Verdad a medias.

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Me diagnosticaron depresión a los catorce años, bulimia a los quince y anorexia a los dieciséis.

Mi generación creció abombada de estereotipos, de un deber ser que no era sano, no era fácil llevar la adolescencia en un mundo donde todos competían por ver quien era más flaco, no era fácil ser la chica de 14 años con depresión, ni la adolescente de 16 con problemas alimenticios.

Y no era para nada fácil llevar una mente autodestructiva como la mía en ese momento, con un padre como lo era el mío, Tomas Ledesma el militar mas conocido y prestigioso de la ciudad, el padre mas abusivo y maltratador también, las dos caras de una misma moneda.

Todo esto me llevo a años de terapia e internaciones, me llevo a buscar formas de querer escaparme de mí y usar a las personas como forma de descarga.

En ese aborigen que era mi vida apareció ella, me escucho, me abrazo y me aconsejo sin pedir nada a cambio. Mi Luisi me salvo. En cuestión de un mes se volvió mi mejor amiga, me hice amiga de sus amigas y todo iba bien, cuando estaba con ella sentía que mi vida estaba bien, entre sus brazos nada dolía, la depresión no existía, los golpes de mi padre tampoco, la comida no me atormentaba tanto y las heridas por momentos se cerraban.

En ese entonces mucho no entendía de porque ella me daba tanta paz.

Hasta que todo empezó a ir mal...

- ¿por eso te pusiste tan mal cuando mama pregunto por ella?

- Si

Mi hermanita no podía entender todo, no le entraba en la cabeza, había mucho que no sabía. Cuando me fui a España ella tenía 14 años y preferimos decirle que me iba a un intercambio de estudio.

- ¿ Y después que paso? Porque yo la vi en casa un tiempo antes de que vos te vayas a España

En ese momento entro Marina a mi cuarto y me salvo, no sabía cómo seguir contándole cosas a mi hermana sin tener que decirle la verdad de todo.

- Hola amiga, hola hermosa ¿todo bien? – Marina me miro con una cara ente extraña y preocupada al ver la tención que había en el cuarto

Marisol no respondió, estaba pensativa

- Marisol queres ir, después seguimos hablando- Trate de hablarle con la voz más dulce que me salió en el momento, ya que el nudo en la garganta no me permitía ni siquiera respirar

- Bueno- Marisol se levanto y se fue a su habitación, no dijo mas nada, no me miro ni a mi ni a mi amiga, en ese momento me entro la preocupación de no saber si había hecho bien en contarle todo eso.

Cuando mi hermana cerro la puerta, Marina vino corriendo a mi lado y me abrazo, sin decir nada, sin pedir explicaciones, me abrazo por los dos años que llevábamos sin vernos, me abrazo por la angustia que sabia que estaba cargando dentro mío, me abrazo y yo no hice mas que llorar, sacar todo de adentro, lloré hasta quedarme sin lágrimas, hasta que mis ojos no dieran mas y mi cabeza me pidiera parar por el dolor.

'' Miedo a volver a lo que me costó tanto salir, hace años esa frase me persigue, hace años ese miedo no me deja en paz. Cuantas calorías consumo por día, cuantos desordenes me vuelvo a causar. Empiezo a fumar, se vuelve mi amigo, siento que me calma, aprendo a sobrellevar la situación, a sobrellevarme a mí, la tarea más difícil de mi vida, sobrellevarme a mí.''

Cuando logre calmarme, me levante del piso y me senté al lado de la ventana, agarre mi mochila y saque mi atado de cigarrillos, haciendo el intento de prenderlo

- ¿Seguís fumando?

- Y.. alguno de los vicios me tenía que quedar- dije con una media sonrisa contagiando a mi amiga

Volviendo a ti.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora