Eh tenido muchas citas, muchas, más de las que recuerdo.
Algunas con un buen sexo, otras con una buena comida y algunas otras que terminaron en nada.
Pero jamás eh tenido una cita perfecta, o que al menos para mí lo sea, y joder vaya que eh tenido...
Observé con detenimiento cada detalle de la habitación. Era simple, sin muchos detalles. Me tiré en la cama dispuesta a dormir allí aprovechando que Teo no estaba y no llegaría a dormir. Otra vez.
Aveces no todo sale como planeamos.
Manuel fue quien canceló nuestra cita esta vez, por motivos de trabajo o eso dijo. Últimamente Teo duerme en casa de Lila, aunque no creo que precisamente duerman. Y yo pues, aquí estoy. En cama de Teo, comiendo helado en ropa interior.
¿Cuál es el problema?
Pues, la cama desborda un jodido olor a perfume. Y no es ese el problema, el problemas es que el perfume es de Teo. Un jodido aroma a melón dulce que invade mi nariz pero que tampoco es molesto.
Joder.
Supongo que una cosa lleva a la otra, aunque no se como pasé de estar comiendo helado y viendo películas de ciencia ficción, a estar masturbandome en la cama de Teo.
Patético pero algo normal si lo piensas con detenimiento.
No fue vergonzoso en ese momento, no mientras lo hacía. Lo fue un poco cuando Teo llegó al día siguiente y me encontró en la cocina bebiendo café y esperando que la lavadora terminara de lavar las sábanas de su cama.
Extraño. Porque él no durmió en su cama. Pero yo no iba a decirle que yo sí y no fue precisamente lo único que hice. Aún así el no dijo nada sobre el asunto de sus sábanas.
- ¿Cómo te fue? - pregunté mientras preparaba otra taza de café.
Que a mi parecer él necesitaba urgentemente, debido a sus notables ojeras y sin contar su ropa arrugada.
Suspiró - ¡fue increíble! La cena estuvo deliciosa, la peli genial y luego fuimos a casa de Lila y...
Mientras contaba cada detalle me pregunté internamente porqué carajos decidí preguntarle sobre su estúpida cita.
- Oh no me mires así, ya tendrás una cita tan perfecta como la mía - mencionó y se dirigió al baño con una sonrisa estupida en la cara. Dejando el café intacto sobre la mesa.
Ay que iluso. Pienso pero no digo.
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En el tiempo que llevo trabajando aquí me eh dado cuenta de algunas.
Primero: Lila es como un gato, dale una bola de lana y se irá a jugar y te dejará de molestar. Esa bola es Teo. Segundo: Juan es gay. Tercero: Manuel ya no trae rosas, ahora trae margaritas. Cuarto: soy la única soltera en ésta maldita tienda. Quinto: Lila y Teo se manosean siempre que piensan que nadie los ve.
- No sabes lo que acabo de ver - escucho a Juan que se acercó hacía mi en la barra - los encontré en el cuarto de limpieza.
