# 4 - ¿Sueño o recuerdo?

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Una mano en mi muslo izquierdo y otra en mi pecho me hacen abrir los ojos de par en par. Es una sensación que eh sentido antes y no me sorprende ver a Teo sobre mí en ropa interior, acercando su boca a mi cuello y besando cada parte de éste.

No es como si me molestara, Teo tiene un buen físico y mantiene una sonrisa pícara que me calienta todavía más.
Rápidamente llevé mis manos a su espalda y luego hacia su abdomen bajando lentamente hasta el elástico de sus calzoncillos.

Puedo sentir como va dejando marcas en mi cuello mientras aprieta uno de mis pechos pero no me importa, no realmente.

Como no pienso quedarme atrás, acaricié su miembro por sobre la tela de su ropa interior e inevitablemente soltó un gemido ronco en mi oído.

- ¿Qué pasa? ¿No te lo esperabas? - pregunté mientras lo miraba a los ojos y el sonreía.

- Son las 7:00 - menciona apretando aún mi pecho.

- ¿Qué? - lanzo un suspiro ante su acción aún confundida.

- Son las 7:00 - vuelve a decir y se acerca hasta que sus labios rozan los míos.

Y es cuando despierto. De golpe caigo contra el piso y joder que dolió, la voz de Teo aún se oye junto a mí y luego siento sus manos en mi cintura intentando levantarme.

- No puede ser - el idiota se carcajeaba como el maldito idiota que es.

- Dolió...

- Vamos son las 7:00 vamos a llegar tarde - y joder cuando alzo la vista veo a un Teo con el cabello mojado y el abdomen descubierto... y por la mierda solo con una toalla en su cintura - puedes bañarte, yo haré el desayuno - menciona y se va a la cocina.

Maldito idiota.

Maldito idiota sexy.

- Dejaste el baño lleno de pelos... - menciona Teo con cara de asco luego de que terminé de darme una ducha.

- Y seguro que Lila no ubiera dejado pelos en tu baño... o en tu cama.

- Su cabello es más corto y claro que el tuyo.

- Tal vez ni siquiera ubiera utilizado tu baño... los felinos odian el agua.

- Oye.

- Aunque las zorras no cuentan como felinos...

- Mar - menciona con cara de molestia, aunque le dura poco y vuelve a sonreír levemente cuando le pongo atención - ¿porque hablamos de Lila?

- ¿Porque no?... te cagué la noche.

- Toma - pone frente a mi una taza de café junto a unas galletas de chocolate - no arruinaste mi noche, te dije que no me importaría si te quedas en mi departamento.

- Pero que te da miedo que haga una orgía en tu sofá... como en la casa de mis padres.

- Dijiste que no fue una orgía.

- Sexo comunitario - digo y Teo se ríe. No me había fijado... tiene una bonita sonrisa.

- Come, hay que ir a trabajar.

- Invité a salir a... ¿cómo era?... a sí, Juan - Teo me mira fijamente con una galleta en la boca - pero me rechazó.

Su respuesta tarda y su cara parece de molestia.

- Y... ¿eso qué?

- ¿Eso qué? ¿no dirás nada más? - es raro, porque siempre que alguien me rechaza él me consuela de alguna manera.

Oh Teo. ¿Me vas a consolar si te digo que también rechazaste follarme en un sueño?
Aunque prácticamente no me rechazó... la alarma nos interrumpió.

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