Eh tenido muchas citas, muchas, más de las que recuerdo.
Algunas con un buen sexo, otras con una buena comida y algunas otras que terminaron en nada.
Pero jamás eh tenido una cita perfecta, o que al menos para mí lo sea, y joder vaya que eh tenido...
Durante el último año de secundaria, la relación que mantenía con mi novio - en ese entonces - terminó por un "desliz" de él. Que casualmente fue con Penni, la hermana menor de Teo. Una adolescente de 16 años.
Recuerdo la discusión que tuvimos y obviamente nuestra ruptura. Aunque lo que más recuerdo es la discusión que Teo tuvo con su hermana. Me sorprendió que en lugar de regañarla por follar con un chico mayor que ella y mayor de edad, la estaba regañando por que el inútil con el que se metió era mi novio.
Discutieron. Pelearon. Y hasta el día de hoy no mantienen una buena relación.
- Lamento lo de mi hermana - recuerdo que dijo Teo esa tarde luego de tanta discusión. Con una mirada apenada.
No hablamos de eso. No hay nada que decir. No volví a hablar con el inútil que me engañó, asi como Teo apenas y cruzaba palabras con su hermana a pesar de que le dije muchas veces que no era culpa suya, ni de la puberta de su hermana.
Hay cosas de las que no hablamos.
No hablamos de su hermana Penni. No hablamos de mis ex's ni las suyas -no seriamente -. No hablamos de temas relacionado al "amor" o los "sentimientos".
Y sobre todo, no hablamos de la fiesta de graduación.
Aquella noche que cambió muchas cosas y a la vez nada.
Recuerdo encontrarme a Teo afuera de la puerta de mi casa, vestido con un estúpido traje y una flor de plástico para evitar que su garganta se inflame debido a su alérgia hacía las reales. También recuerdo verlo llorar, y no es que nunca lo haya visto llorar, porque el maldito es muy llorón.
Para ese entonces mis padres estaban de viaje, porque en ese entonces tenían viajes de negocios. Realmente nunca tuvimos una muy buena relación.
Una cosa llevó a la otra. Recuerdo estar en el suelo de la sala de estar, ambos acostados y pasados de copas. Aquellas copas que bebimos de los diferentes licores de mi padre.
Teo me contó que lo dejaron plantado. Y yo no iba a ir a ese estupido baile de graduación, no después de tirarme al profesor de educación física que pareció quedar prendido de mí o que tal vez solo quería follar otra vez.
Recuerdo la hora exacta. Cuando el reloj marcó las 1:35 am, el momento en el que Teo se incorporó para quedar sentado junto a mí dandome la espalda para segundos después lanzar la bomba que explotó entre nosotros esa noche.
- Estoy enamorado de tí Mar... siempre lo eh estado.
Tal vez fue el alcohol. Eso no lo recuerdo. Si recuerdo haberme incorporado a su altura y mirar directamente a su rostro, con su cabello desordenado y su cara de adolescente ebrio.
Y una cosa llevó a la otra.
Teo sin camisa y yo en ropa interior. Ambos en el suelo besandonos torpemente mientras tocabamos todo lo que nuestras torpes manos podían tocar. Quitando cada prenda de ropa hasta estar desnudos rozandonos la piel, abrazados, jadeando, ebrios y sin sentido común. El momento en en que llegamos al orgasmo fue intenso, cómodo, estimulante y me atrevo a decir que no lo eh sentido asi con ninguna persona. Y el momento en que paramos, en el que nos quedamos mirando fijamente. Teo debajo de mí, con sus manos en mi cadera recorriendo mis piernas, su mirada fija en la mía. Ambos lo sentimos.
Pero tal vez fuimos muy cobardes para aceptarlo.
Lo más incómodo fue nuestro encuentro en la cocina a la mañana siguiente. Desvelados por haber follado casi toda la noche. El ambiente incómodo por no saber quien diría las primeras palabras. Y claramente fuí yo quien las lanzó.
Y la cagó.
- Anoche... estabamos muy ebrios.
Torpemente le eché la culpa al alcohol, sabiendo que no me arrepentía de nada. Y la mirada de Teo me decía que él tampoco.
Pero ninguno se atrevió a decirlo en voz alta, y todo terminó en una noche de corazones despechados, alcohol y un "desliz" de parte de ambos.
Un par de estúpidos, que nos seguimos llamando mejores amigos.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Pasó un mes desde que intercambiamos número con Manuel.
Un mes en el que pasa diariamente a mi lugar de trabajo y en ocaciones me invita a salir, pero siempre rechazo bajo la atenta mirada de Teo.
Un mes de mensajes y alguna que otra foto no apta para menores.
Un mes desde que Teo y Lila son novios. Un mes desde que vivo con él y no lo dejo follar en su departamento.
Ni pienso hacerlo porque tendría que dormir en otro lado y porque no me da la gana - aunque no sea mi departamento - dormir en el sofá pensando que tal vez follaron allí.
A Teo no parece molestarle. Pero tampoco parece ocurrirsele ir a un motel. Hoy es viernes y mañana tendrá una cita con Lila. Me molesta. Lila no es buena, aunque me esfuerzo en pensar que con él es diferente.
En cuanto a mí, decidí aceptar una cita con Manuel. Porque tal vez sea el momento de entablar una relación seria, estar con alguien... asi como lo hace Teo.
Aunque últimamente mi mente me lleve a esa noche en la que ambos nos abrazamos y besamos ebrios, siendo nosotros. Solo nosotros.
Muy dentro de mi digo que debo abrirme camino a otras relaciones, pero todas mis citas resultan fallidas, tal vez porque no son con la persona adecuada.
"Tal vez Manuel lo sea" - dice mi mente, y algo dentro de mí quiere darme un golpe en la frente.
**
Holis♡
Hoy, día martes, traigo otro capítulo... porque no me resistí a esperar el sábado😅
También quería dar dos anuncios...
Primero; esta es una historia corta, por lo tanto no le quedan muchos capítulos. Asumiré que unos tres tal vez🤔
Segundo; pronto publicaré una historia nueva. Será un poco más oscura que esta, que espero que les guste. La publicaré bajo el nombre de "Siniestro".
Si te gustó el capítulo regalame una ☆ y un comentario para saludarte. Gracias por leer♡
