Sobre la blanca seda surgen viento y escarcha

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Jiang Cheng no pudo notar la nerviosa mirada del Lan debido a que estaba demasiado avergonzado como para mirarlo a los ojos, Xichen abría y cerraba ligeramente los labios, parecía querer decir algo, pero todo se quedaba en palabras mudas, quería saber de quien se enamoró Jiang Cheng, pero a la vez prefería desconocer su nombre. Tras un suspiro Jiang Cheng miro a Xichen con gesto decisivo, sorprendiendo a este ultimo

—Lider Lan, Lan Xichen, yo creo que, no, más bien estoy seguro de que A-Ling está enamorado— Las pausas dramáticas que Jiang Cheng hacia debido a la vergüenza, provocaban que Xichen casi tuviera un colapso nervioso, hasta que un nombre llego a colación y el líder Lan entendió la raíz del problema, un suspiro salió de sus labios dejando a Jiang Cheng con una ceja alzada —Así que se trata sobre el joven líder Jin— el mayor tomó un trago a su taza de té manteniendo su usual sonrisa relajada y recuperando la compostura —Claro, ¿de quien más podría estar hablando sino? — Xichen negó con la cabeza restándole importancia al asunto para retomar el tema que traía a Jiang Cheng frente a él —Es normal que un adolecente se enamore, el líder Jin tan solo tiene dieciséis años—

—Eso lo sé— Jiang Cheng se cruzó de brazos, le resultaba más sencillo y sensato consultar con Xichen que con Wuxian —Es solo que la persona de la que se enamoró no parecer tener sentimientos por JinLing, dudo que el número uno de la lista de los hombres más atractivos lo entienda, pero tener un amor no correspondido es doloroso, no quiero que A-Ling pase por eso— ¿Así que Jiang Cheng lo consideraba atractivo?, una sonrisa se formó en los labios de Xichen con esa noticia, sin embargo, sí que sabía el dolor de amar a quien jamás te amara, esta última visita de Jiang Cheng le había confirmado sus sentimientos, la alegría de verlo, el dolor de imaginarlo amando a alguien más, ahora lo sabía, sentía algo por el líder Jiang —me halagas, pero Jiang Cheng, tampoco puedes evitar que el líder Jin se enamore o sufra— no necesitó mirarlo para saber que los ojos de Jiang Cheng estaban clavados en su rostro, esperando al más mínimo error para acribillarlo —Hay cosas que uno debe experimentar en carne propia, el dolor de una perdida, la traición de un amigo, un amor no correspondido— al decir esto último abrió los ojos encontrándose con la mirada de Jiang Cheng, el contacto visual fue inevitable, Jiang Cheng se sorprendió ante la aguda mirada de Xichen, perecía que esas últimas palabras guardaban algún otro significado e inevitablemente se sonrojo un poco, obligándose a desviar la mirada.

—Aun así, quiero hacer algo para ayudarle, no puede dejar que sus sentimientos lo dominen, ya no es un mocoso, es el líder de la secta Jin, debe levantar su secta a su antigua gloria— Xichen finalmente comprendió que era lo que le pesaba al líder Jiang —Perdón que te corrija, JinLing sigue siendo un niño de dieciséis años, claro que tiene más responsabilidades por ser un líder, pero por suerte para él no está solo, tiene a su tío a su lado ¿no es así?— Jiang Cheng chasqueo la lengua, Xichen tenía razón, no era la misma situación, A-Ling podía tomárselo con más calma

—Entiendo, gracias por tu ayuda, es hora de que me vaya— Xichen no se esforzó en esconder su desacuerdo con la idea —¿Eh? ¿te vas tan pronto? — Jiang Cheng ya estaba de pie, mirando a Xichen algo confundido —Bueno, hoy ni siquiera iba a venir, es lógico que me vaya temprano— —Si, pero ya que estas aquí, podrías quedarte un poco más— Jiang Cheng sopesó la situación y tras un suspiro termino cediendo, un pequeño suspiro salió de labios de Xichen, pero ahora que lo había retenido no sabía exactamente sobre que hablar, por fortuna, Jiang Cheng sacó a colación lo complicado que se había vuelto el mundo del cultivo, el resto de la charla se fue en esa dirección, tal vez fue el hecho de pasar tantas emociones juntas, o lo cómodo que estaba con Jiang Cheng que las horas pasaron volando, y para cuando Jiang Cheng se dio cuenta, el líder Lan yacía rendido al sueño sobre la mesa, con un pequeña sonrisa, Jiang Cheng se levantó y cubrió el cuerpo de su contrario con una manta, raro en alguien quien se decía hacia muchas charlas nocturnas con GuangYao.

Jiang Cheng salió de la habitación, permaneciendo un momento frente a esta para admirar el paisaje —Líder Jiang— la rasposa voz llamo su atención —Maestro QiRen, ¿Cómo le ha ido a JinLing?— QiRen asintió con la cabeza en señal de que parecía estar aprendiendo adecuadamente —¿Cómo le ha ido a usted con Xichen?— Esta vez Jiang Cheng negó con la cabeza —He intentado contarle cosas sobre el mundo exterior para saber si se anima a querer salir, pero no creo estarlo consiguiendo— QiRen asintió acariciando su barba, sabía el por qué Jiang Cheng no estaba siendo directo con Xichen —Sé que el líder Jiang podrá hacerlo, después de todo hicimos un trato— Jiang Cheng sonrió de lado —Maestro QiRen, quizá hablar frente a la habitación de Xichen no sea lo correcto, incluso si esta está dormido —Entiendo, entiendo, entonces ¿Por qué no me acompaña a beber algo de té?— Jiang Cheng asintió y siguió al maestro QiRen, sin notar que en el silencio de la noche dentro de la oscura habitación, Xichen permanecía estático, procesando lo que acababa de escuchar.

Amanecer de un río claroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora