Capítulo 12: Día de limpieza.

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Después de unos días de clase en la autoescuela había llegado por fin el día del examen teórico. La verdad es que te sentías nerviosa, pero estabas segura de que el pobre moreno lo estaba también. Esto era extraño en Luffy, siendo el inocente y descarado adolescente que era. Sin embargo ese día se notaba más tenso, probablemente porque sus hermanos le habrían obligado a aprobar pasase lo que pasase, te compadecías de él.

Apareció en la sala vuestro instructor, el señor Smoker. Habías descubierto, gracias a Luffy, que era también profesor de Educación Física en el instituto del chico, así que ya le conocía. Pero a pesar de ser tan bueno en los deportes como era, el profesor parecía haberle cogido manía. Este entró con una pila de folios bajo su brazo y los dejó descaradamente sobre su escritorio.

"Bien, espero que recordéis que hoy era el examen, más os vale haber estudiado" Que nunca falten los ánimos Pensaste sarcásticamente y lanzaste una última mirada a Luffy, se notaba que estaba nervioso. Parecía difícil de creer, quién sabe qué horribles cosas le harían sus hermanos si llega a suspender... El señor Smoker empezó a repartir los exámenes, la tensión creciendo en el aire a cada segundo. Una vez tuviste el tuyo frente a las narices le echaste un vistazo rápido a las preguntas. Ciertamente era un examen bastante fácil. Smoker se aclaró la garganta antes de sentarse cómodamente en su silla. "Tenéis una hora justa para hacer el examen. Quien lo termine aunque sea un solo segundo después está suspenso" Con eso empezasteis a hacer el examen cuanto antes.

Era increíble como, pasada la media hora, varias personas se habían ido de la haitación. Se notaba a kilómetros que estaban apunto de explotar, no soportaban más presión. Tú, sin embargo, te mantuviste firme a pesar de la falta de tiempo, el control parecía interminable. Lanzaste una mirada furtiva a Luffy, que estaba mordiendo el bolígrafo desesperadamente y notaste un pinchazo en el corazón. No soportabas ver al joven en ese estado, pero sabías que tus principios no te permitirían hacer trampa. Quizá podrías convencer a sus hermanos de que no le castigasen... Lo dejaste pasar y seguiste con el examen.


¡Por fin! Exclamaste mentalmente, casi sin poder evitar estrellar el bolígrafo contra la mesa. Suspiraste discretamente y miraste a tu alrededor. La primera persona que tuviste en vista era Luffy, que estaba mirando el examen no muy convencido con sus respuestas. De nuevo sentiste ese pinchazo en el pecho, te irritaba no poder hacer nada. Pasados unos cinco minutos, Smoker se levantó abruptamente de la silla.

"Ya ha pasado el tiempo, venid a mi escritorio para dejar los controles. Ahora" Dijo lo último lentamente, casi como una advertencia. Saliste corriendo hacia su mesa y dejaste el examen la primera, después más gente y, tras un rato, Luffy con cara desanimada. Saliste con él del edificio una vez recogisteis vuestras cosas.

"¿Qué te pasa, Luffy? No pareces el mismo de siempre" Dijiste cuando estuvisteis fuera, y aprovechaste para dirigirte a un banco. Luffy se sentó a tu lado y suspiró audiblemente.

"No voy a aprobar... y el abuelo me va a matar" Vale, habías acertado en todo menos en el verdugo. No habías conocido al abuelo de Luffy, de hecho la única familia que habías llegado a conocer eran sus hermanos, y apenas los veías.

"Lo siento, me sentí muy mal al verte en ese estado durante el control, Luffy" Suspiraste y te quedaste pensativa un momento antes de esbozar una dulce sonrisa con la intención de animar a joven. "¿Quieres que vayamos a tomar algo? Invito yo" A Luffy se le iluminaron los ojos y te abrazó instantáneamente, olvidando su anterior y -afortunadamente- breve depresión. Definitivamente, esa sonrisa estúpida era su mejor expresión.


"¿Qué quieres tomar?" Te giraste para mirar al moreno, el cual vestía una sonrisa. Decidiste llevarle a comer a una hamburguesería, así que llamaste a Law avisándole de que llegarías un poco más tarde. La verdad es que su voz sonaba bastante decepcionada, pero acabó aceptando resignado. No le había gustado en absoluto que no le contases la razón. Luffy se quedó mirando las opciones de hamburguesas y se le iluminaron los ojos al ver la nueva oferta con pan de sémola, carne de buey y casi cualquier tipo de acompañante. Acabó eligiendo esa mientras tú escogiste una normal, no muy cargada. Os sentasteis en una mesa cercana y empezasteis a comer -Luffy a devorar- la comida. Le miraste con una sonrisa, una idea formándose en tu mente. "Oye, Luffy, ¿qué te parece si, en caso de que hayas suspendido el examen, te doy clases para la próxima? Creo que así te librarías de la tan temida ira de tu abuelo, ¿no?" Luffy se quedó pensativo, masticando la comida con la boca abierta. No hay manera de enseñarle modales, ¿eh? Te reíste un poco y esperaste a su respuesta. Entonces esbozó una de sus dentadas sonrisas.

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