Ken
9:47 pm
¿He estado realmente vagando por mis recuerdos durante la última hora? Sesenta minutos. Sesenta jodidos minutos. Todos ellos malgastados en mi silla, mirando el techo, dejando pasar el tiempo y distrayéndome de... de... lo que sea que estuviera haciendo antes de que Manjiro se presentara en mi oficina.
Levantándome, me pasé la mano por la cara y tomé aire. No era como si no hubiera pensado en Manjiro en todo el tiempo, pero tenerlo aquí en mi oficina había avivado mis recuerdos. El sexo era caliente, las emociones profundas, y el final. Dios, el final. Hablando de verter sal en las heridas que no estaban tan cerca como él creía de curarse.
Me quedé mirando el espacio que él había ocupado no hacia tanto tiempo. Tres años, y él todavía podía hundirme.
Lanzando un suspiro, miré el lío de trabajo esparcido por mi escritorio. No era mucho, siendo el principio del trimestre, pero necesitaba hacer algo. ¿No?
Demonios, no podía recordar. Los papeles en mi escritorio no tenían sentido. El rígido horario que llevaba grabado en mi cabeza estaba tan claro como si estuviera escrito en chino ahora.
Estaba cansado. Tenía que ser eso. Después de todo había estado aquí todo el día, aparte de ir a almorzar con un amigo e ir a casa unas cuantas veces para sacar a mi perro.
Bueno, cualquier cosa que hubiera estado haciendo, podría esperar hasta mañana. Lo dejé todo donde estaba, ni siquiera me molesté en tomar mi maletín. No había ningún papel que revisar esta noche, así que no lo necesitaba. A medio camino de la puerta, me detuve y miré atrás a mi escritorio. La portada amarrilla de mi libro de geometría llamo mi atención, y recordé que había estado trabajando en mi conferencia de geometría que estaba casi medio hecha.
Y casi medio hecha era lo mejor que yo iba a conseguir esta noche.
Cerré la puerta detrás de mí y dejé el edificio prácticamente desierto. El camino de hormigón atravesaba el patio hasta el estacionamiento. Desde allí, crucé el parking, que estaba vacío con la excepción de un puñado de vehículos, al parque de la comunidad. Corte a través del parque, el paseo desde la puerta de mi oficina a mi casa era de un poco más de quince minutos. El mejor trayecto.
No el trayecto más corto que había tenido. Eso hubieran sido los tres o cuatro minutos que tardaba en ir de mi camarote a mi taller en la nave. Genial, excepto porque solía ser a unas horas horribles, y yo trabajaba hasta algunas horas profanas.
Existió un tiempo en donde la presencia de Manjiro hacía que las horas de mierda valieran la pena. Después de la escala en Guam, sabiendo que él estaría en el taller hacia la vuelta al trabajo la mejor parte del día. Unos pocos meses después, caminar al taller se sentía como ir a la silla eléctrica. Cada. Mañana.
Me preguntaba cuanto tiempo pasaría antes de que esta excursión agradable a través del parque se convirtiera en una caminata a la hora.
Es solamente un trimestre, y son sólo dos noches a la semana. Puedo manejar esto.
Coloqué mis pulgares en los bolsillos y seguí caminando. Aunque septiembre estaba a más de la mitad, el final del verano no había abandonado la ciudad todavía. Tomé una respiración profunda, no podía dejar de notar como la humedad que sentía en la parte posterior de mi cuello y espesaba el aire lo suficiente para recordarme al calor tropical y denso de Guam.
Me estremecí y sacudí la cabeza, dejando que el marinero en mí murmurara una serie de maldiciones a la noche. No podía hacer nada sobre esto. Durante doce semanas, Manjiro estaría en mi vida, así que solo podía aguantarme y lidiar con ello.
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𝐃𝐞𝐥𝐢𝐫𝐢𝐨 (drakey)
FanfictionManjiro Sano no buscaba una segunda oportunidad cuando se apuntó a la clase que enseñaba su ex. Todo lo que quiere aparte de aprobar su grado es la oportunidad de mejorar las cosas con el hombre que amaba e hirió cuando se separaron tres años atrás...