La corriente recupera sus viejas huellas

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Jiang Cheng camino por los recesos de la nube, había estado recibiendo noticias del maestro Lan sobre JinLing, pero Lan QiRen no podía concentrarse en su estudiante mientras la secta Lan careciera de un líder apropiado, por lo tanto, Jiang Cheng debía darse prisa en encontrar la forma de sacar a Xichen de su reclusión, tras un suspiro miró el árbol de magnolias, su suave aroma se desprendía, mientras él, intentaba apaciguar los pensamientos que amenazaban con apoderarse de su mente

—¿Jiang Cheng?— un escalofrió recorrió la espalda del mencionado, ¿Por qué se demoró tanto en irse?, ahora por culpa de su distracción se había topado con la única persona que no quería ver en el mundo, se giró lentamente para encontrarse con los ojos grises del hombre que alguna vez llamo "hermano" —Jiang Cheng, ¿Qué haces aquí?— Jiang Cheng no supo identificar el tono en que Wuxian le hablo, pero tampoco quería alargar la charla, más aun aprovechando que Hanguang-Jun no estaba a su lado

—Solo vine a hablar con el líder Lan, estaba por irme— Jiang Cheng aún no terminaba de carburar todo lo que había pasado, sobre su núcleo, la verdad detrás de todo lo ocurrido con ZiXuan, ni como él mismo se había dejado influenciar por los Jin. Jiang Cheng se dispuso a retirarse, pero fue detenido por la mano de Wuxian sujetando su brazo, la mirada despectiva fue inevitable, tantos años despreciándolo no iban a desaparecer en un instante, aun lo culpaba por la muerte de sus padres y de Yanli, incluso por la de Jin ZiXuan, pues, aunque fue una trampa, era innegable que el asesino fue el general fantasma.

Al notar la mirada en Jiang Cheng, Wei Wuxian lo soltó de inmediato mientras sonreía nervioso y agitaba las manos —Líder Jiang, ya que estas aquí, ¿Por qué no bebemos una copa?— incluso si habían limado asperezas, Wuxian tenía la pequeña esperanza de recuperar a su hermano, para él, Jiang Cheng era la única persona en el mundo con quien podía compartir recuerdos de su juventud en Yunmeng, con quien podía hablar sobre Yanli y con quien podía beber una copa de sonrisa del emperador toda la noche, sentía su corazón latir con insistencia, Jiang Cheng lo miró por un momento, muy en el fondo, el líder Jiang estaba aterrado, no quería volver a sentirse inferior frente a este hombre, ¿no basto con que el inútil de Wen Ning le remarcara la diferencia entre ambos?, estuvo a punto de negarse, pero por un momento, el que estaba frente a él no era el joven maestro Mo, si no el rostro de su hermano, de Wei Wuxian, cubierto de sangre, Jiang Cheng trago saliva

—Está bien— la sonrisa en los labios de Wuxian fue radiante, arrastro a Jiang Cheng a una mesa de piedra bajo un árbol, el sol ya se había ocultado y la luna alumbraba el escenario, Wuxian sirvió dos copas con sonrisa del emperador y comenzaron a beber en silencio, ninguno sabía que decir, Wei Wuxian abrió la boca para decir algo, pero volvió a cerrarla, mientras, Jiang Cheng se dedicó a observarlo atentamente —¿Por qué lo hiciste?— WeiYing miro a Jiang Cheng, ladeando la cabeza sin comprender la pregunta —¿Por qué me diste tu núcleo?— finalmente comprendió a que se refería, sonrió mientras daba otro trago y limpio sus labios con la manga de su túnica —No necesitaba una razón— su sonrisa se borró al notar que esa respuesta no bastaba para Jiang Cheng

—Si querías reestablecer la secta necesitaba un núcleo— confeso finalmente WeiYing, mirando su reflejo en el líquido de su copa, Jiang Cheng apretó los puños conteniéndose, había mucho que quería decir, pero ahora las palabras no le salían, se limitó a tomarse de un trago la bebida

—¿no pensaste que eso solo me haría sentir más miserable? ¿No te basto con que todos supieran lo incompetente líder que soy? ¿Ahora también te debo todo mi esfuerzo a ti?— esto era similar a lo que ocurrió en XuanWu, no importaba cuanto se hubiese esforzado Jiang Cheng, nadie lo notaria, porque simplemente a nadie le importaba, Wuxian lo miró en silencio

—¿pues adivina qué?, ya no me importa— para Wuxian, era evidente que Jiang Cheng ya estaba algo borracho, al menos lo suficiente para que se le soltara la lengua

—Estoy seguro que si hubiese sido yo quien se quedó encerrado en esa cueva, mi padre simplemente me hubiese dado por muerto, incluso Yanli te favorecía, ¿crees que jamás lo note?, no soy tan estúpido— Jiang Cheng parecía haber guardado mucho por demasiados años

—y ahora, ni siquiera tengo derecho a odiarte ¿Qué tan desdichado tengo que ser para que estén felices?— el dolor de años de sentimientos de inferioridad, de buscar el amor de un padre que ni siquiera era capaz de tomarlo en brazos de niño, todo eso estaba siendo soltado en un instante, Wuxian sabia sobre los sentimientos de su hermano, aunque desconocía que fuesen tan profundos, en algún momento Jiang Cheng se había levantado mientras se quejaba

—Simplemente debería morir, quizá de esa manera consiga descansar al fin— gritó lleno de frustración, pero lo único que recibió fue una fuerte bofetada que lo desconcertó, Jiang Cheng se sujetó la mejilla adolorida y miro con brotes de lágrimas a un WeiYing furioso, antes de poder decir nada se encontró a si mismo entre los brazos de su hermano

—Puedes decir lo que quieras de mí, gritame o insultame, me da igual, pero no vuelvas a sugerir algo tan horrible como tu muerte— Jiang Cheng aún no terminaba de entender que había pasado

—El tío Jiang, Madame Yu, Jin ZiXuan, mi Shijie, incluso Wen Ning y Wen Qing, la abuela Wen y el tío, soy consciente de que todo eso fue mi culpa, no quiero perderte a ti también— esa declaración sorprendió a Jiang Cheng, con las manos temblorosas correspondió el abrazo de su hermano, era un poco tarde para darse cuenta, todo el amor que Fengmian le había negado un dia, Wuxian se lo había dado... muy a su manera, Jiang Cheng no aguanto más, las lágrimas siguieron saliendo mientras se aferraba a Wei Wuxian hasta quedarse dormido en sus brazos, con los ojos enrojecidos por el licor y las lágrimas, para Wuxian, esa charla fue un regalo, porque incluso si Jiang Cheng no lo escucho, al final pudo disculparse, pudo quitar esa última espina que le impedía seguir viviendo tranquilo

—¿Terminaron de hablar?— LanZhan se acercó a WeiYing, no parecía cómodo con la idea de que su cuñado durmiera en brazos de su esposo, pero debido a las circunstancias se lo perdonaría

—Lloro como un niño y se durmió, creo que deberíamos ponerlo en alguna habitación— sugirió WeiWuxian, recibiendo un simple "hm" por parte del segundo jade.

Esa noche, Jiang Cheng soñó con sus padres y su hermana, en ese sueño ya no buscaba su amor, entendía que su madre lo amo incondicionalmente a su manera, que su hermana no tenía preferencias, simplemente no podía tratarlos igual a ambos, y lo más importante, que ya no necesitaba el reconocimiento de su padre, porque la secta Jiang que ahora existía, no fue heredada por nadie, él se encargó de levantarla desde las cenizas y eso era algo que nadie podría quitarle jamás.

Amanecer de un río claroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora