiempo de vida...— Comenta despreocupadamente mientras apaga la consola de vídeo juegos, al lado suyo escucha a Bucky bufar por lo bajo.

—Trajiste a un prostituto a la casa...— Brama la rubia menor furiosa, la expresión de Steve se desfigura a una confusa.

—¿Disculpa?.— Steve no entiende lo que su hermana quiere expresar con sus palabras y su rostro todo rojo.

—¡Eres un desvergonzado Steve!, ¿qué dirá mamá cuando se enteré de esto?.— La muchacha aferra sus brazos a cada lado del marco de la puerta apretando fuerte, clavando sus perfectas uñas en la madera.

—¿De qué debería enterarme yo?.— Sarah quien iba a la segunda planta de la mansión a buscar a sus hijos se detiene a saber que pasa por el escándalo que Sharon esta armando.

—Ni siquiera se de lo que esta hablando...— Steve aún sigue confuso y nadie hace más que poner dudas.

—Él.— La muchacha señala a Bucky quién deja caer el control de mando al suelo y se asusta.

—¿Bucky?, ¿Qué tiene que ver él en todo esto?.— Sarah igual de confundida que su hijo mayor pregunta.

—Es un prostituto.— Habla entre dientes la menor, pero aún audible para los oídos de todos los presentes en la habitación.

—¡Sharon por dios!.— Su madre reprende sorprendida por el vocablo de su hija.

—¡¿De qué demonios estas hablando y cómo te atreves a decir eso de él?!.— Steve grita encolerizado por las palabras que usa su hermana para referirse al castaño.