18. TE ENCONTRÉ PAJARITO

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Lo único que lograba tranquilizarme era el saber que mi pequeña no tenía que seguir pasando por esta situación, a pesar de estar encerrada en lo que parecía ser el sótano, este era el día más tranquilo desde el secuestro, mientras el salió con mi pequeña, me encargué de revisar todo el lugar, la única salida eran unas escaleras que conducían a una puerta por más que intente forcejear la misma resultó imposible, solo tenía una salida y era conseguir la llave.

Las horas pasaban, Bastian no regresaba, mientras mi cabeza no dejaba de darme vueltas, me encontraba realmente ansiosa por saber si mi pequeña estaba a salvo, terminé recostada en la cama, cerré los ojos mientras pasaban las horas, cuando escuché el sonido de la puerta, me senté rápidamente.

- Ya regrese como te prometí Aurora esta con su papá, ahora si podemos estar juntos - Bastian estaba feliz, pero yo me sentía cada día más débil esta situación no ayudaba.

- De verdad mi pequeña está bien- le dije mientras observe como colocaba las llaves en el escritorio.

- Si yo nunca te mentiría, ahora quiero contarte algo más- me dijo tomando una silla y colocándose frente a mí.

- ¿Que cosa? - respondí

- Pueda que no me creas- su mano se posó en mi rodilla.

- Tiene que ver con esta situación

- Un poco, recuerdas que te hable de mi hermana.

- Si recuerdo que me dijiste que ella falleció - intente alejar sus manos de mi mientras me paraba.

- De hecho todo sucedió hace 10 años, ella se encontraba ciega de amor por él idiota de Alexander, me di cuenta que planeaban escaparse, él no quería casarse contigo, sin embargo yo sabía cada uno de los movimientos, los tenía vigilados.

- Espera un momento, esto que tiene que ver

- Tiene todo que ver, mientras te portes bien las cosas van a surgir de manera adecuada, pero en el momento en el cual pienses en traicionar mi confianza, te prometo que te arrepentirás. - su sola presencia me daba escalofrío, algo no tenía sentido.

- Suena a amenaza- le dije mientras intente alejarme, pero con su mano derecha tomo mi codo, se acercó a mí e intento besarme, en ese momento gire mi cara, y me aleje de el.

- No Bastian una cosa es que acepte a no huir, pero no significa que tu y yo seamos pareja, estoy comprometida con Will, él es el hombre a quien amo.

- Eso no puede ser, entiende tú eres mía, te has preguntado quien aparece cada vez que te desmayas.

- Tú, ¿Cómo lo sabes? - no era posible, nunca le comente nada de esto.

- Sabes algo irónico, tu esposo iba a escaparse hace ya 10 años con mi hermana, eso nunca sucedió gracias a que alguien los saco del camino. - no podía entender el porque de su risa, hasta que ate cabos sobre la historia que hace varios años me dijo Alexander

- No me digas que el accidente lo provocaste, eso no tiene sentido como te puede alegrar la muerte de tu hermana, diablos estas enfermo- sabía que el tono de mi voz había salido mas fuerte de lo normal, pero estaba aterrada tenía que huir de este lugar.

El intentó acercarse nuevamente, mientras retrocedía hasta chocar contra la pared, sentía temor mientras el acariciaba mi rostro con su mano, mis piernas comenzaron a temblar, se acerco y me dijo al oido

- Abril ella no esta muerta, mi plan nunca consistió en lastimar a mi hermanita, de verdad la amo, solo quería que él idiota de Alexander saliera del mapa, pero como te diste cuenta las cosas se salieron de mis manos gracias a que el conducía el coche. - cerré mis ojos mientras el me besaba en la comisura de mis labios, sentía tango asco de su contacto, que las lágrimas no tardaron en llegar.

- Estas enfermo por favor déjame ir, entiende yo no te amo

- No puedo dejarte ir, el corazón de mi hermana está en ti - mientras con su mano rompió la blusa con la que me encontraba, paso sus dedos por la cicatriz que tenía en mi pecho- Así que ahora tú me perteneces. - me aleje rápidamente de el tomé la llave y corrí hacia la salida, podía sentir que el me seguía, escuchaba sus pasos detrás de mi.

- Lucía deja de ser una niña mala, así escapes de esta cabaña, nunca podrías huir de mí.

- Déjame en paz, no soy Lucía

- Claro que si, nunca podrán separarnos- me tomo del pelo tirándome contra la pared, me acorralo y poso sus labios encima de los míos, luche por alejarme, sin embargo el era más fuerte que yo, vi que a mi lado estaba una botella la tome con mi mano y la estampe en su cabeza, gracias a lo cual logré salir corriendo del lugar.

Al llegar a las escaleras, vi la puerta blanca, mis manos temblaban, sentía tanto miedo ingrese una por una las llaves, hasta que por fin abrí la puerta, la cerré detrás de mí colocándole el picaporte.

Mis ojos tardaron en acostumbrarse a la luz, no podía quedarme en ese lugar así que corrí hacia lo que parecía la entrada.

- Abril abre la puerta, si no lo haces creeme romperé esta puerta, y cuando lo haga te vas a arrepentir - a pesar de lo que dijo, sabía que una oportunidad así no volvería a tenerla, lo último que escuche fue como golpeaba la puerta, al salir me topé con un bosque, no tenía ni idea hacia donde ir, al escuchar los gritos de Bastian comencé a correr.

- Abril, nunca conseguirás alejarte de mí - nada podía detenerme, sentía como las ramas rozaban mis brazos, tenía frío y estaba anocheciendo, me tropecé con una piedra, al caer vi que me lastime las rodillas, sin embargo no sentía dolor, la adrenalina corría por mis venas, lo escuchaba acercándose a mi, termine por ocultarme detrás de un árbol, hasta que escuché una voz la cual conocía muy bien.

- Abril, ¿Dónde estás? - por primera vez podía empezar a respirar con tranquilidad, a pesar de todo sabía que vendría a buscarme.

- Estoy aquí- Grité, ese fue el más grande error.

- Te encontré pajarito- en ese momento todo se volvió oscuro.

¿QUIÉN VINO EN BUSCA DE ABRIL?

¿QUÉ PASARÁ CON LUCÍA?

ESPERO QUE DISFRUTEN DEL CAPÍTULO GRACIAS POR TODO SU APOYO, NO SE OLVIDEN DE VOTAR POR EL MISMO.





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