Me sujeto del brazo y me llevo hacia la primera habitación que encontró vacía, yo no me resistí, solo camine con ella sin decir absolutamente nada.
Si me ponía a prensar solo cinco segundos en lo que estaba pasando, me hubiera soltado de su agarre y hubiera vuelto con mi novio, pero en verdad es que en el fondo muy en el fondo yo necesitaba esa charla, aunque me lo ocultara a mí misma, no estaba preparada para ello, ¿Qué iba a tener que decirme después de tanto?- ¿Me podés soltar de una vez? Ya estamos solas, es lo que querías, habla, tenes 1 minuto. – Sentí como su mano aflojaba el agarre y me dejaba libre, hubo un silencio incomodo, ella en ese momento intento acortar la poca distancia que había entre nosotros, pero en el intento casi se cae - ¿Amelia estas borracha?
- No – Quiso sonar normal, pero la verdad es que no le salió para nada, dios como podía hacerme esto.
- Estas borracha Amelia te conozco, seguís igual, no cambiaste nada, te juro que no entiendo cuando vas a empezar a hacer algo por vos, encima venís, me agarras, me traes acá para hablar sabiendo cuanto odio verte así después de todo lo que paso- Soy consciente que estaba siendo muy dura y que mi tono de voz se iba elevando cada vez más, pero es que de verdad no podía creerlo
- No me digass eso, yo solo necesitdfo explicarte lo que paso- Definitivamente estaba borracha, alargaba tanto las palabras que casi ni se le entendía lo que decía
- No me interesa ninguna explicación Amelia, no quiero saber más nada con vos, necesito seguir mi vida, necesito seguir sintiendo que sin vos puedo vivir, aunque a veces sienta que no lo logro, deja de buscarme por favor, nunca te importe y ahora apareces así de la nada a querer explicarme algo que yo ya no se si me interesa saber.
- Luisita sabess que las cosaas no son así- Sus ojos se inyectaron en lágrimas, cuanto odiaba verla así, pero no podía aflojar, aunque me muriera por abrazarla
- ¿Sabes qué pasa? Que yo a vos te quise como nunca y cuando te fuiste te lloré como a nadie, pero ya me cansé de vivir en mi cabeza lo que nunca paso y lo que siempre quise tener a tu lado, amigas, siempre amigas fue el trato, pero también fue nunca desaparecer de la vida de la otra y vos lo hiciste, vos te fuiste a tener una vida nueva, no quiero volver a sentir que me cuesta respirar si no te veo, si no me abrazas y si no estás conmigo, déjame ir por favor. - Abrí la puerta y salí sin mirar atrás, si lo hacia no iba a poder dejarla ahí sola llorando, jamás lo había hecho, sabia que me iba a arrepentir, pero no me podía permitir volver a caer, me fui a buscar una cerveza y a encontrarme con Sebastián, había salido a divertirme y es lo que iba a hacer.
NARRA AMELIA
No sé cuánto tiempo estuve en ese cuarto hasta que Marina me encontró, tampoco sé cómo llegue a mi casa, el ultimo recuerdo que tengo de esa noche es estar yéndome y ver a Luisita bailando y besándose con Sebastián.
Me giré sobre mi misma para agarrar mi celular que según yo estaba en mi mesa de luz, cuando sentí un grito- ¿AMELIA QUE HACES? Quédate un poco quieta dios mío, es una pesadilla dormir con vos
- ¿Marina que haces acá? Espera ¿Estoy vestida? – Me quite de encima las sábanas que me cubrían para verificar que cada prenda de ropa estuviera en su lugar
- Ja ja ja, ni en tus mejores sueños podrías acostarte conmigo reina
- Jajajaj te quiero, pero que estás haciendo acá?
- ¿No te acordas de nada?
- Yy.. tengo un vago recuerdo- Las risas que había hacía unos segundos en mi habitación desaparición por completo en el momento que todas las imágenes de la noche anterior volvían a mi cabeza
- Ya... ¿Queres contarme que paso en esa habitación?
- Paso que volví a quedar como una completa idiota, no entiendo porque hice eso, sabiendo que ella odia verme así después de aquella vez, que le prometí nunca mas emborracharme de ese modo y va que no solo me emborracho, sino que voy la agarro y la encierro en una habitación para hablar de algo que ni yo tengo muy claro como decirle.
- Bueno tranquila ¿Vos estas segura que queres contarle todo lo que paso?
- Amiga, ella piensa que nunca me importo, piensa que no la quiero ni nunca lo hice, pero es que al mismo tiempo tengo tanto miedo, juro que por lo menos me conformo con ser su amiga.
- Convengamos que nunca fueron otra cosa mas que amigas
- Ya, lo se
- Mándale un mensaje, y decile de quedar, explícale lo que consideres necesario y así también te sacas un peso de encima o al menos tratas de liberar un poco de esa angustia que te oprime el pecho
- ¿Estas loca? Me va a rechazar, además no tengo su numero
- Esas son excusas, yo te consigo su número, pero hacelo, por vos y por ella
- Esta bien, lo voy a hacer
- Y ahora tengo que irme, que mi madre me va a matar ya son la una de la tarde y yo no piso mi casa desde ayer
- Avísame cuando llegues
Marina se levanto de la cama y se cambio para marcharse a su casa, yo me quede el resto de la tarde acostada en mi cama, no tenia fuerzas ni ganas para nada, además de la terrible resaca que cargaba, hacia tanto no me sentía así que creo no quiero volver a beber nunca más.
Ya eran las 19:00 pm y decidí levantarme a ducharme y comer algo, tenia el estomago cerrado, pero hace años me prometí a mi misma no volver a dejar de comer.
Estaba en la cocina preparándome un sándwich cuando me llego un mensaje de Marina con el contacto de Luisita. Tenia que escribirle, tenia que hablar con ella y hacerle saber que ella lo era todo para mí, que si me importaba y que, aunque pasaran los años nunca iba a dejar de quererla.
Tomé coraje y le escribí
'' Fuiste mi historia favorita,
no te lo voy a negar,
aunque lo único que no quería era llegar al final.
Las paginas de nuestra historia,
cada instante que vivimos,
cada momento que estuvimos,
se perdieron con la brisa del destino.
Y así entendí que el tiempo no perdona
y el mío ya estaba contado,
pero antes de irme me prometí
que también en la próxima vida te encontraría.
No sé si habrá próxima
o si solo en esta tuve la fortuna de tenerte,
solo sé que respirar era más fácil y bonito a tu lado.''
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Volviendo a ti.
Hayran KurguEl amor duele, pero mas duele el amor que no llego a ser. Dolor, distancia y cicatrices, preguntas que no tuvieron respuestas, hasta ahora. ¿Podrán darse una nueva oportunidad después de tantos años?