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Natasha Romanoff, ese era el nombre de la mujer que lo acompañaría toda una semana a la casa de sus padres y que se pondría en el papel de su "pareja". Ya todo estaba planeado, no había lugar para errores. Mañana temprano ella tocaría la puerta de su loft para ambos ir juntos a la casa de sus padres.

Eran alrededor de las nueve de la mañana cuando decidió salir por su desayuno a una cafetería.

[•••]

Washington D. C.

El castaño entra al café, su vista recorre todo el lugar en busca de su pelirroja amiga.

—¡Aquí Bucky!.— Natasha saluda al chico desde la parte de arriba, él solo asiente y sube en busca de su amiga.— Hey hola.— Saluda con un cálido abrazo.— Siéntate por favor.

—Bueno aquí estamos...— Bucky toma asiento.

—Me tome la libertad de ordenar por ti.— Señala la taza de café humeante sobre la mesa.

—¿Por qué me llamaste?.— Pregunta Bucky algo confundido yendo directo al grano.

—¿Recuerdas que me debías un favor...?.— La pelirroja sonríe siniestra, y Bucky teme por cuál sea su petición, ya que nada bueno venía de Natasha.— Bueno, es momento de cobrarlo...— Frota sus manos.— Ayer me llamaron y dijeron que tenía que hacer un trabajo por una semana, resulta que lo acepté, pero en el momento después de haber aceptado la oferta, Yelena me llamó para confirmar que íbamos a ir al spa por una semana. Lo que quiero decir es que no puedo fallarle a Yelena, le prometí ir si o si con ella. Porque si cancelo me matará...

—¿Quieres que yo vaya al spa con Yelena?.—Bucky alza una ceja incrédulo.

—No claro que no tonto...— Le corrige de inmediato Natasha.— Quiero que tú vayas con aquel sujeto y hagas mi trabajo.

—¿Qué?, No, no puedo hacerlo.— Se niega de inmediato el menor.

—Bucky, ¿recuerdas cuándo me pediste el favor de que yo te cubriera en tu cita con ese idiota de John Walker?.— él asiente.— Bueno, es hora de que tu me devuelvas el favor. Recuerda Bucky una mano lava a la otra. —Ella asiente lentamente.

Ciudad de Nueva York - 22 horas después

Su maleta ya estaba hecha, tenía las llaves de su coche en la mano, todo el loft ya estaba cerrado de manera segura en caso de algún robo. Lo único que faltaba era que aquella mujer tocase la puerta. Tres suaves golpes en su puerta suenan para que mire en su reloj y se sorprenda de lo puntual que es. Se levanta a abrir la puerta y con quien se encuentra lo desconcierta, no es la chica con la cual hizo el trato, es un chico alto y castaño, algo en él se despierta y reconoce que el contrario es adorablemente atractivo.

—Lo siento pero no compro galletas a exploradores...— Escucha una suave risa por su comentario.

—Mi nombre es Bucky.— Se presenta el extraño extendiendo su mano en clara señal de saludo, él al contrario no responde al gesto del castaño y decide ser directo e ir al grano.

—Bien Bucky, ¿qué quieres?, Ya deje en claro que no compro galletas a exploradores...

—No, de hecho yo vengo por Natasha. Es mi amiga y dijo que no podría venir porque tuvo un problema de ultima hora; anoche comió mariscos y tuvo una reacción alérgica...— Hizo una mueca de horror.— Ahora ella está internada en un hospital en Washington.— ¡Universo!, Como odiaba esto, ¿tenía todo planeado y esa chica justo comía algo que le causa una reacción alérgica?. Al parecer el creía que el universo odiaba su persona. Un suspiro pesado escapa de sus labios.

—Gracias por avisarme, pero ¿no pudieron avisarme por mensaje en vez de enviarte a ti?.— Cuestiona aún no entendiendo la situación, el mundo estaba actualizado, ¿no pudieron enviarle un texto?.

—¡Oh!...de hecho yo vengo para cubrir su puesto, verás ella me mando aquí para que yo la reemplace...— La cara de Steve es un perfecto poema mientras el mocoso rasca su nuca con evidente nerviosismo, él no había pedido a un chico.

—Disculpa...¿Bucky?.— El contrario asiente.— Si, bueno este es el tema, no soy un homofóbico ni nada de eso pero yo no pedí que un chico viniera...— Enarca una ceja pidiendo una explicación.

—Si, bueno...eso...— Empieza a tartamudear y ponerse más nervioso de lo que ya estaba.—Yo...De hecho no había más gente que pudieran mandar... Si eso.— Suspira de alivio el castaño por crear una excusa a tiempo.— Pero si tú quieres podemos cancelar, y podemos reembolsar tu dinero.

—No, no quiero el dine...— Se ve interrumpido por el tono de su celular avisando de una llamada entrante, saca su teléfono del bolsillo de sus pantalones, no se molesta en ver el emisor de la llamada y contesta.

~¿Steve?~ La voz de su madre, lo saca de todo aquel asunto con el castaño. Steve hace una seña a Bucky para que este le deje contestar y se da la vuelta para hablar más tranquilo.

—¿Mamá?.

~Hola cariño, solo llamaba para saber que le gusta más a tu pareja, ¿caviar o filete?~ Steve se da la vuelta para mirar al castaño y suspira, ni siquiera va medio día y ya tiene que lidiar con esto.

—Aguarda, ya se lo pregunto...— Aleja el teléfono de su oído y tapa el microfono de este.— ¡Hey mocoso!.— Bucky que estaba embobado mirando sus converse devuelve la mirada hacia Steve—¿Qué prefieres, caviar o filete?.

—Oh, bueno no soy tan fan de los huevos de pescado, pero el filete está bien, aunque prefiero las hamburguesas. Toda esa comida cara no llama mi atención...

—¡Filetes!— Responde a su madre.— Nos vemos allá, ¡adiós!.— Cuelga de inmediato.— No cancelaré, tú me acompañaras a casa de mis padres, y espero que tu amiga te haya puesto al corriente de la situación.— Alza su maleta del suelo y camina hacia la puerta, Bucky se hace a un lado para dejar pasar al rubio quien cierra con llave y sigue caminando. Se detiene en seco al no escuchar los pasos del contrario.— ¿Qué esperas?, ¡Vamos!.

Bucky se apresura en seguirle el paso arrastrando su maleta junto a él.

En Alquiler - [stucky]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora