A corazón abierto.

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Ni bien mande el mensaje deje el celular en mi habitación y me volví al comedor a ver tele, no quería ver la respuesta, me temblaba cada parte del cuerpo.

A eso de las 23:30 pm decidí que ya era hora de acostarme a dormir, no estaba trabajando ni estudiando y eso no era una situación que me gustara mucho, asique había decidido levantarme bien temprano para salir por lo locales del centro a ver si encontraba al menos algo de medio tiempo.

Cuando entré a mi habitación vi que justo la pantalla de mi móvil se encendía, ¿Sera ella? Me acerqué con miedo y lo recogí, pero no, no era ella, era una maldita notificación de YouTube recomendándome una canción que jamás iba a escuchar. Entre a Whats App y no, no había señales de una respuesta, sino mas bien dos bellos tildes azules, deje el celular sobre la mesita de luz cargando y me acosté a dormir, o a intentar dormir, todos mis recuerdos con Luisita aparecieron como un tsunami en mi cabeza, no podía parar de llorar, no podía parar de odiarme a mi misma por llevarnos a ambas a esta situación.

Como puede ser que a veces queramos tanto a alguien, pero lo queramos mal, siempre fui de decir que con el amor no siempre alcanza, pero nunca pensé que iba a ser yo la que tuviera que entenderlo a la fuerza ¿Dónde van todas aquellas palabras que no dijimos a tiempo? ¿Dónde va todo lo que no nos animamos a hacer por miedo? Ahora siento que todo eso es un gran nudo en mi garganta que cada vez ajusta mas y me va sacando poco a poco el aire.

8:30 AM sonó mi despertador, lo que menos quería era salir de la cama, pero tenia que empezar a hacer algo por mi vida, asique decidí levantarme e ir al baño a lavarme un poco la cara y los dientes, volví a mi habitación y agarre mi celular para ya dirigirme a la cocina a desayunar algo antes de salir a buscar trabajo.

La verdad es que en lo que menos estaba interesada era en entrar a Whats App, no quería seguir viendo ese tilde azul de Luisita, pero no quedo otra ya que quería hablar con Marina para que me acompañara en mi búsqueda laboral.

Entre a esa bendita aplicación y ahí vi su mensaje

-	¿¡¿¡ME DIJO QUE SI?!?! – Grite a viva voz sin poder creerlo

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- ¿¡¿¡ME DIJO QUE SI?!?! – Grite a viva voz sin poder creerlo

- ¿Quién te dijo que si a qué? - escuche la voz de mi madre entrando a la cocina

- Eh? Nada, nadie, chau tengo que irme – Sali corriendo a cambiarme y mientras me iba de mi casa llamaba por teléfono a Marina para quedar en algún café y desayunar juntas

- Hola amiga

- Hola Maru, ¿cómo va?

- Yo iba muy bien hasta que mi mejor amiga me llamo como una loca para que quedara con ella

- Ya perdón, es que te necesitaba. Funciono, Luisita me respondió y acepto en quedar conmigo esta tarde, tengo miedo no se que decirle, no se por donde empezar ¿Y si no me quiere escuchar? ¿Y si una vez que sepa todo me odia más? ¿Y si no me animo a decirle nada?

- ¿Y si respiras un poco? Madre mía hija que te vas a hiperventilar

- Es que estoy muy nerviosa

- No si ya lo noto, vamos a desayunar que muero de hambre y así vos también te tranquilizas un poco y después te acompaño a buscar trabajo así ocupas la mente en otra cosa también.

Volviendo a ti.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora