3. Nos colamos en el instituto

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– ¿Qué hacéis aquí?

Una figura femenina muy bien formada se hizo presente por la puerta, su forma de hablar era ligeramente arisca, indicando poca felicidad al encontrarse a los chicos allí.

– ¿Olivia? – Alex la reconoció por su forma de moverse, siempre estirada, como si tuviese cada paso planeado. – Estábamos, esto... Estaba ayudando a Nick... Para hacer unos ejercicios de... – La pelirroja la miró directamente a los ojos, un escalofrío recorrió su espina dorsal de arriba a abajo, se quedó paralizada, sin saber que hacer. Simplemente le devolvió la mirada y sintió como todo a su alrededor se detuvo.

– Alex me estaba ayudando con un ejercicio de matemáticas, voy a una academia de matemáticas y no comprendía un ejercicio. – Dijo su amigo de forma avispada, mientras le agarraba por los hombros.

– ¿Las academias extraescolares no sirven para reforzar y resolver dudas del curso? – Preguntó en tono vacilante.

– ¿No? – Su agarre había pasado de ser un agarre de apoyo a un agarre temeroso, usaba más como escudo a Alex que como ayuda.

– ¿Y por qué resolveis aquí las dudas en vez de hacerlo en el recreo, o haberlo hecho en clase?

Ahora mismo, los chicos se la podían imaginar cómo uno de esos mosquitos que vuelan por la cabeza a las tres de la maña y no dejan dormir.

– Porque es más calmado que fuera. – Defendió Alex esta vez.

La pelirroja arqueó una ceja y se apoyó contra el marco de la pared. – No se lo traga ni alguien que se esté muriendo de hambre. ¿Queríais recuperar el papel ese no?

– Sí. – Se rindió Alex. – Pero...

– Ocurrió algo... Inesperado. – Añadió Nick.

Olivia hizo un gesto con la mano indicando que continuasen.

Alex se puso la mano en la parte trasera del cuello. – No es muy agradable.

– Me da igual si es agradable o no, quiero chisme.

– Vimos a la profesora

– Ey chicos. – Mike acababa de entrar. – ¿Qué hacéis todos aquí?

Su hermana rodó los ojos, Mike siempre aparecía de la nada y en los momentos más inadecuados.– Estaban a punto de contarme lo que vieron en la clase de la profesora Anderson, pero has llegado tú.

– ¿Y que hacíais allí?

– Recuperar la nota – Respondió Nick al borde de la risa por la situación. – Pero vimos algo y vinimos aquí, justo para encontrarnos con tu hermana.

– Y echarme un montón de mentiras a la cara. – Añadió la pelirroja.

– ¿Y como ibais a recuperarla? – Continuó Nick, como si su hermana no hubiese hablado.

Era una pregunta completamente inocente, pero los amigos no se habían preguntado eso, simplemente tenían pensado entrar y cogerla, pero no se les había pasado por la cabeza que pasaría si les pillaban.

– Pues, entrar y cogerla.

– Ahora, ¿en plena luz del día?

– Pues sí.

– Yo creo que tenéis que tener un plan, si tan importante es para vosotros ese papel, tenéis que tener algo pensado, como por ejemplo: cogéis un papel exactamente igual y escribís cualquier cosa, luego venís por la noche, lo cambiáis y ya está.

– El colegio no estará abierto por la noche. – Dijo su hermana con intención de molestar.

– De hecho, este instituto sigue abierto hasta las nueve, porque dan unos cursos para adultos, supongo que para  limpiarlo y cerrarlo estará abierto hasta las diez como mucho. – Añadió Alex con los ojos brillantes mirando directamente a Olivia, quería callarla. Ese plan le había parecido ingenioso.

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