•DEMON•

El fin

Enji miró por el rabillo del ojo a Izuku detrás de él con los brazos extendidos en su dirección. Sosteniéndolo con su don.

Su hijo permanecía quieto, únicamente inmovilizándolo. ¿Acaso era capaz de hacerle a su padre lo mismo que le había hecho a Shoto? Debería hacerlo, mas su mente estaba conflictuada.

Y no por el hecho de que fuese su familia, no podía recordar ni un solo momento de felicidad a su lado. Más bien era el miedo que le provocaban aquellos intimidantes ojos celestes mirándolo con desaprobación.

Katsuki seguía de rodillas frente al diablo. Su pierna y su hombro ardían como el mismo infierno. La sangre brotaba sin parar de su piel cercenada.

Torpemente, reuniendo todas sus fuerzas, irguió sus rodillas hasta ponerse de pie ante Enji. Sus furiosos ojos rojos parecían encendidos de ira, haciendo justicia a su naturaleza infernal.

-Seremos... Tú o yo, viejo -jadeó debilitado acumulando todo su don en las palmas de sus manos -y seré yo.

Con sus dedos tomó bruscamente las mejillas de Enji y con una sonrisa soltó su explosión contra ellas.

El rostro del gran señor del infierno se destrozó en el impacto. No quedó un solo vestigio de lo que fueron aquellas agraciadas facciones varoniles.

Capas de piel blanda calcinada caían al piso desprendidas del cráneo. Su lengua caía muerta contra sus dientes y ni un solo cabello podía observarse

Ahora solo era un cráneo quemado y astillado, con algunos restos viscerales dentro que poco a poco se desprendían.

Katsuki bajó sus brazos, y Enji cayó inerte a su lado. Se había convertido en demonio real que asesinó al rey del infierno, y eso lo convertía en el nuevos rey. Una historia repetida para aquellos infelices que ya llevaban muchos años condenados allí.

Izuku caminaba despreocupado por el palacio real. Ya no mantenía su don activado constantemente, ya no debía vigilar los movimientos de las personas con las que convivía para mantenerse a salvo.

-¡Oh, buen día Izu-chan! -escuchó a sus espaldas.

Volteó para encontrarse con un gran demonio pelirrojo, su mejor amigo y guardia personal Kirishima lo saludaba en un nuevo día.

Ambos demonios caminaron hasta el salón del trono, y allí lo vieron.

Katsuki estaba sentado en el trono real, con una gran corona sobre sus despeinados cabellos rubios.

Ignoró a kirishima el ex mosquito por completo, y se concentró en los sugerentes micro shorts negros de Izuku.

-Maldita sea, ven aquí -exigió sin ningún tipo de delicadeza hacía su lindo demonio peliverde.

Izuku corrió entre pequeños saltitos para sentarse en las fuertes piernas de su amado rubio, quien lo tomó de la cintura para acercarlo más contra su cuerpo.

-Eres tan sensual -soltó tomando su rostro con su otra mano. Sujetándole la mejilla suavemente, para luego acercar poco a poco su rostro y besar con pasión sus labios.

El cuerpo del pequeño demonio peliverde se derretía cada vez que Katsuki acariciaba su pecosa piel. Y su temperatura corporal aumentaba significativamente.

-Yo me largo -dijo Kirishima más para sí mismo que para su amigos, ellos estaban muy ocupados.

Despertó sin ningún tipo de dolor en su cuerpo o rostro. Sus facciones faciales estaban reconstruidas como si nunca antes hubiesen sido explotadas.

Miró a su alrededor, no había nada. Era una tierra lúgubre y húmeda, sin ningún tipo de flora o fauna.

-En los miles de años que viví alejado de dios, cometí un sólo error. Y fue tenerte a tí, ira.

Un viejo decrépito apareció a su lado. Su apariencia era descuidada y sucia. Tosía de vez en cuando, como si estuviese muy enfermo.

-¿Es que nuestra relación no te enseño nada? -continuó hablando -¿Qué fué lo que te cegó hijo mío? ¿Fue la lujuria de tener hijos? Si... ahí sellaste... sellamos nuestra perdición.

El anciano lo miró sonriendo con los pocos dientes podridos que le quedaban.

-¡Pudiste tenerlo todo, pero no mereces nada! -gritó estallando en risas, señalándolo con su dedo arrugado y uñas sucias -ahora nisiquiera eres rey de estas tierras vacías, ese soy yo. ¡Y aunque intentes asesinarme nuevamente de aquí no podremos salir, no podemos morir, viviremos en la nada con nadie más que nosotros mismos hijo mío!

Fin

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Hola compañerxs de Wattpad. Esta parte fué corta, pero porque en realidad tuve que haberla puesto en el cap anterior.

Como sea, la historia llegó a su fin. Es increíble​ como hay gente que lee esta historia desde los primeros días que la publiqué (hace exactamente DOS años. Sí, soy una mierda).

Espero que hayan disfrutado su lectura, y les guste el final. Seguramente escriba unos extras hot señorxs así que no se preocupen (?)

Ya no tengo más nada para decir, disfruté mucho escribiendo esta historia. Y no olviden pasarse por mi perfil! Tengo más historias y si gustan pueden donarme cafés. Muchas gracias ! Y saludos ! 💖💖

Les dejo foto de Katsuki en el trono c':

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