Alex se echó el pelo detrás de las orejas y se bajó el gorro para que le cubriese más. Se cerró el abrigo y salió de su casa con su monopatín en la mano.
Era un frío lunes y no había nadie en la calle, eso facilitaba el hecho de poder ir rodando tranquilamente por la acera.Había quedado con Nick en la puerta del instituto y no quería llegar tarde, así que fue con más velocidad, pero no vió un adoquín salido y se fue volando por los aires. Para suerte, o no tanta, cayó sobre algo blando.
- Agh, mierda. - Alex se tocó la cabeza, tenía un rasguño. - Esto está blandito. - Tocó con el dedo índice la superficie sobre la que estaba.
- Sí, porque has caído sobre mí. - Una voz femenina sonó debajo de ella.
- Ay, perdón. - Se levantó rápidamente, con las esperanzas de no haberse roto nada, y a la otra persona tampoco.
Ya de pie, pudo ver a una chica en el suelo, tenía el pelo de color rosa con tonalidades azules y una expresión de dolor.
- Te voy a denunciar por atropellarme con ese coso de cuatro ruedas. - Dijo seriamente mientras abría los ojos lentamente.
- Por favor no, te compraré chocolate, lo que quieras, pero no me denuncies, que mi madre me mata. - Extendió el brazo para ayudar a la otra chica a levantarse.
Ella se levantó y la miró severamente.
Sus ojos negros le provocaron escalofríos, de los malos.Hasta que se rió.
¿Eso era bueno?
¿No la iba a denunciar?
- Tranquila, tampoco soy tan mala. ¿O sí? - Levantó una ceja para luego reírse de nuevo. - No pasa nada, pero ten más cuidado la próxima vez.
- Perdón, de verdad, es que llego tarde. - Se rascó la parte trasera del cuello, le había crujido. - No volverá a pasar.
- Eso espero. - Cerró la conversación con un tono agradable.
- Que sujeto más agradable. - se dijo a sí misma Alex cuando ya se habían alejado lo suficiente.
Continuó el camino en su skate, con más cuidado, hasta llegar a su instituto.
Allí buscó a su amigo, pero no lo encontraba por ningún sitio, así que se sentó en las escaleras para esperarle. No tardó en ver un coche blanco aparcar en doble fila.
Después salió su amigo con su abrigo en la mano.Su pelo rubio estaba un poco despeinado, tenía algunos mechones de un color marrón claro, mientras que otros eran completamente rubios. Sus ojos color azul claro vagaban de un lado a otro en busca de su leal compañera.
No tardó mucho en visualizarla y dirigirse hacia ella.
- Buenos días bellísima dama con algo rojo en la frente. - Sonrió
- Cállate. - Le ordenó Alex mientras se frotaba el chichón y se lo tapaba con el pelo. - Me he caído con el skate.
- ¿Que ha sido está vez? ¿Una paloma se ha posado en tu cabeza?
- Un adoquín estaba suelto y me he caído y he atropellado a una chica.
- ¿Te va a denunciar?
- Creo que no, o eso espero.
Nick sonrió de forma ladina y miró el reloj. - Vamos entrando, que tenemos presentación.
Alex rodó los ojos, a primera tenían con la profesora de historia, su tutora, una profesora estricta y aburrida.
- Uy sí que divertido, nos va a hablar de la historia del instituto y de su primer director y de que la guerra y más cosas tan mierdas como su clase.
- Esto Alex..
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Rodando Hasta Tu Corazón
Novela JuvenilAlex es una chica de 16 años, es skater y toca en una banda con sus dos mejores amigos, Nick y Damian. Ella no cree en esa tontería del amor, de amor a primera vista, del alma gemela... ¿Pero que pasa si conoce a alguien que revuelve todo eso? ¿Que...