Era una noche fría y estrellada.
El trabajo en las minas transcurría normalmente, el horario laboral terminaría en un tiempo.
William había subido de puesto por ser un buen trabajador y estaba emocionado por acabar sus labores del día y llegar a abrazar a sus diez hijos *si, diez* y a su única hija que era la viva imagen de su difunta esposa.
Aún así, su emoción se vio perturbada, cuando a unos veinte minutos de que se acabara su horario laboral, uno de los trabajadores venía a traerle una noticia devastadora al hombre.
-¡¡¡William, tu hija, algo grave le pasó!!!-
El trabajador resultaba ser un fiel amigo de William por lo que se sentía extremadamente exaltado y preocupado por la notica.
-¿¡De qué hablas, qué le pasó a Francisca!?- preguntó angustiado el padre de la joven.
-¡El limpiador de lápidas la encontró muerta en el cementerio!- bueno, debemos admitir que no lo dijo con la mayor calma ni delicadeza, por lo que William se preocupó más y muchos trabajadores se enteraron de la situación y empezaron a rumorear.
-¿¡Dónde está ahora!?- preguntó angustiado el hombre.
-En el hospital-
Una vez dada aquella respuesta el hombre dejó todo su trabajo atrás y corrió desesperado a ver a su hija.
Al llegar a la habitación del hospital donde se encontraba la joven, quedó devastado al comprobar que efectivamente su hija estaba muerta, ya no respiraba y su corazón no palpitaba.
Mas un detalle al padre confundió, la hija se encontraba muerta con una gran sonrisa en sus labios.
Sus diez hijos, al igual que él, confundidos, se encontraban en aquella habitación, entre tristes y horrorizados.
La doctora entró en aquella escena para decirle a todos los presentes que no sabían con exactitud la causa de la muerte de la chica, no tenía heridas ni señal de algún golpe o fractura, tampoco tenía señales de haber ingerido algún veneno. Se cree que se trató de una muerte súbita, pero aún no se entendía la felicidad que se reflejaba en la cara de la castaña joven.
-¡YO NO CREO EN ESOS ARGUMENTOS! ALGO LE PASÓ A MI HIJA ¿¡DÓNDE ESTUVO ANTES!?- preguntó desesperado el padre.
-Solo vino el jefe de la editorial "Damastes" para decirnos que ella había ido a la casa editorial a publicar sus historias de terror, él lo mencionó como algo inadecuado, pensó que la joven estaba loca, por lo que se negó y ella salió muy desconsolada de aquel lugar. De ahí en adelante nadie pudo saber más de ella- respondió la doctora.
-¡De seguro ese hombre tiene algo que ver!- Insistió el padre.
-No lo creo, señor, era plena luz del día y los que estaban ahí presentes afuera pudieron verla salir sana y salva- argumentó la doctora.
Era todo muy raro, hasta que el hombre limpiador de lápidas que la había encontrado, entró de sopetón a la habitación.
-¡Yo vi lo que pasó!- exclamó el hombre.
-¡Usted no puede estar aquí!- advirtió la doctora.
-No me importa, soy un testigo clave y no se me ha permitido hablar-
-Pues si usted sabe, dígame, se lo ruego- dijo con tristeza el padre.
La doctora, también curiosa, dejó que el hombre se quedara en la habitación, pero no por mucho tiempo. Y así, el hombre comenzó a narrar su experiencia.
-Bien, yo estaba haciendo mi trabajo como todos los días, y pude ver a la joven venir llorando hacia la tumba de su abuela. Pensé que lloraba por la difunta, ya que yo estaba muy lejos y no podía escucharla. Creí que no sería prudente entrometerme por lo que continúe mi trabajo. Hasta que algo llamó mi atención, un hombre mitad búho apareció de la nada. Sé que es difícil de creer, pero así fue, tenía unos ojos grandes y brillantes color ámbar, unas largas y filosas garras, vestía ropa elegante y tenía unas enormes y emplumadas alas.
Era un monstruo, me sentí horrorizado y traté de huir, hasta que vi que empezó a hablar con la muchacha, no logré escuchar sobre qué, pero se veía que tenía una conversación muy amena, hasta que la creatura la elevó por los aires, ambos se veían muy felices y con un toque de los dedos del monstruo hacia la frente de la chica le quitó su alma, pude ver como la joven se transformaba en un tipo de fantasma y se veía muy alegre. La creatura dejó el cuerpo recostado sobre la lápida de su abuela y abrió la puerta de la gran tumba del cementerio accediendo asi a un portal en el que llevó el alma de la chica y ambos se fueron.
Luego yo llegué corriendo a ver y solo pude encontrar el cuerpo de la joven encima de la tumba con una sonrisa en su rostro.
Ambos, tanto el monstruo como la chica, se veían con una conexión muy especial, supongo que a eso se debe la sonrisa- terminó de narrar el hombre.
¿¡USTED PIENSA QUE ME VOY A CREER TAN TONTA HISTORIA!? ¡DE SEGURO USTED TUVO ALGO QUE VER, POR ESO CREA ESE TONTO RELATO!- exclamó indignado el padre hasta que un recuerdo muy lejano llegó a su mente y lo detuvo un momento. Hace mucho tiempo, cuando su hija era muy pequeña, ella le contó sobre una creatura exactamente igual a la que le describió el hombre, y dijo que la había encontrado en la casa leyendo sus historias y que le había traído algunos regalos. Tal vez no era mentira después de todo...
Por otro lado en el mundo de los sustos...
Herneval se dirigía al cuarto del trono para ver a sus padres, aunque una preocupación atormentaba su cabeza, el no llegar a tiempo a recoger el cuerpo de Francisca, dejarlo en un lugar seguro y no poder entregarle la carta con la noticia a la familia de la chica.
Él iba a ir inmediatamente a encargarse de eso, pero sus padres lo mandaron llamar. Tenía el plan de ir a ver qué pasaba con sus padres y salir rápido para hacer lo que le había prometido a la joven.
Lo que no sabía es que para ese momento ya sería demasiado tarde...
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Experiencias en el Mundo de los Sustos/ Franfic de Frankelda
Fanfiction¿Cómo es que Frankelda y su amado libro Herneval, quedaron encerrados en una casa abandonada durante 150 años? ¿Qué pasó antes? Si eso quieres saber, en este fanfic devolveremos algunas páginas atrás de esta historia ya que pasaron muchas cosas de l...