Te revolviste en la cama, no conseguías estar cómoda en esa postura. Repetiste el proceso a los diez segundos, y otra vez, y otra vez... Los ladridos de Bepo no ayudaban mucho. Siendo un fin de semana querías dormir. Estabas en mitad de época de exámenes, pero querías descansar aunque sólo fuera un mero instante por las mañanas. Pero claro, eso hoy parecía imposible, entre otras cosas por el dolor infernal que sentías en la parte baja de tu torso. Esa era la razón principal por la que no podías dormir, ni dejabas dormir a otros...
Law estaba despierto desde hace un rato, aunque no lo mostró. Estaba intentando buscar una solución razonable para tu comportamiento, pero a esas horas de la mañana era difícil pensar hasta para él. Suspiró y se dio la vuelta para encontrarse con tu espalda, donde hasta hace unos segundos había estado tu cara. Se inclinó un poco más hacia ti e intentó descifrar alguno de los ininteligibles sonidos que estabas soltando. Bepo seguía ladrando de fondo.
"Bepo, cállate" Gruñiste, aunque tu voz sonó apagada porque tenías la cara hundida en la almohada. Law se extrañó, nunca te habías dirigido así a nadie, menos a Bepo. Rodeó tu torso con los brazos, imaginando una posible, casi segura respuesta a lo que estaba ocurriendo. Te relajaste un poco en el abrazo de Law, pero no estabas calmada ni mucho menos. Law acercó los labios a tu oído mientras te abrazaba con fuerza, pero no la suficiente para ser dolorosa.
"(Tu nombre)... ¿estás bien?" Negaste rápidamente con la cabeza y empezaste a comprimirte, tus brazos aplastando tu torso y las piernas pegadas al pecho, formando una posición fetal casi perfecta. Soltaste un maullido que sonó bastante a dolor. Hiciste de tripas corazón e intentaste darte la vuelta de nuevo, mirando a Law con una expresión molesta en el rostro.
"¿Te parece que estoy bien?" Gruñiste, apretando más los brazos a la fuente del problema, y Law se llevó los dedos la barbilla. Estaba casi seguro de que era eso... Apostó por preguntar, a pesar de tu evidente mal humor.
"(Tu nombre), ¿cuándo fue tu último ciclo menstrual?" Sí, vivíais juntos y sí, Law era doctor así que debía conocer tu estado, pero el caso es que no lo conocía. Esperó pacientemente la respuesta, viendo cómo te retorcías de dolor en la cama.
"No lo sé, ¿hace cuántas semanas? ¿Tres, cuatro? ¡No me acuerdo!" Dijiste frustrada. Law suspiró y se levantó de la cama, un escalofrío recorrió su espalda cuando sus pies hicieron contacto con la superficie del suelo. Le miraste curiosamente a pesar del insoportable dolor de tu vientre. Le viste entrar en el baño, y salir poco después con una pastilla y un vaso de agua en mano. Se sentó de nuevo a tu lado en la cama y te los ofreció. No tardaste tiempo en tomarla, por mucho que odiases las pastillas. Te bebiste el agua de una sentada y suspiraste. Law sonrió y dejó el vaso sobre la mesa de noche antes de meterse de nuevo entre las sábanas, a tu lado. Le sentiste rodear tu cuerpo con sus brazos y comenzaste a acariciar el dorso de sus manos una vez estas estaban presionadas suavemente sobre tu vientre, trazando reconfortantes formas aleatorias. Echaste la cabeza hacia atrás, dejando que colisionara con su pecho, y sonreíste. "Law, siento haberte hablado así" Susurraste. Escuchaste una profunda risa detrás de ti, y te sonrojaste.
"No pasa nada, es natural. Ahora duerme, lo necesitas" Asentiste e intentaste quedarte dormida de nuevo, lográndolo exitosamente a los minutos.
POV de Law.
Noté como (tu nombre) se quedaba dormida. Era curioso como, después de dos años de relación, nunca había presenciado uno de sus ciclos menstruales, quizá nunca me lo dijo. A pesar de que sus manos ya no estaban sobre las mías, sino desplomadas sobre la cama, seguí tranzando formas en la fuente de su problema, esperando así borrar un poco de dolor que ya debería haber subsistido un poco.
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La felicidad existe.
FanficSecuela de "¿Me guardas un secreto?" Ha pasado un tiempo desde que te mudaste a casa de Law y terminaste el instituto. Sin embargo, ¿cómo será tu vida ahora? Law y tú.