La costurera

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Después de que Herneval convenciera a Frankelda de ir al mundo de los sustos, tomó de la mano a la escritora y abrió la puerta que se encontraba en el cementerio. 

Frankelda y Herneval entraron en un túnel iluminado con tonos de morado y turquesa. Al final, podía verse la entrada al reino de los sustos... pero ellos no entrarían por ahí.

Herneval se había desviado del camino hacia una pared falsa que había en la entrada.

-¿No deberíamos entrar por el otro lado?-preguntó Frankelda.

Si, pero es que para los sustos no es común ver a una humana y pues, los sustos suelen ser un poco... curiosos- respondió Herneval con un poco de nervios. -Y pues no quisiera armar un revuelto antes de que llegues al palacio-.

El túnel en el que entraban, a diferencia del anterior era oscuro y lúgubre.
-No te asustes, esta es mi salida secreta, la uso cuando quiero salir del reino sin que nadie se entere- comentó Herneval.

Cuando llegaron al fin del túnel, pudieron ver un jardín, pero las plantas de este estaban totalmente secas.

Al parecer el sitio estaba vacío, por lo que al ver esto Herneval suspiró de alivio, pareciera como si se hubiera calmado porque quería evitar algo o a alguien de ahí.

-Al fin llegas- dijo una voz femenina que brotó de la nada.

En uno de los tantos arbustos muertos, se encontraba una chica susto con apariencia de lobo sosteniendo en su mano a un chulo.

*Un chulo es un tipo de buitre relativamente pequeño, alas anchas, medianas y es común en algunos países de Latinoamérica*

-¡Ah, Wolfy! Mira a quién traje. Es la escritora de la que te hablé- dijo Herneval nervioso mientras presentaba a Frankelda.

-¡¡¡Ah, hola, un gusto!!! Herneval me habló mucho sobre ti- saludó la loba mientras dejaba salir una gran sonrisa de su hocico.

Una vez terminó de saludar a Frankelda, volteó a ver a Herneval con una cara de "querer matarlo".

-Linda, ¿nos disculpas un momento?- dijo Wolfy a Frankelda mientras se hacia en un rincón con Herneval para decirle, sin hacer mucho alarido, las siguientes "dulces" palabras.

-¿¡¡ES QUE TÚ ESTÁS LOCO!!? ¡¡¡SI TUS PADRES LA VEN, TE HARÁN BÚHO FRITO, HERNEVAL!!!

-Calma, ellos ya saben mi plan.

-¡Pero no están de acuerdo con el!

-Bueno, pero tal vez cambien de opinión.

No sabían susurrar para nada bajo, por lo que Frankelda alcanzó a escuchar algunas cosas y se quedó un poco confundida. Wolfy, al percatarse de esto, empezó a hablar más bajo, obviamente sin dejar su molestia atrás.

-Mira, me da mucho gusto poder conocerla, es linda y todo pero... ¿Ya sabe?

Herneval, al escuchar esto, quedó mudo por unos minutos, pero después respondió:

-No, aún no le he dicho, prefiero que tome su decisión sin presión, además tiene un mes para pensarlo.

-No creo que sea una buena idea Herneval, muchos no estarán de acuerdo con tu plan.

-Pues habrá que intentar...

Un silencio de preocupación llenó el momento.

-¡Bueno, al menos tendrás a una chica para poder darle tus diseños! Siempre te quejabas por que decías que te aburría ser mi costurera- dijo Herneval con tono de burla tratando de animar el ambiente y hablando un poco más fuerte para que Frankelda estuviera dentro de su conversación.

-¡¡¡Oye no me desvíes el tema!!!- exclamó Wolfy.

¡Agh, pero dime si no es verdad!- dijo Herneval con ganas de molestar a Wolfy.

-No, no es que me aburra ser tu costurera, es que nunca he hecho ropa femenina para alguien del palacio y quisiera tener la oportunidad.

-¡Bien, entonces serás la costurera de Francisca desde hoy!

-¿Con qué permiso tomaste esa decisión? >:v

Frankelda no pudo evitar reírse, pero trató de hacerlo discretamente.

-Listo, esta tomada la desi...-antes de que Herneval pudiera terminar, Wolfy mandó a su chulo a que empezara a picotear a Herneval.

-¿¡Por qué me atacas!?¡Ambos somos creaturas aladas!- empezó a decir indignado Herneval.

Esta vez al ver las situación, Frankelda no pudo evitar sacar unas risas sin nada de discreción.

-¡Por fin podemos escuchar la voz de la misteriosa escritora!- exclamó Wolfy con sorpresa ya que, desde que llegó Frankelda, esta no había dicho ni una sola palabra ya que aún se sentía sorprendida por todo lo que pasaba.

-Bueno, creo que es hora de que sigan su camino, ¡Fue un gusto conocerte!- se despidió Wolfy mientras llamaba con su brazo a su chulo.

-¡Lo mismo digo yo!- respondió Frankelda con mucha alegría, para poder seguir adelante.

La pareja de susto y fantasma se fue alejando poco a poco, Wolfy se quedó viéndolos con cara de preocupación y se decía así misma:

"Espero que sepa lo que hace..."

Experiencias en el Mundo de los Sustos/ Franfic de FrankeldaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora