Amanecer de un río claro

Aguas de primavera

Los pétalos de las magnolias caían delicadamente, siendo arrastradas por el viento y dejando su suave aroma por doquier, pese a ese ambiente agradable, Jiang Cheng tenía el rostro ensombrecido

—¿Por qué accedí a esto? — se reprochó en un suspiro, antes de decidirse y dar pequeños golpecitos a la puerta, deseando no recibir respuesta. Por un momento nadie respondió, y justo cuando su corazón se alegraba, la tranquila voz de Lan Xichen lo regreso a la realidad  

—Adelante— Jiang Cheng soltó un suspiro y entro a la habitación, encontrándose con el rostro sorprendido del líder de la secta Lan, no era que no se lo esperara ya, para empezar, jamás habían hablado mucho, incluso si fue el quien lo salvo de los Wen en su momento, sus conversaciones eran todas formales, ¿Qué le hacía pensar a Lan QiRen que él podía convencerlo de salir de su reclusión?, mientras se sentaba frente al sorprendido Xichen, Jiang Cheng considero la idea de sacarlo de ahí a rastras y dar por terminado el trabajo, pero de seguro eso solo enfadaría al maestro Lan y no se solucionaría el problema 

—Entonces— Lan Xichen tosió un poco cubriendo su boca con su mano empuñada para llamar la atención de Jiang Cheng, quien parecía perdido en sus pensamientos —¿A qué se debe la grata visita del líder Jiang?— La sonrisa en los labios de Xichen era menos deslumbrante, aun trasmitía esa característica tranquilidad, pero era fría, un sentimiento difícil de explicar para el líder de la secta Jiang 

—Yo, vine porque...— 

—¡Oh!- Jiang Cheng fue interrumpido por Xichen, quien se levantó para servirle algo de té –Que descortés de mi parte, discúlpeme, no he recibido muchas visitas aquí, salvo por Lan Wanji, así que olvide mis modales— 

Jiang Cheng miró la taza frente a él, por un momento había pensado en decirle la verdad, que Lan QiRen le había pedido que lo ayudara a salir de reclusión, pero no se atrevía ni siquiera a abrir la boca. Alzo la vista para ver el rostro ligeramente pálido de la persona frente a él, pensó en cómo se sintió el cuándo Wei Wuxian prefirió a los remanentes Wen, o cuando asesinaron a su cuñado, también cuando se sintió traicionado tras la muerte de su hermana, Jiang Cheng afianzo su agarre a la taza, Xichen esperaba una respuesta, desconcertado por el silencio del líder Jiang 

—Yo— Jiang Cheng pensó en sí mismo, en el apoyo que le hubiese gustado recibir en aquella época —el líder Lan me ayudo en el pasado, así que quise venir a mostrarle mi apoyo— respondió bajando la mirada, Xichen se mostró sorprendido por esta afirmación 

—No hay duda, el líder Jiang es muy gentil— Jiang Cheng miró a Xichen con los ojos muy abiertos, solo Yanli lo había llamado gentil, generalmente lo asociaban con temor, enojo, ira, incluso JinLing le temía, el suave viento primaveral entro por la ventana, en aquella habitación tranquila, con aroma a las magnolias que se desprendían y se colaban, Jiang Cheng por primera vez en mucho tiempo, sintió paz, calidez, sintió que podía regresar a aquella época en la que fue feliz.