Encuentros Afortunados [Completa✓]

Extra - Parte I

"Boda de Alexandro"

Alexandro
Hoy es el día, hoy esperaré a la mujer que no es el amor de mi vida en el altar.

¿Qué carajo estas haciendo? me reclamaba mi conciencia.

—Todavía puedes correr

—Que gracioso Matt

Estaba en mi habitación alistandome con Matt al lado, la noche de mi despedida de soltero fue tomar y tomar mientras me quejaba de lo tanto que odio hacer esto, lo único que me mantiene aquí es pensar que lo hago por su bien, por que ella no se lastime de nuevo y no pase  nada malo.

—Hermano esto no es lo que quieres y lo sabes

—¿Y que otra cosa puedo hacer?

—No lo se, tal vez ir a México a buscar a la que sí es el amor de tu vida y dejar a la arrastrada de Barbara de una vez por todas

Una risa sarcástica salió de mis labios mientras negaba lentamente con la cabeza.

—Tu no lo entiendes

El sonrió decepcionado y camino a la puerta

—Te espero afuera Alexandro

Y sin más salió a encontrarse con Camila, ella vino de España para la boda pensando que era mía y de Aliah.

Aliah... tan sólo pensar su nombre me duele. Recordar sus ojos cristalizados cuando me fui de su habitación, recordar su cálido abrazo y sus labios... Suaves y dulces.

Las lágrimas amenazaron con salir pero las contengo. Y un golpe en la puerta me hace salir de mis pensamientos.

La puerta se habré dejando ver a una rubia entrar a la habitación.

—Matt me dijo que no puedes con el moño, ¿te ayudo?

—Te lo agradecería mucho

Ella me sonrió y se acercó lentamente a mi, alzó la cabeza para observarme y su barriga chocaba con mi abdomen, Cami ya tenía 7 meses de embarazo y a decir verdad se les veía muy contentos y emocionados a los dos por ser papás.

—Dilo— dije después de un largo rato en silencio

—No tengo nada que decir

—¿No?

Ella nego con la cabeza y siguió en lo suyo, para luego volver a hablar.

—Creo que ya estás lo suficientemente grandecito para saber que hacer con tu vida, si crees que tu destino es casarte con esa mujer adelante.

—No la amo— confesé

—Lo sé— dijo tranquilamente

Y entonces entendí que me estaba dando mi espacio y que sin presionarme yo iba a decir absolutamente todo.

—Cami

—¿Si?

—¿Crees que si le escribo me responda?, ¿me habrá bloqueado o eliminado?

Ella sonrió y se sentó en la cama dando pequeñas palmaditas a su lado para que tomará asiento, lo cual hice.

—Sólo hay una manera de saberlo

Y sin dudarlo tome mi celular y la busque entre mis contactos, abri el chat y escribi.

Dime, pideme que no lo haga y no lo hare.

Pasaron los minutos y ella no contestaba, debe estar ocupa.

Estoy apunto de eliminar el mensaje para que no lo vea, pero las palomitas se ponen azules y se que lo ha leído, el pánico de que me rechace me invade y escribo otro mensaje sin pensar.

Lo siento en que estaba pensando, me casaré con la mujer que amo en unas horas y yo aquí rogandote.
Hasta nunca Morgan.

Lo mando y no es hasta que lo leo de nuevo que me doy cuenta que la cague y muy feo, mi corazón se rompe al ver que ella lo lee pero no contesta y me imagino debe estar destrozada.

—Clark...

—Ya estoy listo será mejor que vayamos a la iglesia, no quiero llegar tarde a mi boda.

Cami no dice nada y sólo asiente fingiendo una sonrisa.

Caminamos fuera de la habitación y veo como mueve lentamente la cabeza una vez que ve a Matt y este agacha la cabeza con un resoplido.

Nos subimos al auto y conduzco hasta la iglesia, todo está adornado con flores de colores claros, los invitados empiezan a llegar y a tomar asiento. Mis padres están en primera fila mirándome con una sonrisa forzada y una desilusión en sus ojos.

Todos se ponen de pie cuando la típica música de matrimonio suena por todos lados, indicando que la novia va a entrar.

Barbara entra en un vestido blanco esponjoso con una gran cola, el corset tiene pequeñas mariposas con pedrería en estas y en el velo, tiene un ramo de rosas blancas y una gran sonrisa adorna su rostro.

Quisiera decir que comparto su felicidad pero no es asi.

Llega a mi lado y los dos nos volteamos con el padre. Inicia la ceremonia, decimos nuestros votos y viene la parte de la verdad para la que estuve ensayando y practicando.

—Alexandro Clark, ¿aceptas a Barbara Cortés como tu esposa para cuidarla, amarla y respetarla en la salud y en la enfermedad hasta que la muerte los separe?

Mi garganta estaba seca, mis manos sudaban y tenia todas las miradas en mi, quería decir que si; pero las palabras no salían de mi boca y mi mente sólo pensaba en una cosa o más bien en alguien.

Aliah, mi Aliah.

xxxxx
Holaaa, si yo se que dije fin de semana pero anduve ocupada.

Sin embargo aquí les dejo este pequeño extra para que tengan que leer hasta que actualice "Secretos y Mentiras" .

No olviden votar y comentar que les pareció.

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